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- Al director general de la organización, Tedros Adhanom, le preocupa que se haya reducido la vigilancia de casos en laboratorio, lo que dificulta el descubrimiento de nuevas variantes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró, luego de la 14ª reunión del Comité de Emergencia por la pandemia, que el covid-19 se mantiene como una emergencia sanitaria de alcance internacional.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom, declaró que sigue siendo “una enfermedad infecciosa peligrosa” que puede causar daños considerables a la salud de las personas y a los sistemas de sanidad de los países.
En la declaración, por recomendación del Comité de Emergencia de la organización, también se reconoció que la pandemia ha entrado en una fase de “transición”, lo que puede dar paso a que el nivel de alarma toque su fin en los próximos meses.
Los expertos del Comité de Emergencia señalaron en su recomendación a Tedros que hay que reflexionar en cómo pasar de una fase de emergencia a una fase de normalidad, en la que se conviva con el virus de manera segura.
Medidas restrictivas
A pesar de que oficialmente el covid-19 no ha perdido su estatus de amenaza grave a la salud pública internacional desde el 31 de enero de 2020 (fecha de la declaración por parte de la OMS), el mundo ha dejado atrás la mayor parte de las medidas restrictivas asociadas al control de la pandemia.
El último caso ha sido el de China, que en diciembre de 2022 levantó las medidas que aplicó estrictamente durante tres años, específicamente confinamientos y cierre de fronteras.
Sin embargo, la OMS sostiene que para levantar la declaración de emergencia se necesitan “acciones de salud pública de largo plazo”, bajo el entendimiento de que es poco imaginable que el virus pueda ser eliminado del todo.
La idea de los expertos del Comité de Emergencia es que se planteen “mecanismos alternativos” a la emergencia internacional para que se mantenga la atención del covid-19.
Respuesta mundial
El director general de la OMS recordó que la respuesta mundial a la pandemia no puede considerarse exitosa porque muchos países todavía carecen de vacunas y tratamientos suficientes para atender a sus enfermos y que muchas redes sanitarias de países de escasos recursos siguen sufriendo de esta situación.
“Estamos ciertamente en mejor posición que hace un año, cuando la variante ómicron estaba en su pico y se reportaban 70.000 muertes semanales”, señaló Tedros Adhanom, quien también lamentó que la vigilancia y la secuenciación genética de casos en laboratorio se hayan reducido drásticamente en el mundo, lo que dificulta el rastreo de posibles nuevas variantes.
Agregó que “la confianza de la opinión pública en las herramientas de control del covid-19 está siendo atacada por un continuo torrente de desinformación”.
Con información de EFE.
