• La abogada y politóloga explicó en entrevista para El Diario que actualmente Venezuela se ha convertido en un país fragmentado, donde cada región funciona como un feudo con sus propias realidades y problemas. Destacó además que los partidos opositores se han desconectado de sus estructuras locales, lo cual podría ser un obstáculo para las próximas elecciones

Para la politóloga y abogada constitucionalista María Verónica Torres, el mapa de Venezuela hace muchos años dejó de ser monolítico. Con su diversidad demográfica y sociocultural, quizás nunca lo fue, pero en el plano político esto se ha acentuado en la medida que las regiones se han convertido en islas separadas entre sí por sus propias realidades.

Esto le llevó a teorizar de que actualmente para estudiar a Venezuela como un todo, primero hay que ver cada una de sus partes, como un rompecabezas. Una fragmentación del país que, a su juicio, los partidos políticos opositores todavía no han sido capaces de entender. Al punto incluso de estar en una frecuencia distinta a la de sus liderazgos y bases locales. 

A través de su trabajo en programas de formación de concejales, Torres ha viajado por todo el país apreciando este fenómeno. Sobre todo después de las elecciones municipales y regionales de 2021. El equipo de su consultora se percató de que en los concejos municipales, tanto oficialistas como opositores y mixtos, se estaban desarrollando nuevas dinámicas muy diferentes a las que marcan la agenda de la política nacional.

“Nos dimos cuenta que hay una nueva generación de concejales que, por su juventud o por sus circunstancias, no están ideologizados. No como las primeras generaciones de políticos que accedieron a cargos públicos por parte del chavismo. Incluso, tienen visiones bastante abiertas respecto a asuntos como el libre mercado y normativas que permitan facilidades para el entendimiento”, explica en entrevista para El Diario.

Un país feudal

Libertador fue el municipio de Caracas donde se registraron más delitos en 2022
Municipio Libertador del Distrito Capital. Foto: EFE

Torres, quien es profesora en la Universidad Monteávila, señala que actualmente Venezuela se convirtió en una suerte de confederación donde cada región funciona de manera autónoma. Aunque reconoce que más que un Estado federado, se comportan en realidad como feudos controlados por distintos grupos de acuerdo con las actividades que el gobierno hace o permite que ocurran allí.

Indica que debido a esto, cada uno de estos nuevos feudos cuenta con realidades completamente distintas, hasta entre municipios de un mismo estado. De igual modo, cada uno tiene sus propias autoridades, que no necesariamente son los gobiernos locales constitucionales. Es decir, grupos civiles, sociales y militares. Enfatiza que todos tienen algo en común: a pesar de su autonomía de acción, reconocen al régimen de Nicolás Maduro como poder central.

“Son como un ecosistema en sí mismos que no están relacionados con otras dinámicas, pero sí responden a Nicolás Maduro. Nos dimos cuenta entonces que al país hay que estudiarlo inductivamente. Y esto desde la filosofía política, implica estudiar las partes para luego estudiar el todo”, acota.

Políticamente, Venezuela se divide en 335 municipios. Ante este panorama de 335 realidades distintas, Torres comprendió que resultaba imposible analizar la situación nacional desde lo macro. Por eso comenta que sus estudios ahora parten desde un enfoque municipalista. También desde la necesidad de capacitar y fortalecer a los liderazgos locales, partiendo de que son las estructuras más cercanas a las comunidades, y con más posibilidad de lograr cambios.

La muerte de la descentralización

Las opciones de Fin de Año que ofrecen hoteles, alcaldías y playas en Venezuela 
Municipio Chacao del estado Miranda. Cortesía

En 2005, el diputado chavista Darío Vivas declaró que Venezuela era una “federación centralizada”. Con esto se refería a la contradicción presente en cada gobierno desde la Guerra Federal (1859-1863), en la que la Constitución definía al país como un Estado federal, pero en la práctica las regiones carecían de autonomía incluso para elegir a sus propias autoridades. 

Esta situación se revirtió en 1989 con la Ley Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencias de Competencias del Poder Público. No solo permitió por primera vez a la ciudadanía elegir a sus propios alcaldes y gobernadores, sino que además les dio mayores competencias para atender sus problemas sin tanta injerencia desde Caracas. 

Sin embargo, la promesa de un Estado descentralizado se truncó con el ascenso al poder de Hugo Chávez en 1998. Hoy en día, la “federación centralizada” de Vivas parece más vigente que nunca. Torres ha observado este desmantelamiento de la autonomía en su trabajo con los concejos municipales. Indica que sus nóminas dependen del gobierno nacional, al igual que sus presupuestos. Son asignados desde la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), adscrita al Ministerio de Economía y Finanzas. 

Agrega que competencias que están contempladas en la ley, como la administración de servicios básicos, o la recolección de basura, les fueron arrebatados por decreto. “Los concejos municipales y las alcaldías se han convertido en una especie de armazón vacío. Tienen una estructura administrativa y política, pero no tienen capacidad de acción”, lamenta.

Búsqueda de consensos

María Verónica Torres: “La oposición debe dedicarse a los gobiernos locales”
María Verónica Torres. Foto: Cortesía

Esta restricción de funciones y recursos que los gobiernos municipales sufren se vuelve más complicada al verse desde adentro. Torres señala que son comunes en todo el país las fricciones entre alcaldías y concejos municipales por el presupuesto. 

Debido a la situación económica del país, ambos órganos cargan con partidas presupuestarias reconducidas, lo que solo fomenta el caos administrativo. De igual forma, este resulta insuficiente para que cumplan con sus funciones, aupado a otros problemas como rencillas políticas e ineficiencia.

Por eso, las observaciones del equipo de Torres sobre el comportamiento desideologizado de los concejos municipales resulta sumamente llamativo. La politóloga cuenta que ha trabajado en cabildos donde concejales opositores y oficialistas han tenido que llegar a acuerdos para sacar adelante ordenanzas y resolver problemas de interés común. 

Es más fácil en algunos municipios ver alianzas entre ciertos partidos de oposición y gobierno nacional para el funcionamiento de los servicios públicos, que entre los mismos partidos opositores”, resalta.

Invisibles

María Verónica Torres: “La oposición debe dedicarse a los gobiernos locales”
Concejo Municipal de Maracaibo 2018-2021. Foto: Cortesía

Torres acota que la búsqueda de consensos se aprecia más en el seno de los concejos municipales que en las propias alcaldías. Y la forma en que opera la política venezolana tiene bastante qué ver con esto. 

Explica que para las alcaldías es más frecuente que los partidos políticos, de ambas tendencias, influyan según sus directrices nacionales. Muchas veces imponiendo candidatos para nada relacionados con los liderazgos naturales de la zona. No obstante, pocas veces se interesan por los concejos municipales. 

Esta minimización se ha visto incluso en las últimas elecciones regionales. Al aglutinar varios cargos a elegir en un mismo proceso, se invisibiliza a concejales y diputados regionales en el tarjetón, quedando relegados al voto entubado. Irónicamente, al no estar sometidos a líneas partidistas centrales, es más fácil para los líderes comunitarios llegar a este espacio de representación, donde se trabaja más directamente con la gente.

“Los concejales son los primeros encargados de facilitar, legislar y normativizar para la buena vida ciudadana. Su labor tiene una complejidad especial de comprensión de la situación y de aporte de soluciones. Por eso la creatividad de los concejales hay que celebrarla. En vista del arrebato de funciones y potestades, se han dedicado a la formación de alianzas ciudadanas para la resolución de distintos conflictos”, aplaude.

Sin líderes ni bases

#TeExplicamosElDía | Viernes 10 de marzo
Henrique Capriles. Foto: Cortesía

Ante las elecciones presidenciales de 2024, la consultora política afirma que el gran reto de la oposición será contar con estructuras electorales que los apoyen en campaña y en todo el proceso de verificación ciudadana durante la votación. Apunta a la falta de recursos, no solo económicos, sino también humanos, por la merma de sus bases de militantes. Por otro lado, señala que ninguno de los aspirantes opositores cuenta hoy con un apoyo sólido en todo el país.

“En lo que nosotros hemos podido medir, Henrique Capriles y María Corina Machado han tenido mayor alcance. Pero sobre Capriles pesa una inhabilitación y al final del día su campaña va a tener el destino que quiera Nicolás Maduro. Todo el que trabaje en la campaña de Capriles sabe, y en los municipios lo tienen muy claro, que están trabajando para un candidato incierto”, advierte.

En el caso de Machado, si bien afirma que también cuenta con un reconocimiento nacional, su partido, Vente Venezuela, carece de una estructura competente al no estar presente en todos los municipios. Añade que el caso contrario ocurre con Acción Democrática (AD), el cual tiene presencia en todo el país, pero cuyo candidato, Carlos Prosperi, no ha logrado levantar en las encuestas.

María Verónica Torres: “La oposición debe dedicarse a los gobiernos locales”
En el centro, de camisa blanca y blusa celeste, María Corina Machado. Foto: Cortesía

“Es un partido viejo y su militancia ha envejecido con ellos, pero es fiel, con lo cual siguen teniendo estructura. Adicionalmente, Un Nuevo Tiempo está haciendo un esfuerzo por crecer y por mantenerse, y en este momento están trabajando sus bases. Voluntad Popular está muy disminuida. Ninguno de estos partidos tienen a su vez un candidato lo suficientemente sólido para atender a una situación nacional como la que estamos viendo”, señaló.

Por el lado de la Alianza Democrática, la cual tuvo un desempeño medianamente bueno en las regionales de 2021, la politóloga señala que perdieron totalmente su capital político. Incluso en partidos judicializados como la facción de AD de Bernabé Gutiérrez, pues la división original encabezada por Henry Ramos Allup sigue siendo la dominante en todo el país.

“Con el tema de los alacranes, creo que eso fue una pasión de momento. Ahora no los ves en los concejos municipales ni en las asociaciones civiles que se organizan para atender temas de servicios básicos. Y Fuerza Vecinal no es un partido que tenga representación local en el país. Puede que solo en uno que otro municipio. Lo que sí son muy buenos es a nivel de propaganda”, completa.

Desconectados de la realidad

La Plataforma Unitaria irá a elecciones primarias para escoger a su candidato presidencial en 2023
Plataforma Unitaria Democrática. Foto: Luis Morillo – Crónica Uno

Torres opina que el hecho de que sea más fácil ver alianzas gobierno-oposición dice mucho sobre la nueva realidad política del país. Y esto no está del todo relacionado con los denominados “alacranes” (opositores disidentes señalados de colaborar con el régimen de Maduro), los cuales aclara que han desaparecido prácticamente de los espacios políticos. Para ella, tiene que ver más con la propia incapacidad de los partidos para leer el país.

“Hay grandes molestias entre los liderazgos locales y los liderazgos nacionales, precisamente porque los partidos no han abordado el estudio segmentado de las distintas regiones del país, con lo cual no comprenden que no están hablando a concejales y alcaldes que viven una misma realidad”, señala. De allí que cueste entender la diversidad de facciones y alianzas que se tejen a nivel municipal.

La consultora política indica que la descentralización no solo parece haberse perdido en lo administrativo, sino también con los partidos políticos. “A la dirigencia nacional opositora, en su obstinación de figurar, se le ha olvidado revisar sus bases, que ahora se encuentran profundamente debilitadas”, advierte. 

Elías Sayegh, alcalde del municipio El Hatillo
En el centro, de saco gris, Elías Sayegh. Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Asegura que la deserción de militantes, bien por desencanto o porque han emigrado, afectó el músculo político de los partidos. Esto se reflejó en el desempeño de la oposición en los comicios regionales de 2021. Y para las elecciones presidenciales de 2024 no promete ser mejor. Sobre todo frente a un oficialismo que, advierte, sí ha sabido leer la realidad política venezolana. Esto al ser el responsable de este diseño feudal, pero logrando mantener una maquinaria cohesionada alrededor del apoyo a Maduro.

Los partidos políticos tienen que entender que los liderazgos locales han resuelto, a pesar de ellos; han sobrevivido, a pesar de ellos; y hacen política, a pesar de ellos. Aunque pertenezcan a una misma tolda, están muy dolidos con el tratamiento que se les ha dado”, asevera.

Contexto electoral

#TeExplicamosElDía | Miércoles 15 de febrero
Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

En los últimos meses, Torres ha visto a dirigentes políticos volver a sus estados de origen y a diputados de la Asamblea Nacional electa en 2015 reaparecer en los circuitos que representan. Lamenta que durante años, la oposición ha tenido por costumbre desempolvar sus estructuras regionales solo en contextos electorales. Una situación que ahora ve con las primarias de la Plataforma Unitaria Democrática.

A principios de abril, la Comisión Nacional de Primaria (CNP) juramentó a 24 juntas regionales, que se encargarán de apoyar en la organización de las elecciones opositoras en cada estado. En entrevistas previas, su presidente, Jesús María Casal, destacó que estas juntas trabajarán de cerca con líderes comunitarios y organizaciones de la sociedad civil, con el fin de volver el proceso lo más democrático y participativo posible.

Si bien Torres señala que esto nuevamente instrumentaliza a las regiones para fines netamente políticos, rescata que en el caso de la CNP así debe ser, ya que es su propósito como organismo electoral. Sin embargo, acota que las juntas regionales deberán enfrentar dos retos para que su labor sea exitosa y esas alianzas puedan perdurar más allá de las primarias.

Juramentada la Comisión Nacional de Primarias: ¿cuáles serán sus próximos pasos?
Foto: Cortesía

La primera, detalla, es conseguir colaboradores verdaderamente comprometidos con la tarea. Esto debido a que actualmente no existe una adhesión plena de la dirigencia local a la nacional. La segunda, está en que la propia CNP se adapte a las realidades y singularidades de cada región. “Deben saber que las autoridades civiles probablemente no sean las que gobiernen, y que tienen que empezar a comprender cómo es el manejo del poder en esos sectores por sus distintos grupos”, comenta.

Finalmente, precisa que las juntas deberán encarar la desilusión y apatía de la población por el establishment político. Algo que el propio régimen de Maduro ha incentivado para desmovilizar el voto, además de estrategias más convencionales como la extorsión con bolsas de alimentos y otros mecanismos de control social.

La Comisión Nacional de Primaria puede organizarse y hacer una buena estructura y lograr buenas alianzas, pero son los partidos políticos los que tienen que lograr que haya movilización del voto. Para eso tienen que acabar con la desafección de los propios militantes locales”, apunta.

Mea culpa

Carlos Prosperi: el primer integrante del G4 en oficializar su candidatura a las primarias opositoras
Acto de presentación de Carlos Prosperi como candidato a las primarias. Foto: Cortesía

A pesar de que el panorama no luce alentador, Torres apunta que este divorcio entre lo local y lo nacional no es inefable. Cree que los partidos todavía tienen una oportunidad para recuperar a su militancia, aunque esto implica una serie acciones de orden moral y ético que, asevera, no están dispuestos a hacer.

“Lo primero es pedirle perdón al país, pero de manera sincera y concreta. Por cada una de las acciones que han tomado, cada vez que han engañado o desfavorecido a la ciudadanía, y eso pasa por sentarse a hacer una lista y un ejercicio de conciencia personalísimo. Solamente con eso pudieran recuperar muy buena parte de su capital político, porque la gente está decepcionada y su decepción es cierta”, declara.

Bases para la renovación de Un Nuevo Tiempo son amplias y comprometen al partido a promover nuevas caras
Manuel Rosales, gobernador de Zulia y líder de Un Nuevo Tiempo. Foto: EFE

Lo segundo que dice que debería hacer la dirección opositora es abocarse al municipalismo. Entender que la reconstrucción del país comienza por recuperar y unir cada uno de sus fragmentos. Para esto, tanto partidos como la CNP deben buscar a los liderazgos naturales, y específicamente trabajar con los concejales, quienes entienden mejor estas realidades. Sin embargo, acota que esto no debe hacerse solamente como una mera estrategia electoral. Señala que debe ser una acción sostenible en el tiempo, y que involucra todo un ejercicio de volver sus principios básicos como servidores públicos, sincerándose con la ciudadanía.

“Es un trabajo individual de cada jefe nacional plantearse en qué y cómo ha afectado al país. Y con esa intención de hacer buena política, honesta, que requiere la disposición personal de enmendar la propia vocación y sentido de trabajo por el país, luego es que deberían acercarse a los concejales. Porque si no, esto va a ser una elección más, vacía”, destaca.

Control ciudadano

15 comunidades indígenas están afectadas por las lluvias en el estado Amazonas
Casas en Delta Amacuro. Foto: Cortesía

A lo largo de sus viajes por el país, Torres ha evidenciado un fenómeno que ha ido a la par de la municipalización del país. Ante la ineficiencia (o directamente ausencia) del Estado para atender los servicios públicos, cada vez más vecinos se organizan para resolver sus problemas de forma autogestionada. “Creo que es el futuro de la sociedad civil venezolana”, afirma.

“Municipio por municipio, vas conociendo testimonios de cómo se van organizando para atender asuntos de salud, basura, e incluso de alimentación de niños. Es algo que hay que reconocer y es importantísimo darle mérito a los concejales, porque han sabido crear buenas alianzas ciudadanas y trabajar en conjunto con la comunidad”, agrega. Destaca además el rol de las mujeres en el liderazgo local, tanto concejalas como mimebros de estas organizaciones civiles.

En los últimos años, la narrativa del oficialismo, en lugar de la descentralización, ha apuntado hacia lo que denomina el Poder Comunal. Para ello ha destinado recursos en potenciar la influencia de figuras como consejos comunales, comunas y jefes de calles. Pero todo desde una visión centralista, pues dependen del gobierno central.

Aunque responden a directrices ideológicas y partidistas, Torres destaca que no todos los consejos comunales son tan cerrados. De hecho, comenta que al estar compuestos por personas con los mismos problemas que sus vecinos, en muchos casos han permitido, incluso ayudado, en sus estudios. De allí que hable sobre la capacidad de lograr consensos entre polos opuestos al momento de atender asuntos comunitarios. Y sobre todo, del potencial de rescatar la descentralización desde el trabajo con comités en defensa de la municipalización para contrarrestar el avance de proyectos como la ley de ciudades comunales.

“La oposición debe dedicarse a los gobiernos locales, es decir, combatir al gobierno en la batalla que están dando. Porque lo que estamos viendo ahorita es que la oposición está dando una batalla por el país que no responde a la que está dando el gobierno”, sentencia.

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