• Escribir a mano puede resultar difícil para muchos, ya que participamos menos en actividades que requieren movimientos finos y usamos más dispositivos móviles. Ilustración: Elizabeth von Oehsen / The Washington Post; iStock

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota Handwriting muscles may feel weaker with less practice, device overuse, original de The Washington Post.

Aisha Attah solía escribir a mano con frecuencia, ya fuera para tareas escolares o en su diario. Sin embargo, después de que comenzó la pandemia, la joven, de 20 años de edad, pasó más tiempo en Internet y menos usando lapicero y papel. Meses después, en una reunión en su primer trabajo, Attah intentó tomar notas a mano. “Fue increíblemente incómodo”, detalló Attah, una ejecutiva de marketing de marca en Southampton, Inglaterra.

La escritura a mano es una habilidad motora fina que no se aprende de manera innata; necesita enseñarse y practicarse. También es una habilidad que nos beneficia al estimular nuestro cerebro: recordamos mejor la información cuando la escribimos a mano, según investigaciones.

Pero para muchos, la escritura a mano puede resultar difícil a medida que recurrimos a smartphones, otros dispositivos e incluso robots para muchas de nuestras tareas manuales.

Y con la eliminación de la escritura cursiva de los Estándares Estatales Básicos Comunes en 2010 en Estados Unidos, los niños tienen pocas oportunidades para aprender y practicar. Para algunos, la escritura a mano se ha relegado a una actividad extracurricular.

El problema no es solo que estemos practicando menos. La tecnología ha cambiado la forma en que usamos nuestras manos. Además, cuanto más tiempo pasamos en nuestros dispositivos, la probabilidad de tener problemas en nuestras manos y muñecas —como dolor, debilidad y cambios nerviosos— es mayor.

“Es como ir al gimnasio”, aseguró Mellissa Prunty, terapeuta ocupacional en la Universidad de Brunel de Londres y presidenta de la Asociación Nacional de Escritura a Mano en el Reino Unido. “Cuando escribes durante largos periodos de tiempo, pero no lo haces con frecuencia, te sientes cansado y fatigado”.

La importancia de la escritura a mano

La conexión entre la mano y el cerebro es más fuerte cuando escribimos algo a mano en comparación que cuando lo escribimos en una máquina, afirmó Paula Heinricher, terapeuta ocupacional y presentadora nacional de Learning Without Tears, que capacita a educadores en diversos temas, incluida la escritura a mano. Aunque podríamos tomar más notas en un teclado que a mano, “también hay investigaciones que muestran que cuando escribes a mano, hay una conexión cerebral más profunda y una comprensión más profunda, y retienes esa información por más tiempo”, explicó.

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Un metaanálisis de 2020 concluyó que los estudiantes universitarios tenían menor rendimiento en clases cuando tomaban notas en un dispositivo en comparación a cuando las escribían a mano. Y un estudio de 2014 reveló que los estudiantes que tomaban notas a mano entendían mejor la información que aquellos que usaban computadoras portátiles para tomar apuntes.

La capacidad de escribir de manera rápida y legible también tiene un vínculo crítico con el rendimiento académico. Un estudio de 2013 encontró que los niños que tenían habilidades de escritura a mano sólidas en preescolar tenían un mejor desempeño en lectura y matemáticas en segundo grado. Y un estudio de 2019 —que involucró a 141 estudiantes de primer grado en cuatro escuelas en Italia— descubrió que los niños que aprendieron escritura cursiva desarrollaron mejores habilidades de lectura y escritura en comparación con un grupo de control.

Prunty ha trabajado con niños que tienen habilidades de lectura, ortografía y vocabulario por encima del promedio. Pero debido a dificultades en la coordinación motora fina, “esos niños, aunque son brillantes, van a escribir menos, y será menos interesante de leer. Eso se debe a que su velocidad se ve afectada”, dijo.

Menos actividades motrices finas

Si nuestros músculos de la mano no se sienten particularmente ágiles, es fácil culpar a nuestros dispositivos: enviamos un mensaje de texto en lugar de escribir una nota. O escribimos una lista de compras en una aplicación en lugar de garabatearla a mano.

Aunque hay poca evidencia sólida de que ahora menos estudiantes tomen notas o completen tareas a mano en comparación con años anteriores, los padres dicen que el uso de dispositivos por parte de los niños ha aumentado, especialmente en los años de la pandemia.

Pero los dispositivos no son los únicos culpables. En general, no participamos en tantas actividades motoras finas como en el pasado, comentó Ritu Goel, terapeuta de mano certificada en el Centro Médico de la Universidad de Maryland.

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Con la entrada sin llave, por ejemplo, muchos de nosotros ya no giramos una llave para abrir nuestro automóvil o la puerta principal; en su lugar, presionamos un botón o ingresamos un código. Entonces, el pellizco lateral, un movimiento motor fino, “se está utilizando un poco menos en la actividad diaria”, dijo Goel.

Los efectos del uso excesivo de dispositivos

El uso excesivo de la tecnología puede tener un efecto en los músculos de nuestra escritura a mano; los principales son el flexor pollicis longus, el flexor digitorum superficialis y el flexor digitorum profundus. El flexor pollicis longus nos permite flexionar el pulgar, mientras que los otros músculos permiten la flexión de los dedos. También usamos estos músculos para otras tareas motoras finas, como recoger objetos pequeños.

En un pequeño estudio de 2015 de usuarios de smartphones, los investigadores encontraron que el tendón del flexor pollicis longus, que se origina como un músculo en el antebrazo, era más grande en el lado dominante de los participantes que en el lado no dominante. Esto fue cierto para todos los participantes, independientemente de cuánto usaran sus teléfonos inteligentes.

La diferencia de tamaño, sin embargo, fue mayor en aquellos que usaban sus dispositivos con más frecuencia. En ese mismo grupo de uso intensivo, el nervio mediano, un nervio sensorial y motor que comienza en la axila y termina en los dedos, fue significativamente más grande en el lado dominante que en el lado no dominante.

Los investigadores teorizaron que el uso excesivo de teléfonos inteligentes causó las diferencias. Con el movimiento repetitivo de pellizcar al enviar mensajes de texto, “solo un músculo está haciendo un trabajo realmente duro”, dijo la autora del estudio, Esra Erkol Inal, profesora asociada de fisioterapia y rehabilitación en el Hospital Reyap de Estambul. No hay beneficio en usar una parte de la mano de manera tan extensa, según Inal, pero sí hay riesgos.

El trabajo excesivo de músculos específicos puede agrandar los tendones lo suficiente como para causar síntomas notables. Los tendones que controlan nuestras manos comienzan como músculos en el antebrazo y se extienden hasta las yemas de los dedos a través del estrecho espacio del túnel carpiano. Los tendones más grandes abarrotan el nervio mediano, que esencialmente queda aplastado, explicó Lisa Kruse, cirujana de mano y profesora asistente de ortopedia y rehabilitación en la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin. El resultado: el síndrome del túnel carpiano, que causa entumecimiento, dolor y debilidad en la mano y el antebrazo.

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Un estudio de pacientes neurológicos en una universidad turca encontró que las personas diagnosticadas con síndrome del túnel carpiano pasaban más horas al día en sus teléfonos inteligentes que aquellos que no presentaban molestias con la mano o muñeca.

La fuerza de agarre, que nos permite sostener un bolígrafo o lápiz, también podría verse afectada: un pequeño estudio en una universidad en Lahore, Pakistán, encontró una asociación significativa entre el uso intensivo de teléfonos inteligentes y un agarre más débil.

Aunque se necesita más investigación, es posible que cuanto más usemos nuestros dispositivos móviles, mayor sea el riesgo de algún tipo de disfunción en la mano. El uso excesivo de dispositivos cambia el equilibrio de los músculos de la mano y podría provocar daño a futuro, según Inal.

Cómo fortalecer los músculos usados para escribir a mano

A pesar de que continuamos utilizando la tecnología y los dispositivos, podemos fortalecer los músculos de la escritura a mano con algunas estrategias.

Asegúrate de que tu teléfono inteligente no sea demasiado grande: si nuestro teléfono es grande en relación con nuestra mano, terminamos estirando más los dedos, lo que puede causar dolor en el pulgar, dijo Goel. Deberías poder sostener tu teléfono cómodamente con una buena sujeción.

Usa dispositivos de manera consciente: aunque sus pacientes adolescentes se burlan, Goel aconseja enviar mensajes de texto con el dedo índice, no con los pulgares, mientras sostienes el teléfono inteligente con la otra mano. Date señales para tomar descansos de deslizar, como configurar alarmas en tu teléfono. Y no olvides la postura: cuando trabaja en un escritorio, Inal guarda su teléfono en un soporte para teléfonos inteligentes y se esfuerza por mantenerse vertical en lugar de encorvarse.

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Estira y fortalece: si tus manos se están encogiendo, Goel recomienda ejercicios de deslizamiento de tendones, movimientos para doblar y enderezar diferentes articulaciones. También puedes realizar lo que se llama un estiramiento de oración juntando las palmas con los codos hacia afuera y apuntando los dedos hacia arriba para una extensión de muñeca. Invierte el ejercicio con una flexión de muñeca, dirigiendo las puntas de los dedos hacia abajo para que la parte posterior de las manos se toquen. Además, Goel sugiere rodar las manos sobre masilla terapéutica, plastilina o un pequeño rodillo.

Completar tareas sin dispositivos de asistencia ayudará a fortalecer los pequeños músculos estabilizadores en tus manos. Por ejemplo, usar un abrelatas manual involucra tus músculos de agarre y pellizco, dijo Kruse. Un ejercicio de fortalecimiento que sugiere: coloca tu mano en su lado de meñique en una superficie. Sube el dedo índice hacia arriba para activar el músculo dorsal interóseo, ubicado entre el pulgar y el índice. Trabaja para agregar resistencia, como una banda de goma.

Cuando tengas dudas, ve con un médico: si experimentas molestias en la mano, muñeca o antebrazo que interfieren con las actividades diarias, busca una evaluación médica. Un terapeuta ocupacional o físico puede realizar una evaluación ergonómica para identificar cualquier factor ambiental problemático, como un lugar de trabajo demasiado alto, por ejemplo, dijo Goel. A veces, la fatiga en la mano está relacionada con el calambre del escritor, un tipo de distonía o contracciones musculares involuntarias, que se puede tratar.

Escribir a mano, escribir en una computadora e incluso los métodos de dictado a texto son formas igualmente valiosas de expresarnos. Y aunque no es realista ni necesario evitar nuestros dispositivos, vale la pena volver a la nota escrita a mano de vez en cuando y alentar a tus hijos a hacer lo mismo, recomendó Heinricher.

“La realidad es que somos un mundo híbrido. Así que la clave está en tener diferentes herramientas en tu caja de herramientas literaria”, concluyó Prunty.

Traducido por José Silva

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