- Investigaciones apuntan a una combinación adecuada entre buen descanso y actividades que obliguen a entrenar la mente
En la era del constante bombardeo de información y el estilo de vida acelerado, cuidar la salud cerebral se ha vuelto una prioridad para muchas personas, de acuerdo con diversas investigaciones científicas.
Especialistas en neurociencia y salud mental destacan la importancia de adoptar hábitos que promuevan un cerebro sano y resistente a enfermedades degenerativas como el mal de Alzheimer.
Gema Climent, neuropsicóloga clínica, explicó en una entrevista a la revista Infosalus publicada el 11 de marzo que ya no son tan indispensables aquellas técnicas comunes relacionadas con juegos como el sudoku o aprender un idioma.
Para Climent, basta con modificar algunos hábitos para cuidar el cerebro, entre ellos, un buen descanso.
“Cuidar nuestro sueño, vigilar el sobrepeso, no fumar y hacer ejercicio son puntos esenciales para la salud, porque también será bueno para el cerebro”, apuntó la doctora.
Para la especialista, cualquier método que tenga que ver con los sentidos como refrescar conocimientos de trabajo o volver a leer un libro, contribuyen a una estimulación cognitiva.
El valor del descanso
Al igual que la opinión de la doctora Gema Climent, diversos análisis e investigaciones han respaldado por años que uno de los pilares fundamentales para la salud cerebral es el sueño adecuado.
La organización no gubernamental (ONG) Fundación Nacional del Sueño (National Sleep Foundation) de Estados Unidos, refiere que los adultos deberían dormir entre 7 y 9 horas por noche para un funcionamiento óptimo del cerebro.
Mientras que el Instituto Nacional de Salud estadounidense afirmó en su sitio web que no dormir podría provocar algunas enfermedades.
“No dormir lo suficiente o tener una mala calidad de sueño de manera constante aumenta el riesgo de tener presión arterial alta, enfermedad cardíaca y otras condiciones médicas”, publicó la institución.
Peso saludable
Otras investigaciones apuntan a que el sobrepeso y la obesidad no solo afectan el cuerpo, sino también al cerebro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el exceso de peso aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, que a su vez pueden contribuir a problemas cognitivos y demencia en etapas posteriores de la vida.
Es por ello que los especialistas afirman que adoptar una dieta equilibrada y realizar actividad física regularmente son clave para mantener un peso saludable y proteger la salud cerebral.
Estimulación mental
Fomentar la curiosidad y el aprendizaje a lo largo de la vida es esencial para mantener el cerebro activo y saludable, según especialistas en neurociencias.
Según estudios de la Asociación de Alzheimer de Chicago (EE UU), mantenerse mentalmente activo puede retrasar el inicio de la demencia y reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
Actividades como resolver crucigramas o participar en juegos de estrategia pueden ayudar a mantener la agilidad mental y fortalecer las conexiones neuronales.
Actividad física regular
En otros aspectos, varias investigaciones también coinciden con que el ejercicio no solo beneficia el cuerpo, sino también el cerebro.
El ejercicio regular, según especialistas en entrenamientos, aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales y mejora la función cognitiva y la memoria.
Además, mantener conexiones sociales significativas también son determinantes en la salud cerebral. Diversas organizaciones señalan que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.
Pasar tiempo con amigos y familiares, participar en actividades comunitarias o voluntariado pueden ayudar a mantener el cerebro activo y saludable a lo largo de la vida.
Es por ello que padecer estrés crónico puede tener efectos perjudiciales en el cerebro a largo plazo. La Asociación Americana de Psicología destaca la importancia de adoptar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda, o la práctica de mindfulness para reducir los niveles de cortisol y promover la salud cerebral.