• El internacionalista Iván Rojas comentó para El Diario que las sanciones contra el gobierno de Vladímir Putin han sido “históricas y contundentes”. El también profesor universitario explicó que aunque de momento no se ven los efectos, estos podrían verse en los próximos meses. Foto principal: EFE

El 24 de febrero de 2022, un mensaje del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sacudió el mundo entero: “Nos dejaron solos para defender nuestro Estado”, dijo con un gesto serio que con los días se hizo cada vez más común para millones de personas. “¿Quién está dispuesto a combatir con nosotros?”, preguntó, y se respondió enseguida: “No veo a nadie. Todo el mundo tiene miedo”. Tan solo unas horas antes de las declaraciones de Zelenski, el presidente ruso, Vladímir Putin, había ordenado la invasión –o una “operación militar especial”, como la llamó–, a Ucrania.

El mensaje del mandatario ucraniano fue un particular llamado de ayuda. Los efectos de la declaración y del saldo de muertos y refugiados que ha dejado la invasión rusa,  son evidentes. Un mes después, Ucrania ya no está sola y el mundo parece haberle perdido el “miedo” a Putin, aunque de momento resista la presión y continúe sus ataques que arrasan distintas ciudades ucranianas.

Desde Estados y las empresas más importantes del mundo, así como organismos deportivos y culturales o millones de personas en las calles, muchos países se han volcado a apoyar a Ucrania. En entrevista para El Diario, el internacionalista Iván Rojas analiza la estrategia de la comunidad internacional a un mes de la invasión rusa.

El papel de la ONU

“Si efectivamente esa operación se está preparando, solo tengo una cosa que decir desde el fondo de mi corazón: presidente Putin, impida que sus tropas ataquen Ucrania. Dé una oportunidad a la paz, demasiada gente ha muerto ya”, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el secretario general de ese organismo, António Guterres, en la noche del 24 de febrero. Prácticamente en paralelo, en un discurso desde Rusia, Putin anunciaba su “operación militar especial”.

Para Rojas, esto demuestra que la ONU, que se fundó con el objetivo de mantener la paz luego de la Segunda Guerra Mundial, demostró que no está capacitada para este tipo de situaciones. De hecho, explicó que las Naciones Unidas es prescindible es muchas de las estrategias que se deben tomar con respecto a Rusia.

A un mes de la invasión a Ucrania, el mundo aisló a Rusia pero todavía no detiene a Putin
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, habla con el Embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, antes de una reunión de emergencia sobre la situación entre Ucrania y Rusia en la sede de las Naciones Unidas, el 23 de febrero de 2022. Foto: EFE/EPA/Jason Szenes

“No se necesita de la ONU para organizar sanciones. La ONU no sirve para dar ayuda militar, que es lo que más necesita Ucrania en este momento. Tampoco se necesita para dar apoyo humanitario, aunque es muy buena organizando esas situaciones. La ONU simplemente no está cortada para esta situación y eso está bien”, dijo el internacionalista.

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En cuanto acciones se refiere, el accionar de la ONU ha ido dirigido en reuniones en la sede neoyorquina de la ONU, informes sobre víctimas civiles, alarmas humanitarias y las continuas peticiones de detener la invasión. Nada de eso ha evitado que Putin avance en su aspiración de tomar Ucrania.

No obstante, la invasión rusa ha puesto de manifiesto las profundas paradojas que arrastra la ONU en cada decisión. El 25 de febrero, 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor de aprobar una resolución que condenaba la ofensiva de Putin. La resolución no se aprobó gracias al veto de unos de los países miembros permanentes: la propia Rusia.

Sobre el veto ruso a este tipo de resoluciones, Rojas explicó que no es algo novedoso. De hecho, dijo que es una línea estratégica que ha adoptado Rusia históricamente para entorpecer el accionar de las Naciones Unidas que vayan en contra de sus intereses.

“Esto no nos revela una nueva debilidad de la ONU”, dijo Rojas. “Es una debilidad que está construida en el modelo desde que se creó en 1945. Las Naciones Unidas sencillamente no es el canal para solucionar esta situación particular”.

Apuesta por las sanciones

Con las alertas encendidas por parte de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y del Reino Unido de la inminente invasión rusa, Occidente y otras potencias del mundo sentaban las bases de las sanciones contra Rusia. Una primera muestra de ello fue el anuncio de Alemania de abandonar el gasoducto Nord Stream 2, el 22 de febrero.

Ese mismo día, Alemania aprobó un primer paquete de sanciones con otros miembros de la Unión Europea (UE), que incluían la prohibición de viajar y la congelación de activos de funcionarios cercanos a Putin, incluido su ministro de Defensa, Serguéi K. Shoigú, y su jefe de Gabinete, Anton Vaino. Y desde ese momento, Europa advirtió que las sanciones aumentarían si Putin realizaba nuevas incursiones en Ucrania.

A pesar de las amenazas, Putin avanzó. Estalló la guerra y con ella, un paquete de sanciones que Rojas catalogó de “histórico”.

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A un mes de la invasión a Ucrania, el mundo aisló a Rusia pero todavía no detiene a Putin
Reunión de la OTAN para discutir medidas contra Rusia. Foto: EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ

Con la presión de los países geográficamente más cercanos a Rusia, como Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, y con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido o Canadá, se buscó un paquete de sanciones. El punto más importante fue la expulsión de Rusia del sistema SWIFT y la penalización del Banco Central ruso, luego de que EE UU y Alemania dieran el visto bueno.

En total, son más de 50 sanciones que se han impuesto a Rusia, tomando en cuenta tanto su sistema financiero, sus instituciones públicas, hasta líderes políticos, incluido Putin. Estados Unidos ha anunciado 11 sanciones; la Unión Europea, 7; Reino Unido, 9; Suiza, país que hasta la invasión rusa eran pocas las medidas de este tipo que había impuesto, 2; Canadá, 6, misma cantidad que Australia y Japón, respectivamente; Corea del Sur, Taiwán y Singapur han anunciado al menos 1 sanción cada uno.

“La severidad de las sanciones sobre el sistema financiero ruso es muy poderosa. Se puede decir que ‘no han frenado a Putin’. Bueno, no lo ha frenado hasta ahora. El conflicto lleva apenas un mes, y las sanciones, menos de eso. No hemos visto los efectos todavía”, dijo el internacionalista. “Es muy temprano para decir que las sanciones no han surtido efecto. Lo que sí podemos decir es que las sanciones han sido contundentes”.

Se estima que un tercio de las sanciones suelen tener éxito y logran sus objetivos. Investigadores de la Universidad de Drexel, con sede en la ciudad de Filadelfia (EE UU), crearon una base de datos con información sobre 1.101 casos de sanciones aplicadas por países, grupos de países u organizaciones intergubernamentales desde 1950, muchas de las cuales siguen vigentes.

El estudio, citado por la BBC, analizó el grado de éxito, medido según declaraciones oficiales de los gobiernos o “confirmaciones indirectas en anuncios de prensa internacional”, y teniendo en cuenta que estas declaraciones “pueden ser subjetivas o sesgadas”.

“Con el tiempo, más y más sanciones fueron calificadas como parcialmente o completamente exitosas, lo que sugiere que las sanciones se han vuelto más efectivas para lograr sus objetivos”, dice el estudio citado por la BBC.

Rojas explicó que la efectividad de las sanciones depende de hacia dónde van enfocadas. Y en el caso de Rusia, van más allá de las anunciadas por los propios Estados. En cuestión de días, gigantes petroleros como BP, Shell y Exxon abandonaron sus enormes inversiones en Rusia. Apple o Google, por mencionar a las más grandes, suspendieron sus ventas y actividades en ese país. Organismos deportivos como la FIFA y el Comité Olímpico Internacional excluyeron a los rusos de las competencias.

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“Desde la perspectiva venezolana solemos pensar que las sanciones son algo muy básico, simple, y que las medidas contundentes son otras, pero eso no es cierto”, dijo el internacionalista. “Sobre todo el tipo de sanción a nivel energético a Rusia, son sanciones que tienen un costo para quienes las están imponiendo, y eso habla de una respuesta bastante fuerte”.

Armas sí, tropas no

Horas después del 24 de febrero, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) activaron una rápida respuesta hacia Rusia. En unas maniobras que nunca habían activado, durante varios días coordinaron una táctica que demostró la unidad de los países. EE UU y la Unión Europea también seguirían esa línea. “Ha sido una medida muy importante y, en algunos casos, ha sido histórica por parte de unos Estados”, comentó Rojas. “Siento que ha estado a la altura de las circunstancias hasta ahora”.

Un ejemplo de decisión histórica fue la de Alemania, que rompió con su tradición de 70 años de no enviar armas a otro país, basada en su propia experiencia bélica. El canciller alemán Olaf Scholz anunció el envío a Ucrania de 1.000 lanzamisiles portátiles, 500 misiles tierra-aire Stinger y 2.700 misiles de hombro de la era soviética, además de emprender un programa colosal de rearme de 110 millardos de dólares en su país.

A un mes de la invasión a Ucrania, el mundo aisló a Rusia pero todavía no detiene a Putin
El canciller alemán Olaf Scholz llega a un gabinete de seguridad después del ataque ruso a Ucrania. Foto: EFE/EPA/CLEMENS BILAN / POOL

Bruselas, por su parte, se comprometió a gastar 500 millones de dólares en armas para la defensa de Ucrania. Fue la primera vez que el bloque compró armas letales para armar al Ejército de otro país bajo la bandera de la UE.

EE UU ha hecho lo propio. Aunque el presidente Joe Biden ha insistido en que no enviará tropas, sus generales más importantes están inmersos a profundidad en el intento de anticiparse a las maniobras militares de Rusia, de acuerdo con The New York Times. El 25 de febrero, la Casa Blanca aprobó otro paquete de 350 millones de dólares en armas y equipos para Ucrania que, según los funcionarios del Pentágono citados por el medio estadounidense, comenzó a fluir en pocos días.

“Estados Unidos defenderá cada centímetro del territorio de la OTAN con toda la fuerza del poder estadounidense”, dijo Biden. Y reiteró: “Permítanme decirlo de nuevo, nuestras fuerzas no están ni estarán involucradas en el conflicto con Rusia en Ucrania”.

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A juicio del internacionalista, hay dos hechos de peso para que EE UU, Canadá o la UE hayan decidido no enviar tropas a Ucrania. El primero, es ocasionar una escalada en el conflicto y poner en riesgo a otros Estados cercanos a Rusia. Y el segundo, que eso podría convertir el apoyo a Ucrania en un tema impopular en la opinión pública de los países democráticos.

“Desde hace bastante tiempo no hay apetito en los Estados democráticos de hacer operaciones militares, muchísimo menos en contra de otra potencia militar como lo es Rusia”, dijo Rojas. “Es diferente para Putin, que preside una dictadura y puede mandar la cantidad de tropas que él quiera”.

Frente contra Putin

Si en tiempos de guerra salen a relucir los liderazgos más determinantes, la invasión rusa a Ucrania ha dejado varios casos importantes en todo el mundo por la dureza de sus acciones para intentar frenar a Putin. Empezando por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha sido el motor de muchas de esas decisiones de otros Estados. El “nos dejaron solos” que pronunció el 24 de febrero en referencia a la OTAN fue una cachetada para el mundo.

“Ucrania ha librado una batalla brillante tanto en la guerra tradicional como en la comunicacional”, comentó Rojas. “Las comunicaciones del presidente Zelenski, así como los periodistas ucranianos y las otras instituciones del Estado, han sido muy importantes. Ucrania está contrarrestando años de contenido ruso con una comunicación muy clara, muy concisa, bastante emotiva y bastante sincera”.

A un mes de la invasión a Ucrania, el mundo aisló a Rusia pero todavía no detiene a Putin
Volodímir Zelenski se ha caracterizado por sus mensajes duros y emotivos.

Esa comunicación efectiva, comentó Rojas, ayuda a que Ucrania pueda justificar la ayuda a su país. “Muchos gobiernos se verían muy mal si no estuvieran haciendo nada. No pasaría nada si no supiéramos qué está pasando en el lado ucraniano”.

Entre los gobiernos y líderes más activos en defensa de Ucrania, el internacionalista mencionó a los países más cercanos geográficamente a Ucrania, así como al gobierno de Francia, del que dijo: “Ha hecho un esfuerzo muy constante de diplomacia para comunicarse con Rusia y ver cómo detener esta guerra, a pesar de que hasta ahora no ha dado sus frutos”. Y añadió: “Ha sido un esfuerzo hasta personal muy grande del presidente Emmanuel Macron”.

Con respecto al papel de la Administración de Joe Biden, Rojas comentó que hasta ahora EE UU: “Ha tomado un papel muy activo. No ha liderado desde atrás ni dado un apoyo simbólico a los europeos, sino que ha estado al frente”. 

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