• El equipo de El Diario conoció el testimonio de clientes y vendedores quienes relataron cómo se mueve el mercado de la ropa usada en Caracas 

La compra y venta de ropa de segunda mano se ha convertido en una opción atractiva en las fechas decembrinas y además asequible para los compradores que desean obtener un producto en buen estado bajo una relación justa entre precio y calidad.

Venezuela es considerada como uno de los tres países con la inflación más alta del mundo, según el Banco Mundial, lo que ha marcado la inestabilidad de su economía, y obliga a sus ciudadanos a ser muy precavidos a la hora de invertir su dinero. 

Además, quienes ganan un salario mínimo de 130 bolívares al mes (8,5 dólares a la tasa oficial del BCV del 14 de diciembre de 2022) tienen en sus prioridades como primera opción la compra de alimentos, pero pese a ello las ventas de ropa usada representa una alternativa para cubrir la necesidad de vestirse.

Ante esa realidad, El Diario realizó un recorrido por locales de venta de segunda mano ubicados en la avenida Urdaneta, El Paraíso y Altamira, para conocer el testimonio de sus clientes y vendedores quienes revelaron cómo se mueve el mercado de la ropa usada en Caracas.

“Compré mis estrenos del 24 de diciembre con tan solo 30 dólares”

Alicia Rodríguez, de 23 años de edad y trabajadora independiente, declaró ser compradora regular de los locales de ropa usada. Explicó para El Diario que sus ingresos no son lo suficientemente estables para comprar en una tienda de ropa nueva. 

La tienda Rinara en El Paraíso me parece estupenda. Acá consigo camisas, zapatos, todo es casi nuevo y las ofertas son asequibles a todos los bolsillos. Compré mis estrenos del 24 de diciembre con tan solo 30 dólares. De verdad que no tiene nada que envidiarle a una tienda de ropa nueva. De hecho aquí también conseguí un suéter en 7 dólares hace unas semanas con su etiqueta y solo tenía un detallito mínimo”, dijo.

Por curiosidad o simplemente en la búsqueda del mejor precio, estas tiendas acaparan la atención de los compradores caraqueños ante la cercanía de las fechas navideñas, motivado a sus bajos precios y al buen estado en general en el que se encuentran las piezas.

Así venden los particulares su ropa usada

En este tipo de establecimientos también se recibe la ropa de quienes desean venderla para obtener algunos ingresos extra. El pago va a depender del tipo de prenda y el estado en el que se encuentre al momento de la venta.

La ropa se cancela en dólares o bolívares (a tasa del BCV) según sea el acuerdo entre las partes, y además se establecen unos requisitos a seguir:

-Las personas interesadas se atienden por orden de llegada
-El tipo de ropa a recibir dependerá de las necesidades de la tienda
-Los días de recepción son pautados del local por lo que es necesario consultar previamente

Romer Álvarez*, vendedor de un local de este segmento en El Paraíso, detalló que todo el año hay un buen movimiento de personas comprando pero desde la última semana de octubre la gente está asistiendo más buscando la economía.

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“Hay momentos en que nos llega mercancía que se acaba en horas. Hay ropa prácticamente con detalles mínimos de fabricación, ropa de marca, que nadie sería capaz de descubrir que la persona la compró acá. Esta es la opción perfecta para quienes no les alcanza el presupuesto y se quieren vestir bien”, explicó.

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Cortesía

En la tienda contaban con la oferta de tres camisas por 10 dólares. También, botas desde 25 hasta 40 dólares. Asimismo, pantalones en 20 dólares originales de las marcas Levis, Lee, Diesel, entre otros.

Para la época de frío tenían disponibles suéters tejidos entre los 6 y los 10 dólares. En el área de caballeros disponían de chaquetas, chemises, camisas y suéteres de hombre desde 7 dólares hasta 12.

Buena parte de la ropa original de segunda mano disponible era traída desde Europa, esto de acuerdo con los encargados.

Álvarez reveló para El Diario que algunas prendas eran nuevas, pero con detalles y ellos las compran directo de la fábrica. Otras prendas son vendidas por particulares por tener poco uso o no haberlas usado nunca.

“Nadie me cree cuando digo que mi ropa no es nueva”

En un local ubicado en la avenida Urdaneta, Jetsy González de 35 años de edad y trabajadora de la Administración pública, señaló que estos locales se han convertido en su “salvavidas” porque ha conseguido ofertas que a su juicio son increíbles.

Los días que no llevo el uniforme al trabajo no sabía qué ponerme y en esta tienda conseguí una oferta de tres blusas por 10 dólares. Nadie me cree cuando digo que mi ropa no es nueva. Hay hasta ropa para niños. De hecho, estoy buscándole un pantalón y una camisa para regalarle a mi sobrino este diciembre para su estreno de Navidad”.

Para González luego de tantas dificultades económicas considera que las tiendas de segunda mano si venden “bueno, bonito y barato” si se comparan con las grandes cadenas o tiendas por departamento que abundan en la ciudad.

“Yo he comprado cosas de Bershka, Zara, Pull and Bear, a menos de la mitad de lo que me costaría en la tienda de ropa nueva (…) Acá solo se debe ser precavido y tomarse el tiempo para revisar muy bien lo que se va a llevar porque obviamente no hay cambio de ninguna prenda, pero el esfuerzo invertido bien vale la pena”, insistió.

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Dice que ahora es una clienta fija, y al menos una vez al mes destina entre 10 a 15 dólares en comprar alguna prenda para su esposo y sus hijas.

¿Cuánto cuesta la ropa nueva en Navidad?

En un recorrido previo realizado por el equipo de El Diario en el Mercado de San Jacinto, se evidenció que la ropa para dama según la marca y calidad se consigue a partir de los 5 dólares. Por ejemplo, las camisas y franelas parten de los 10 dólares.Por su parte, los pantalones desde los 20 dólares en adelante, mientras las chaquetas a partir de 35 dólares de acuerdo con su origen y materiales (cuero o sintético).

Actualmente, armar un conjunto para dama que incluya un pantalón de alrededor de unos 20 dólares, acompañado de una blusa o camisa de 20 dólares, con una correa de 5 dólares y una cartera de 20 dólares, da un monto total de 65 dólares.

Para los caballeros, las camisas manga larga y las chemises rondan entre los 15 y 20 dólares. Los jeans y los pantalones de vestir están desde los 10 dólares en adelante. A su vez, las correas cuestan 10 dólares.

En el este también apuestan por lo usado

Al este de la ciudad, en Altamira, Roberto Marín* es vendedor en una tienda de segunda mano, y aseguró que se han caído muchos prejuicios que tenían algunas personas sobre usar ese tipo de prendas.

A veces tengo clientes que me preguntan si toda la ropa es de gente muerta o si la gente visita la tienda con frecuencia debido a que en el este hay mejor poder adquisitivo. La verdad es que la gente viene y compra. Particularmente, los días de cobro, fines de semana y en la época de Navidad es que tenemos un repunte en las ventas”, dijo a El Diario.

Marín comentó que a diferencia de una tienda común no siempre cuentan con todas las opciones de tallas para modelos específicos por lo que recomienda que si el cliente le gusta una pieza lo mejor sería llevarla, ya que corre el riesgo de no encontrarla en una próxima visita.

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Entre las opciones que tienen mayor rotación en diciembre están las chaquetas (algunas térmicas) que están en promoción de dos por 25 dólares. También tienen sweaters tejidos para caballero de la marca Carolina Herrera, Zara o Pedro del Hierro por el mismo precio de 2 por 25 dólares.

Para las damas, se cuenta con vestidos de cóctel de la marca Desigual y Zara en 2 por 15 dólares, mientras que las camisas manga larga para caballeros desde la talla S hasta la XXL están en 2 por 25 dólares.

Marín agregó que se han apoyado en el uso de las redes sociales para darse a conocer y como una vitrina a la hora de anunciar la llegada de nueva mercancía.

“Hay personas que dejan por mucho tiempo ropa en el closet sin usar y estos locales son buenos lugares para buscar prendas útiles que están a buenos precios, sin importar si alguna vez esa camisa o ese vestido fue de otra persona en el pasado”.

*Los nombres fueron modificados por petición de los entrevistados 

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