• Thomas Buchner, profesor de robótica de la ETH Zúrich, aseguró que la invención marcó un hito en la historia de los robots humanizados | Foto principal: EFE

Un equipo de científicos creó la primera mano robótica blanda, con huesos, ligamentos y tendones, gracias a la tecnología 3D, informó el miércoles 15 de noviembre la revista Nature.

La invención es un trabajo colaborativo de la Universidad Politécnica de Zúrich (ETH), en Suiza, y la tecnológica Inkbit, una empresa emergente líder en impresión 3D creada por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Hasta el momento, la impresión 3D se limitaba a los llamados plásticos (polímeros) de curado rápido, de gran dureza, pero ahora los científicos lograron la adaptación tecnológica de estas impresoras a plásticos de curado lento, mucho más elásticos, duraderos y robustos.

Gracias a esa adaptación, los investigadores podrán imprimir en 3D robots complejos y más duraderos a partir de diversos materiales de alta calidad de una sola vez.

Crearon una mano robótica blanda hecha con una impresora 3D
Foto: Nieves Cubo

Robot con propiedades elásticas

Esta nueva tecnología puede ya, por tanto, combinar materiales blandos, elásticos y rígidos para crear estructuras delicadas y piezas con todo tipo de cavidades a voluntad, lo que ofrecerá enormes posibilidades para el desarrollo de la robótica blanda.

Este es el caso de la mano lograda, que cuenta con huesos, ligamentos y tendones hechos de diferentes polímeros de una sola vez.

Con los polímeros de curado rápido que hemos estado utilizando en impresión 3D hasta ahora no habríamos podido hacer esta mano, pero gracias al uso de polímeros de curado lento, que tienen estupendas propiedades elásticas y vuelven a su estado original mucho más rápido. Esto es un avance inmenso para la historia de la robótica”, señaló Thomas Buchner, profesor de robótica de la ETH Zúrich.

Ventajas de los robots blandos

El investigador destacó que los robots hechos de materiales elásticos, como la mano desarrollada, tienen múltiples ventajas sobre los robots convencionales hechos de metal.

Para adaptar al uso de polímeros de curado lento, los investigadores han desarrollado aún más la impresión 3D añadiendo un escáner láser 3D que comprueba inmediatamente cada capa impresa para detectar cualquier irregularidad en la superficie.

En lugar de alisar las capas irregulares, la nueva tecnología simplemente tiene en cuenta las irregularidades a la hora de imprimir la siguiente capa.

“Un mecanismo de retroalimentación compensa estas irregularidades al imprimir la siguiente capa calculando los ajustes necesarios en la cantidad de material que se va a imprimir en tiempo real y con una precisión milimétrica”, ha indicado otro de los autores, Wojciech Matusik, profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática en MIT.

La ETH de Zúrich dijo en un comunicado que utilizará la tecnología para diseñar estructuras aún más sofisticadas y desarrollar aplicaciones adicionales, mientras que Inkbit la comercializará en nuevas impresoras 3D. 

Con información de EFE

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