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- Especialistas advierten que la hipertensión es silenciosa en sus inicios, por lo que el paciente no presenta síntomas
Nuria Muñoz, vicepresidenta de la Sociedad Española de Hipertensión e internista de la Unidad de riesgo cardiovascular del Hospital Infanta Leonor de Madrid, señala que muchas personas tienden a no reconocer los síntomas de la tensión alta. A su juicio, esto sucede porque algunos pacientes son asintomáticos.
“Hay a quienes se les diagnóstica de hipertensión o de tensión alta por casualidad, tras acudir al centro de salud por otra patología y al verificar su tensión arterial se comprueban niveles por encima de 140/90 mmHg o más”, indicó Muñoz en declaraciones para Europa Press.
La especialista señaló que, a pesar de esta realidad, los síntomas más comunes de la tensión alta son cefaleas (dolores de cabeza frecuentes), dolor de pecho o dificultad respiratoria o cardíaca. En casos graves, el paciente puede presentar ictus, con falta de habla, o hemiparesia (dificultad para mover un lado del cuerpo), entre otras señales.
Muñoz resalta la importancia de medir la tensión arterial, en caso de sospechar que se padece alguno de estos síntomas. La especialista señaló que la persona debe estar sentada y esperar mínimo cinco minutos para la primera toma. “A esta no hay que hacerle mucho caso, porque a veces aumenta la tensión, en muchos casos, debido a los nervios. En las dos restantes es cuando se obtiene la media”, refirió la doctora.
Una de las patologías más comunes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que la hipertensión arterial es una de las enfermedades multifactoriales más presentes en la población mundial. La patología es frecuente a partir de los 40 años de edad y el tratamiento se basa en dos pilares fundamentales: el no farmacológico y el farmacológico.
En general, para tratar esta patología, es necesario realizar cambios en el estilo de vida para reducir la presión arterial en el cuerpo.
Consejos para bajar la tensión
Nuria Muñoz señaló algunos consejos para controlar la tensión una vez que se tiene sospecha de algunos de los síntomas antes mencionados. Estos son algunos de ellos:
– Mantener una ingesta de sodio por debajo de los dos gramos diarios.
– Evitar la sal en las comidas, también los ultraprocesados, los embutidos, los encurtidos, los quesos, entre otros alimentos altos en sodio.
– Realizar ejercicio físico aeróbico o caminar más de 10 mil pasos al día.
– Evitar la toma de antiinflamatorios y efervescentes, que son fuente de sal.
¿Cómo se puede reemplazar la sal en las recetas?
La especialista en nutrición Camila Romeo y miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología ofreció recomendaciones para evitar el consumo excesivo de sodio.
-Usar condimentos naturales: agregar cebolla, ajo, pimentón, hierbas aromáticas (tomillo, albahaca, romero, menta, orégano); pimienta, jengibre y paprika.
-Las formas de cocción: cambiar las preparaciones con aceite o fritas por el horno o el salteado en la sartén.
-Incorporar cítricos: agregar cítricos como vinagre de manzana y jugos cítricos atenúa la ausencia de sodio.
-Salsas caseras: aumenta el sabor en las comidas y los nutrientes, además, no contienen altos niveles de sodio.
-Sal en la cocción: no incluir la sal en el agua al momento de cocinar y, en caso de incorporarla al plato, hacerlo al momento de ingerir.
-Caldos comerciales: sustituir los caldos comerciales por versiones caseras o vegetales deshidratados.
-Frutas y verduras frescas: consumir dos porciones de fruta o verdura fresca al día proporciona al cuerpo potasio, lo que favorece la salud cardiovascular.
-Cremas para untar: preparar hummus casero de garbanzos, puré de berenjenas y pesto, para consumir con celeri o zanahorias crudas.
¿Qué hacer en caso de una subida de tensión?
En caso de una subida de tensión, es vital tomar medidas rápidas y efectivas para garantizar la seguridad y bienestar del paciente.
En primer lugar, es importante mantener la calma. La ansiedad puede agravar la situación. Si la persona experimenta síntomas relacionados con la tensión, como mareos, palpitaciones o dolor de cabeza, busca un lugar cómodo y seguro.
Si el paciente está bajo tratamiento médico, es fundamental tener a mano los medicamentos y seguir las indicaciones del profesional de la salud. En una situación de subida de tensión, es crucial mantener la adherencia a tus tratamientos para controlar los síntomas y minimizar cualquier riesgo adicional.
La deshidratación puede afectar la presión arterial, por lo que beber agua regularmente es esencial.
Si la subida de tensión persiste o los síntomas empeoran, se debe contactar con los servicios médicos de emergencia. Los especialistas recomiendan no subestimar los signos de alerta y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
