Mucho se habla actualmente de las relaciones diplomáticas y consulares, sobre las acciones que adelantan los embajadores que han recibido el beneplácito de los gobiernos del mundo, que reconocen la presidencia legítima de Juan Guaidó en Venezuela, pero de la misma manera es desconocido para muchos los mecanismos que regulan tales relaciones en el ámbito internacional. En este sentido, constituye una excelente oportunidad para abordar un tema jurídico-internacional como lo es la Convención de Viena sobre las relaciones consulares. 

Para poder entender un poco más los diferentes niveles en la diplomacia en el  “protocolo”, las misiones diplomáticas para establecer relaciones consulares con un Estado, requieren el consentimiento expreso del país que los recibe en lo relativo a la sede, en la clase de la oficina y en la circunscripción para ejercer su función. 

Las oficinas consulares están formadas por funcionarios, empleados consulares y personal de servicio, que deben tener nacionalidad del Estado que los envía. El Estado puede nombrar a los miembros de la oficina consular informando con antelación al Ministerio de Asuntos Exteriores para que se pueda evaluar al personal antes, incluso, de su llegada al territorio donde se va a desarrollar la actividad, los mismos pueden ser el cónsul general, que es el jefe de la oficina consular y máximo representante y otros cónsul. 

Cuáles son las funciones mas relevantes de un consulado: fomentar y proteger las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas entre los Estados, extender documentos de viajes para nacionales, visados y documentación para quienes quieran viajar a su país, prestar asistencia a los nacionales del Estado acreditante, ejercitar labores administrativas, o actuar en calidad de notario con los nacionales, testimonios, testamentos etc., ejercer funciones de carácter jurídico y asistencia jurídica internacional, organización de registro civil, derecho internacional etc., velar por los intereses de los menores que carezcan de plena capacidad, y que sean nacionales del Estado que envía. 

La gran diferencia entre el consulado y la misión diplomática radica en que el funcionario consular no tiene representatividad. Realiza funciones al mismo nivel que un diplomático, pero no puede desempeñar funciones de negociación. Podemos preguntarnos, y que están haciendo nuestros legítimos embajadores. La respuesta es compleja, sin duda alguna, pero no por la buena voluntad y la disposición de nuestros embajadores para desarrollar sus funciones, depende mucho mas de un cumulo de factores que paso a relatar. 

Lo primero que debemos entender es que muchos de los embajadores nombrados por el presidente interino Guaidó, no les han recibido el beneplácito en los países que han sido nombrados, actualmente son determinados como altos representantes del gobierno legítimo de Guaidó, pero no gozan de todas las capacidades como un embajador plenipotenciario, sin duda ello trae como consecuencia, que en estos países no existan oficinas consulares. Ello no significa que no se esté haciendo un excelente trabajo, para estrechar lazos con el país donde se encuentra el embajador, y no se esté haciendo todo lo posible por salvaguardar los derechos y buscar soluciones para los connacionales que se encuentran ese Estado. 

Lo segundo que podríamos decir, es que en los países que si cuentan los embajadores con las credenciales porque el Estado donde se encuentran han recibido las mismas, las sedes diplomáticas y consulares, en su mayoría están ocupadas o no pueden ser aun utilizadas por las nuevas autoridades, todo ello radica fundamentalmente en el Convenio de Viena y la perversa utilización que el régimen le ha dado.

El Convenio Internacional está firmado en el Fundamento de las Naciones Unidas y esta última, aún reconoce el (des)gobierno de Nicolás Maduro y reconoce a Juan Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional y líder de la oposición venezolana, pero dichas naciones no se atreven o no quieren estar inmiscuidas en temas de violaciones de tratados internacionales, un tema de no a la injerencia u otra razón, también ante la posible reciprocidad del (des) gobierno de Nicolás, que pudiera hacer lo mismo pero en territorio patrio. 

En tercer lugar, la capacidad económica, en razón que los embajadores, cónsules y personal que trabaja en dichas embajadas, no cuentan con recursos provenientes de Venezuela, lo cual impide la realización de un trabajo a dedicación exclusiva, también muchos aun cuando desean fervientemente apoyar este proceso histórico, han tenido que abandonarlo por cuando deben subsistir económicamente, y por ultimo muchas de las funciones establecidas en el Convenio de Viena, no se pueden realizar por cuanto aún cuando existe un gobierno legítimo en cabeza del presidente Guaidó, no menos cierto es que existe una usurpación que impide el desarrollo de muchas funciones consulares, que solo por colocar un ejemplo seria la expedición de pasaportes o sus prórrogas, tan anheladas para nuestros ciudadanos. 

Entonces la pregunta que nos podríamos realizar es, nuestras autoridades están haciendo y ejerciendo su función, la respuesta enfáticamente es sí, claro que sí, los mismo aguerridamente de una manera estoica, con mucha determinación y con un dinamismo patriótico, han venido realizando todo lo que esta a su alcance para poder brindar soluciones tanto para los connacionales en sus países, como para estrechar relaciones que fortalezcan vínculos sólidos del gobierno legítimo de Juan Guiadó con los gobiernos del mundo. 

Tan solo queda concluir que definitivamente es un mito, que nuestras autoridades no estén realizando sus funciones y sin duda es una realidad el espíritu apasionado con el cual realizan su función. EN el caso de la embajada de Venezuela en Estados Unidos, es un ejemplo de como la constancia, el sortear las vicisitudes y el querer realizar un trabajo, ha traído grandes frutos como los son el reconocimiento de pasaportes vencidos, el registro consular, el trabajo por los detenidos venezolanos en frontera, donde por demás decir el Consulado ha realizado cabalmente sus funciones establecidas en el Convenio de Viena, entendiendo sus limitaciones en lo económico, asimismo podría indicar de excelentes gestiones, como lo son los Embajadores de Venezuela en Canadá, Paraguay, Holanda, Reino Unido y España solo por nombrar algunos. 

Agradecemos muchos sus labores señores embajadores, y los invitamos a seguir cada día realizándolas con más mística y determinación, sin duda alguna aquí estamos para apoyarle. ¡ Viva una Venezuela unida, una Venezuela con fe!

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