• El equipo de los Leones de Yucatán viajaba por las vías de Puebla tras jugar un partido, cuando su autobús recibió varios disparos por parte de una banda delictiva. A bordo iban los beisbolistas venezolanos José “Cafecito” Martínez, Henderson Álvarez y Jorge Rondón

Un grave incidente ocurrió la madrugada del 18 de agosto en el centro de México. El autobús en el que viajaba el equipo beisbol Leones de Yucatán sufrió un ataque por parte de un grupo criminal. La Liga Mexicana de Béisbol (LMB) informó en un comunicado que los jugadores, cuerpo técnico y staff resultaron ilesos. 

De acuerdo con la LMB, el equipo venía de ganar un juego contra los Pericos de Puebla en el Estadio de Béisbol Hermanos Serdán. Luego de celebrar, emprendieron un viaje hacia Ciudad de México para tomar un vuelo de regreso a Yucatán. Aproximadamente a las 6:00 am, un grupo no identificado comenzó a tirar piedras contra los vehículos y ponchó la llanta de uno de los dos autobuses. Como los conductores siguieron su curso sin frenar, los delincuentes los persiguieron en un vehículo, disparando varias veces. Luego de despistarlos, siguieron avanzando alrededor de 15 kilómetros más antes de finalmente detenerse a verificar los daños.

“Afortunadamente no hubo ningún herido y solamente se tuvo el daño material al autobús”, señala.

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Entre los miembros del equipo estaban los beisbolistas venezolanos Henderson Álvarez y Jorge Rondón (ambos lanzadores). También el jardinero José “Cafecito” Martínez, hijo del fallecido astro de los Tiburones de La Guaira, Carlos “Café” Martínez.

Reacciones

Uno de los primeros jugadores de los Leones de Yucatán en pronunciarse por el ataque fue el cubano Yadir Drake. En su cuenta de Twitter, compartió un video de cómo quedó la rueda del autobús destruida. “Nos tiraron (dispararon) y nos corretearon”, escribió. Ya en la imagen se les puede ver acompañados por una patrulla de policía.

Ninguno de los beisbolistas venezolanos emitió ninguna declaración en sus redes sociales sobre el tema. Solo Álvarez compartió un enlace del Diario de Yucatán con palabras del receptor Sebastián Valle. “Fue un suceso que le puede pasar a cualquier persona, nos pasó a nosotros, pero gracias a Dios estamos bien”, dijo. El mexicano agregó que la mayoría del equipo estaba durmiendo al momento de los disparos y fueron los operadores y conductores quienes lograron evadir a los atacantes.

Varios medios de comunicación intentaron entrevistar a los jugadores en el aeropuerto de Ciudad de México, pero la mayoría evitó hacer comentarios. “Es una anécdota más que vivimos”, puntualizó el director deportivo, David Cárdenas Cortes.

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Violencia en México

México vive una ola de violencia que ha generado los últimos días ataques del crimen organizado en ciudades como Tijuana y Ciudad Juárez. De acuerdo con la agencia EFE, el país registró 33.315 homicidios en 2021, después de los dos años más violentos de su historia, con 34.690 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020.

Esta acción viene principalmente de los carteles del narcotráfico, quienes han emprendido diferentes ataques contra la población civil y las autoridades en el norte y oeste de México. Recientemente en Baja California las poblaciones de Tijuana, Mexicali, Rosarito y Ensenada están sumidas en un toque de queda ordenado por estas organizaciones criminales. Este punto cercano a la frontera con Estados Unidos es el campo de batalla entre diferentes carteles como el de los Arellano Félix, Jalisco y Sinaloa. Al menos 300 funcionarios de la guardia nacional están desplegados en todo el estado.

Aunque por el momento no parece haber sido el caso del incidente de los Leones de Yucatán, en las zonas afectadas por la guerra de carteles el tránsito y el comercio están prácticamente paralizados. En redes sociales se han compartido videos y fotos de vehículos quemados en plena vía o negocios vandalizados por violar el toque de queda.

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Un amargo recuerdo

José Castillo y Luis Valbuena: dos años de una tragedia que enlutó a la pelota venezolana. Beisbolistas venezolanos
Funeral de José Castillo y Luis Valbuena, muertos en un accidente vial en 2018. Foto: Cortesía

El accidente de los Leones de Yucatán recordó a un suceso similar ocurrido en diciembre de 2018 y que enlutó al beisbol venezolano. La caravana de los Cardenales de Lara viajaba de madrugada por la autopista Centro Occidental Cimarrón-Andresote, que conecta a los estados Yaracuy y Lara. Delante del autobús en el que viajaba el resto del equipo iba una camioneta Toyota Fortuner del tercera base Carlos Rivero manejada por su chófer, y con ellos estaban los beisbolistas venezolanos José “el Hacha” Castillo y Luis Valbuena

Al pasar por la población de Cocorote, el grupo se topó en la vía con una “lavadora”, que son bolsas de plástico llenas de piedras para hacer frenar a los autos que pasan por la vía. El carro, que iba de primero en la fila, intentó evadir el obstáculo a alta velocidad, lo que provocó que se volcara. Para peor, una gandola que también pasaba por allí impactó contra ellos. Aunque Rivero y el conductor lograron salir ilesos, Castillo y Valbuena salieron despedidos por la ventana y murieron de forma casi inmediata.

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Sus compañeros presenciaron de frente la muerte de ambos jugadores. La situación representó uno de los peores accidentes en la historia reciente del deporte venezolano y opacó la temporada 2018-2019, justamente ganada por Cardenales. En cuanto a los responsables, la Gobernación de Yaracuy informó la detención de cuatro sospechosos a los que se les acusó de haber puesto las rocas en la vía. A uno de ellos se le encontró el teléfono de Valbuena y otras pertenencias que extrajeron durante el hecho, aunque nunca se comprobó totalmente su culpa, por lo que el caso sigue estando impune.

Las vías venezolanas se han convertido desde hace años en lugares peligrosos por la acción de bandas criminales, conocidos como “piratas de carretera”. Crímenes como el de Mónica Spears visibilizaron la impunidad con la que actúan, principalmente en el centro y oriente del país. Entre sus métodos más comunes está el arrojar rocas contra los vehículos para romperles el parabrisas. Una vez que se detienen, grupos de varios delincuentes salen de sus escondites para rodearlo y robar a sus pasajeros. En otros casos, colocan directamente barricadas u objetos afilados llamados “miguelitos” para reventar sus cauchos, lo que ha provocado muchos accidentes mortales.

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