- Para lograr el objetivo, la agencia espacial de Estados Unidos planea desarrollar técnicas especializadas, como la impresión 3D y sistemas robóticos, para la creación de viviendas y estructuras adaptadas a las condiciones únicas del satélite
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) está liderando un proyecto que busca establecer residencias en la Luna en el año 2040. Esta iniciativa es parte de un esfuerzo para establecer una presencia sostenible en el satélite.
La estrategia implica priorizar la construcción a partir de la impresión 3D y sistemas robóticos con el objetivo de crear estructuras capaces de resistir las condiciones lunares, que incluyen temperaturas extremas y la exposición a micrometeoritos y radiación cósmica.
A pesar de los desafíos, especialmente ante la falta de un cohete de carga pesada como lo era Saturno V, la NASA ha desarrollado un plan progresivo llevar a cabo el programa en la Luna en los próximos 20 años.
Sobre Saturno V
Fue un cohete espacial estadounidense que se utilizó en el programa Apolo y el programa Skylab. Era el cohete más grande y poderoso jamás construido y fue responsable de llevar a los primeros humanos a la Luna.
Este enfoque incluye misiones continuas, avances tecnológicos y colaboraciones internacionales con entidades como ICON, una empresa de tecnología de construcción con sede en Austin, Texas.
De acuerdo con la información de The New York Times, ICON recibió financiamiento por primera vez de la NASA en 2020 y para 2022 anunció una inversión adicional de 60 millones de dólares para un sistema de construcción espacial que pueda ser capaz de imprimir desde plataformas de aterrizaje de cohetes hasta hábitat.
Otro proyecto: una base lunar permanente
Thales Alenia Space y la Agencia Espacial Italiana (ASI) han colaborado en un proyecto conjunto para erigir la primera base avanzada permanente en la Luna, como parte esencial del programa Artemis de la NASA.
Aunque las representaciones de bases lunares han sido comunes en la ciencia ficción, este anuncio reciente marca un paso significativo hacia el establecimiento de una presencia humana sostenible en la Luna. El anuncio, realizado el 23 de noviembre, representa un hito histórico, anticipando que la concreción de esta base lunar pueda ser una realidad, posiblemente en la década de 2030.
Este avance constituye un progreso concreto hacia la materialización de las visiones de bases lunares que han cautivado la imaginación a lo largo de la historia de la ciencia ficción.
La perspectiva de una presencia humana permanente en la Luna representa un logro significativo en la exploración espacial y un avance tecnológico notable en la carrera por expandir nuestra existencia más allá de la Tierra.
El proyecto de Thales Alenia Space y ASI impulsa la visión de establecer una infraestructura habitable en la Luna, abriendo oportunidades para la investigación científica, la experimentación tecnológica y el estudio de los riesgos y desafíos vinculados con la exploración lunar prolongada.
Los desafíos de construir en la Luna
La NASA se enfrenta a desafíos significativos para llevar a cabo la construcción en la Luna y establecer infraestructuras duraderas. La superficie lunar presenta un entorno hostil con temperaturas extremas, variando entre -173°C y 127°C, además de la exposición a radiación cósmica y riesgos de impactos de micrometeoritos. Estas condiciones demandan la creación de estructuras capaces de resistir tales desafíos ambientales.
La descontinuación del cohete de carga pesada Saturno V genera la necesidad de desarrollar alternativas para el transporte eficiente de materiales y equipos a la Luna. La falta de esta capacidad limita la capacidad de construcción de infraestructuras significativas en el satélite natural.
Para superar estos obstáculos, la NASA está considerando el uso del regolito lunar, una mezcla de polvo, suelo y rocas en la superficie lunar, como material de construcción. El desarrollo de técnicas especializadas, como la impresión 3D y sistemas robóticos, es esencial para la creación de viviendas y estructuras adaptadas a las condiciones únicas de la Luna.
Además de los desafíos tecnológicos, la agencia espacial también busca establecer una presencia sostenible en la Luna, lo que implica superar obstáculos logísticos y operativos a largo plazo.