“Soy T’Challa, hijo de T’Chaka” es probablemente como el público general recuerde a Chadwick Boseman, el actor estadounidense que murió el pasado 28 de agosto del presente año. Falleció a los 42 años de edad, cuando su cuerpo no pudo luchar más contra el cáncer de colon que padecía desde 2016. 

Podría decirse que fue un verdadero súper héroe al poder realizar tan grandes actuaciones como las que presentó en películas como The Avengers, Marshall, 21 Bridges y Da 5 Bloods, su último filme estrenada este año, sin que nadie supiera de su condición.

Y sin duda, Chadwick Boseman se volvió memorable al interpretar a T’Challa, el rey de Wakanda, en varias entregas del universo cinematográfico de Marvel donde aparece este honorable personaje.

Su película en solitario, La pantera negra, dirigida por Ryan Coogler, se estrenó en el año 2018. Su recepción fue tan buena que logró recaudar 1,347 millardos de dólares, cuando el presupuesto de la cinta fue de 200.000.000 de dólares.

También fue la primera película de súper héroes en ser nominada al Óscar por Mejor Película, contando con otras seis nominaciones por parte de la Academia. 

Pero hay algo más de esta película que atrapa a cualquiera. Es el poder decir, en el buen sentido de la frase, “esto yo ya lo he visto antes… pero, ¿en dónde?”. 

O al menos eso fue lo que yo pensé. Sentada en el cine, veía a Chadwick en la pantalla y no podía evitar sentir que T’Challa me recordaba a alguien más, a alguien cercano aunque no reciente. 

Y entonces vino a mí cuando Ramonda, la Reina Madre de Wakanda, interpretada por Angela Bassett, le dice a T’Challa: “tu padre está aquí con nosotros”. ¡Claro! ¿Cómo no me di cuenta antes? T’Challa es, para mí, primo lejano de Simba. Sí, el rey de la selva de Disney. 

Las similitudes entre El rey león y La Pantera Negra van mucho más allá de la sensacional música con ritmos de percusión africana que hace que cada centímetro de tu cuerpo vibre.

No es solo el hecho de que ambas películas tratan de monarquías en reinos africanos, o que el concepto de las tribus que viven en Wakanda pueda parecerse a una manada como la que habita en Pride Lands (el reino de Mufasa). 

Ni siquiera es sobre la estética africana en los vestuarios y máscaras en Wakanda que tanto puede parecerse al vestuario de los actores en el musical de Broadway de El Rey León

Es algo que va más allá. Las panteras y los leones son grandes felinos, así como estos grandes príncipes que vimos convertirse en reyes. T’Challa y Simba, aunque no es tan obvio a primera vista, atraviesan viajes parecidos como personajes.

Pantera Negra
Foto: Kwaku Alston

Herencia: gloria a los ancestros

Si cualquier hijo lleva en sus hombros el peso del apellido de sus padres, más le pesará a un príncipe. Esto no significa necesariamente que es una carga penosa que deben llevar, simplemente existe la consciencia de que hay un linaje que viene de muchas generaciones atrás y que debe ser respetado. 

Un claro ejemplo es la figura de La pantera negra, un título guerrero que se hereda de generación en generación y se le otorga al Rey que defenderá a las tribus que habitan en Wakanda. Desde la muerte del rey T’Chaka, este ha sido el rol del príncipe -y ahora rey- T’Challa.

Parecía que T’Challa seguía no solo los pasos de su padre, sino las palabras del rey Mufasa. “Debes tomar tu lugar en el ciclo de la vida”, le decía el león a su pequeño cachorro. 

“Pero el tiempo de un rey como gobernante se eleva y cae como el sol. Un día, el sol se pondrá en mi tiempo aquí, y se levantará contigo como el nuevo rey, Simba”, son las palabras de Mufasa para su hijo. Palabras que perfectamente podría haberle dirigido T’Chaka a T’Challa. 

El sueño del pequeño Simba era ser rey. Pero ansiaba quedarse junto a su padre para siempre. Qué complicado es que el sacrificio, o el precio a pagar para que tu sueño se vuelva realidad, sea perder a uno de tus seres más queridos. 

A Mufasa, sin embargo, eso no le molesta. Sentado bajo un cielo estrellado, le dice al pequeño príncipe: “los grandes reyes del pasado nos miran desde las estrellas. Así que, cuando te sientas solo, recuerda que esos reyes siempre estarán ahí para guiarte. Y yo también”. Es una frase que se ha quedado conmigo durante mucho tiempo. 

¿Cuántas veces no hemos levantado la mirada hacia el cielo buscando consejos? ¿Una señal? ¿Algo que viniera de parte de quién sea que nos esté vigilando y cuidando desde allá arriba, para saber qué hacer en algún momento de nuestras vidas?

Si yo, que estoy muy lejos de pertenecer a cualquier familia real, pienso que mis ancestros pueden guiarme, imagínense algún miembro de la realeza. Piensen en un príncipe heredero que desde que nació sabe qué pasos debe seguir. Ha nacido para ser rey, igual que su padre y su padre antes que él.

Y como hizo T’Challa, un buen príncipe debería buscar la sabiduría de sus ancestros. Luego de su coronación, como parte del ritual, vemos al joven rey de Wakanda acceder al Plano Ancestral para comunicarse con su padre. 

Aparece un cielo estrellado de hermosos colores sobre una llanura africana, y varias panteras reposan entre las ramas de un árbol. Estando en el cine, la voz de Mufasa sonó en mi cabeza al verlas: “los reyes del pasado nos miran desde las estrellas…” 

Una de las panteras se baja del árbol y se convierte en humano. T’Chaka recibe a su hijo con los brazos abiertos. T’Challa le pide a su padre un consejo para saber cómo defender a Wakanda. Su padre le contesta con una frase lapidaria: “Eres un buen hombre, tienes un buen corazón. Y para un buen hombre es difícil ser un buen rey”. 

Imagen de la película Pantera negra
Foto: Marvel / Disney

Reputación: recuerda quién eres

T’Challa optó entonces por el camino más sencillo, o por lo menos, por el que él mejor conocía: seguir los pasos de su padre. Hacer las cosas como T’Chaka las habría hecho en vida. 

Pero los tiempos cambian y los del joven rey no son los mismos que los que vivió su padre. Mientras todos a su alrededor le piden que abra las fronteras y relacione a Wakanda con el mundo, T’Challa se niega, alegando que “así no se hacen las cosas en Wakanda”. 

Un pequeño dato curioso. Cuando estaba construyendo al personaje para interpretarlo, Chadwick Boseman conversaba con los productores diciéndoles: T’Challa tiene que tener acento africano. 

La discusión giraba en torno a si T’Challa debía tener acento americano o británico, pero Boseman opinaba que no. “Si hablara con cualquiera de esos acentos, significaría que Wakanda fue colonizada en algún momento, como el resto de África, pero no. En Wakanda solo han gobernado reyes nacidos en Wakanda. Por eso el acento africano es coherente y necesario”, decía el actor.

Volviendo a T’Challa, vemos lo noble que es al perdonarle la vida a M’Baku, el miembro de la tribu Jabari que lo retó cuando heredó el trono. T’Challa se ve aún más bueno de lo que es frente a su primo apodado Killmonger, el villano de la película de La pantera negra, que podríamos decir que es el hijo de Scar.

N’Jobu, el hermano de T’Chaka, padre de Killmonger, lo traicionó y por eso el rey T’Chaka lo mató. Killmonger viene a buscar venganza y a apoderarse del trono que según él, le pertenece por derecho de sangre, a pesar de ser un extranjero.

Y así como Scar lanza a Mufasa a la estampida de ñús que acaban con su vida, Killmonger lanza al vacío de una cascada a T’Challa, quitándole el trono. 

Muere Mufasa -y lloramos todos a moco tendido cada vez que vemos la escena- y vemos a Simba huir. Todos lo creen muerto, al igual que todos creyeron que T’Challa no había sobrevivido a la caída. 

Y si bien, la “resurrección” de T’Challa es mucho más evidente que la de Simba, ambos pasan por el mismo proceso que muchos puede que hayamos pasado en nuestras vidas. 

Ambos príncipes estaban perdidos. Simba con su “Hakuna Matata” como filosofía de vida, era un hippie junto a Timón y Pumba. T’Challa estaba en coma, sin fuerzas suficientes para despertar. Los dos habían dejado de ser quienes solían ser. Habían olvidado por completo quienes eran. 

Pero gracias a que Simba se encuentra con Rafiki, Nala y el fantasma de su padre en el cielo, el león recupera su valor. T’Challa también revive gracias a la ayuda de su madre, su hermana Shuri y su novia Nakia. Al final, son sus familias quienes los encaminan. Les dan el empujón que necesitan para levantarse y luchar por lo que les pertenece. 

“Recuerda quién eres” es lo que Mufasa le dice a Simba. Y es una frase que todos deberíamos decirnos, cuando nos sintamos perdidos, cuando hayamos olvidado nuestro valor como individuos, cuando no recordemos todo lo que hemos alcanzado para estar donde estamos hoy.

Chadwick Boseman interpretó el personaje Pantera negra
Foto: Marvel / Disney

Legado: Wakanda por siempre

Las caras de Killmonger y Scar siempre son un poema cuando ven que T’Challa y Simba vuelven. Luego de creerlos muertos, verlos vivos es la sorpresa del siglo. Pero no se quedan paralizados por mucho tiempo. Ambos villanos deciden acabar con ellos, esta vez sí de manera permanente. 

Pero son Scar y Killmonger quienes mueren al final. Y si bien Simba y T’Challa no están orgullosos de haber acabado con ellos, sí están felices de recuperar sus hogares. Ambos miran al cielo, sonriendoles a sus padres, sabiendo que estos están sonriendo de vuelta.

En Capitán América: Guerra Civil, T’Challa conversa con Black Widow. Cuando ella le da el pésame por la muerte de su padre, él contesta diciendo: “en mi cultura, la muerte no es el final”. 

Rafiki le decía al joven león que “Mufasa vive en ti, Simba”.

Sé que si vamos al Plano Ancestral donde las panteras negras y los reyes del pasado que nos ven desde las estrellas están, podremos encontrar a Boseman acompañado de muchos otros artistas y héroes. Entre ellos, por supuesto, hay que mencionar al creador de T’Challa, y de prácticamente todo el universo de Marvel, el señor Stan Lee. 

O de pronto, el cine es nuestro Plano Ancestral. Quiero creer que es una nueva manera de inmortalizar a la gente. Chadwick Boseman podrá haber abandonado este plano terrenal, pero en el plano cinematográfico seguirá estando en las cintas que grabó. 

Seguiremos viendo a Boseman luchar como La Pantera Negra una y otra y otra vez, así como a Simba lo veremos mil y un veces -animado en dibujos 2D o en 3D imitando un live-action – ganarle a Scar. 

La Pantera Negra no solo dejó un legado impresionante sobre la cultura africana y alcanzó un nuevo eslabón para la representación afrodescendiente en Hollywood, una pelea que la comunidad afroamericana sostiene desde hace mucho tiempo. 

No solo rescató la importancia que puede llegar a tener una película de súper héroes, sacándola del plano superfluo, para demostrar que estas figuras son verdaderas fuentes de inspiración para todos.

La pantera negra, así como El rey león, demostraron que la fuerza de un gran felino es la que se requiere para que todos podamos luchar para alcanzar lo que tanto ansiamos. Ambas cintas nos muestran que sólo porque nos sintamos perdidos, no significa que no podemos recuperar el rumbo. 

Nuestros ancestros y nuestras familias -consanguíneas o no- estarán ahí para ayudarnos a surgir. Pero la pelea por tomar nuestro sitio correspondiente en el Ciclo de la Vida, solo la podemos luchar nosotros. 

Pero que eso no nos desanime. Significa que nuestro lugar es tan único que solo nosotros podemos conseguirlo y ocuparlo. Nadie puede reemplazar al monarca de Wakanda ni al de Pride Lands.

Que hablando de eso, hay rumores de que será Shuri, la hermana de T’Challa, quien sea la siguiente pantera negra de Wakanda, si Marvel decide continuar con esta historia y producir la secuela.
“¿Este es su rey?”, pregunta Killmonger en la película. Sí, La Pantera Negra podrá ser heredada por alguien más, pero nuestro rey siempre será T’Challa. Y T’Challa siempre será Chadwick Boseman.

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