- El director de Ecoanalítica plantea que el régimen venezolano se ha visto obligado a buscar nuevas fuentes de ingreso para poder hacer frente a las sanciones petroleras impuestas por el gobierno de Estados Unidos
El 2021 ha sido un año de inflexión para Venezuela en materia económica, al registrar una de las menores caídas en términos de su Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos ocho años. Con una contracción de 0,5 %, la economía nacional parece dar los primeros pasos para volver a mostrar una tendencia positiva, lo cual es algo que no se ve en el país desde finales del año 2013 cuando el PIB creció 1 %.
Asdrúbal Oliveros, economista y director de la firma Ecoanalítica, apunta que las estadísticas reflejan que durante 2021 Venezuela entró en un periodo de estancamiento en el que se frenó la caída libre en la que se encontraba inmersa la economía nacional.
El experto detalló que al observar de cerca la contracción experimentada este año, existen elementos que pueden considerarse como una señal positiva. Uno de ellos es que si bien el sector público registró una caída de 5,4 %, este se vio compensado por el crecimiento de 3,1 % experimentado por la empresa privada.
Apuntó que según las últimas estadísticas publicadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), las cuales no han sido actualizadas, la administración pública representa cerca de 40 % del total de la economía nacional.
Asimismo, explicó que si bien es una buena noticia el crecimiento del sector privado, es necesario tomar en cuenta que ello se produce luego de que este experimentó una contracción de casi 80 % durante los últimos años. Por esta razón afirma que el alza de 3,1% solamente debe ser vista como una mera bocanada de oxígeno para la empresa privada.
“Esto no representa para nada una expansión, Venezuela cuenta con un sector privado sumamente pequeño”, añadió.
Oliveros comentó que el factor clave a considerar no es el porcentaje de crecimiento en sí mismo, sino el hecho de que se está produciendo un cambio en la tendencia que venía experimentando la economía.
Detalló que la mejora en el desempeño de la empresa privada estuvo apalancada principalmente en cinco sectores claves que fueron capaces de adaptarse en mejor medida a la nueva realidad económica del país. Estas fueron:
–Salud
–Servicios profesionales
–Alimentos
–Comercio minorista
–Tecnología
¿Qué cambió en la economía de Venezuela en 2021?
El director de Ecoanalítica sostuvo que producto de las sanciones a la industria petrolera nacional impuestas por el gobierno de Estados Unidos, el régimen venezolano se ha visto obligado a desarrollar nuevas fuentes de ingreso para poder sobrevivir.
En tal sentido, indicó que la exportación de chatarra, oro y la minería de criptomonedas han sido algunos de los mecanismos empleados para generar divisas por vías alternas a la explotación petrolera.
Otro factor que, a su juicio, es revelador acerca del comportamiento del régimen en 2021 es que este empezó a ejecutar gasto público directamente en divisas y no en bolívares como era costumbre.
Sostuvo que este elemento es fundamental al pensar en la estabilidad de la inflación y de mantener una tasa de cambio controlada. Argumenta que esta política gubernamental restringe el flujo de bolívares a la economía lo que genera una presión a la baja para controlar estos indicadores.
“En la medida en que el gobierno ejecute mayor gasto en dólares más cambiará la visual de la tasa de cambio y de inflación, al igual que los topes a los que puedan llegar”, explicó.
Entre los sectores que concentran la mayor ejecución de gasto en divisas se encuentran el de la industria petrolera, con el pago a contratistas, telecomunicaciones estatales y ciertas obras de infraestructura.
Oliveros comentó que una de las razones detrás de este cambio en las políticas económicas está sustentado en el empeño del régimen de poner fin a la hiperinflación, sin importar el costo, para poder enarbolarlo como un logro en materia económica.
Es precisamente en este afán que han optado por reducir drásticamente la ejecución de gasto público, lo que se ve reflejado en la negativa a realizar aumentos de sueldo mínimo al ritmo que venían haciéndolo en años anteriores.
Concluyó con que no existen indicios que permitan prever una mejora en términos del ingreso que perciben mensualmente un sueldo mínimo pues a la Administración no le interesa aumentar la cantidad de bolívares en la calle, al menos hasta mediados del primer semestre de 2022. Esto supone un oscuro panorama para un importante sector del país cuyos ingresos se diluyen mes a mes.