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- El lugar les permite a sus huéspedes dormir al aire libre a una altura de 1.970 metros sobre el nivel del mar
Las habitaciones de hotel al aire libre han ganado popularidad en la industria de turismo. Uno de los casos más representativos es Null Stern, un hotel de lujo que no tiene paredes para que los huéspedes puedan admirar los Alpes suizos.
El concepto es un hotel sin paredes ni comodidades, pero con vistas panorámicas a las montañas alpinas (la altura a la que se encuentra el hotel es de 1969 metros sobre el nivel del mar). Los creadores dicen que por aproximadamente 300 dólares se obtiene una cama matrimonial, además de un servicio de mayordomo. En el lugar no fue construido un baño. El más cercano está a 10 minutos a pie.
La experiencia de hospedarse en este sitio ya se ha convertido en una sensación europea, lo que ha hecho que la mayor parte del año el hotel siempre se encuentre ocupado. La construcción al aire libre del lugar busca llevar a los turistas a pasar una noche bajo las estrellas. Para el año 2022, la lista de espera para alojarse en este hotel era de 6.500 personas.
Dormir al aire libre solo es posible cuando hace buen tiempo, por lo que Null Stern está abierto exclusivamente en verano y su reserva puede cancelarse debido al mal tiempo.
“Dormir no es el punto. Lo importante es reflexionar sobre la situación mundial actual. Quedarse aquí es una declaración sobre la necesidad de cambios urgentes en la sociedad”, dijo Frank Riklin, uno de los creadores del proyecto.
Una cama y una mesa de noche
Todas las comodidades en Null Stern Hotel incluyen una cama doble, una mesita de noche y una lámpara. El hotel está situado en la ciudad suiza de Safiental, donde los clientes pueden disfrutar de la naturaleza de los Alpes a una altura de 1.970 metros sobre el nivel del mar.
El origen de la idea
Considerado entre los 100 mejores hoteles de Europa, Null Stern fue nominado en los Worldwide Hospitality Awards en el año 2009 por su revolucionario diseño.
De acuerdo con la página web del hotel, este tipo de alojamiento busca diferenciarse de los hoteles modernos y convencionales que se encuentran en todo el mundo. Los diseñadores de este lugar explican que cada uno de sus huéspedes es parte de una obra de arte.
La estructura se estableció en un antiguo búnker nuclear para proporcionar a las personas alojamientos surrealistas. La gerencia del hotel afirma ofrecer un servicio al cliente inigualable en entornos minimalistas.
La seguridad es una de las cuestiones que más pueden temer los interesados en esta aventura. Sin embargo, Frank Riklin afirmó que cada una de las suites cuenta con seguridad personal y que hasta el momento los principales intrusos han sido animales silvestres.
