Email
- El robo de datos del sector bancario es una de las opciones más atractivas para los cibercriminales
En el vasto mundo digital, las empresas se enfrentan a una constante lucha contra amenazas cibernéticas cada vez más sofisticadas, principalmente en la última década.
Una de las más recientes preocupaciones de los expertos en ciberseguridad se centra en Coyote, un virus troyano descubierto por los expertos en seguridad informática de la empresa Kaspersky que puso en alerta máxima a los bancos en Brasil.
Este programa malicioso está diseñado específicamente para robar datos bancarios secretos, lo que representa un alto riesgo para la seguridad financiera y la privacidad de los usuarios.
¿Cómo opera el virus troyano Coyote en las redes bancarias?
Coyote, según especialistas, es un ejemplo de cómo los criminales cibernéticos están evolucionando constantemente sus tácticas para eludir las defensas de las empresas.
Enfocado en la evasión, este troyano está diseñado para engañar a los sistemas de seguridad y pasar desapercibido mientras compromete la información sensible de los usuarios.
Su objetivo principal, de acuerdo con un reporte de Infobae publicado el 21 de febrero, son más de 60 bancos, especialmente aquellos ubicados en Brasil, donde ha causado revuelo y aumentó las preocupaciones entre las instituciones financieras y sus clientes.
Exposición de datos
Diversas investigaciones apuntan a que las empresas enfrentan una creciente vulnerabilidad frente a las amenazas cibernéticas, especialmente en un contexto de avance tecnológico acelerado, donde la inteligencia artificial (IA) desempeña un papel crucial tanto para los atacantes como para los defensores.
El auge de la IA ha brindado a los ciberdelincuentes herramientas más potentes y sofisticadas para llevar a cabo sus ataques. Desde la automatización de estos delitos hasta la personalización de estrategias de phishing, los criminales aprovechan algoritmos inteligentes para identificar vulnerabilidades y causar daños a gran escala de manera más eficiente.
Además, la IA también ha permitido el desarrollo de malware más complejo de detectar, como es el caso de Coyote. Al emplear técnicas de evasión avanzadas, estos programas maliciosos intentan eludir las medidas de seguridad tradicionales, acceder a sistemas protegidos y comprometer datos sensibles sin ser detectados durante largos periodos de tiempo.
Los avances tecnológicos no son los únicos que han contribuido a la creciente exposición de las empresas a las amenazas cibernéticas.
La cada vez mayor interconexión de dispositivos y sistemas en el panorama digital, impulsada por tendencias como el Internet de las Cosas (IoT) y la adopción generalizada de la nube, también ha ampliado el alcance y la complejidad de los riesgos de seguridad.
Internet de las cosas (IoT)
De acuerdo con el sitio de Amazon Web Services, el término se refiere a la “red colectiva de dispositivos conectados y a la tecnología que facilita la comunicación entre los dispositivos y la nube”, así como entre los propios equipos.
Aumento en las medidas de seguridad
Con más puntos de entrada potenciales para los atacantes y una superficie de ataque más expuesta actualmente, las empresas se enfrentan a desafíos significativos para proteger sus activos digitales y salvaguardar la confianza de sus clientes.
Es por ello que muchas compañías optan por contratar personal especializado en seguridad informática, principalmente los denominados hackers éticos, que buscan detectar y combatir la criminalidad en línea.
“Implementar medidas de seguridad más robustas y proactivas se vuelve cada vez más urgente en un entorno donde los ataques cibernéticos pueden tener consecuencias para la reputación financiera de las organizaciones”, comentó a El Diario Luis Peña, trabajador de una empresa de ciberseguridad en Buenos Aires (Argentina).
¿Cómo deben protegerse los usuarios?
Los expertos en seguridad informática suelen recomendar una serie de medidas para proteger las cuentas bancarias de los usuarios.
Estas son algunas de las recomendaciones más comunes:
-Definir contraseñas seguras: utilizar claves robustas y únicas para cada cuenta bancaria. Se sugiere que las contraseñas sean largas y con combinaciones de letras, números y caracteres especiales.
-Autenticación de dos factores (2FA): habilitar la autenticación de dos factores siempre que sea posible. Esto añade una capa adicional de seguridad al requerir también un código único que se envía al dispositivo móvil del usuario o generado por una aplicación de autenticación.
-Verificación de sitios web: verificar que los sitios web de las instituciones financieras sean auténticos antes de ingresar cualquier información confidencial. Esto se puede hacer verificando que la URL comience con “https://” y que haya un icono de candado en la barra de direcciones del navegador.
-Actualizaciones de software: mantener actualizado el software del dispositivo, incluyendo el sistema operativo y los programas antivirus.
-Evitar redes wi-fi públicas: evitar transacciones bancarias o ingresar información confidencial mientras se está conectado a redes wi-fi públicas o no seguras.
