• Diversos economistas señalan que la indexación de los créditos comerciales es un reconocimiento por parte del régimen del fracaso del modelo económico que imperó durante 20 años en Venezuela, así como aceptar la dolarización que experimenta el país

A partir de este 28 de octubre los créditos comerciales que otorgue la banca nacional, así como sus respectivos intereses, deberán pagarse mediante una nueva modalidad denominada Unidad de Valor de Crédito Comercial (UVCC), que estará vinculada al tipo de cambio reflejado en la página web del Banco Central de Venezuela (BCV) al momento de pactar el contrato.

El cálculo de esta unidad de crédito — según la Resolución 19–09–01 publicada en Gaceta Oficial número 41.742 — resulta de dividir el monto en bolívares a ser liquidado del crédito otorgado entre el índice de inversión que será determinado por el ente emisor “tomando en cuenta la variación del tipo de cambio de referencia del mercado”.

Sin embargo, no se especifica si el valor referencial para este tipo de operaciones será únicamente el dólar o cualquier otra divisa que resulte de las mesas de cambio.

La resolución detalla que todas las demás clasificaciones de crédito como operaciones con tarjetas de créditos, préstamos a personas naturales en cuotas, créditos nómina y microcréditos, quedan excluidos del nuevo esquema.

Foto: Crónica Uno

Asimismo, refleja que los créditos comerciales otorgados por la banca nacional antes de la entrada en vigencia del nuevo mecanismo “mantendrán las condiciones” en las que fueron pactados hasta el total de su cancelación y su tasa de interés no podrá ser superior a 36% anual.

Reconocimiento oficial de la dolarización

Diversos economistas consideran que la implementación de la UVCC es un reconocimiento por parte del régimen de Nicolás Maduro del inevitable proceso de dolarización que gradualmente va controlando la economía venezolana, con una hiperinflación estimada en 200.000% al cierre de 2019, de acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).

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Rafael Álvarez Loscher, especialista en temas legales y económicos, argumenta para El Diario de Caracas que la nueva medida del BCV “lo que genera es incertidumbre, porque indexar el crédito (al tipo de cambio) es incrementar el riesgo para el tomador del crédito e incluso para el banco”.

Recordó que existe un precedente con respecto a los créditos indexados, específicamente en enero de 2002 por el caso entre Asociación Civil Deudores Hipotecarios de Vivienda Principal (Asodeviprilara) contra la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras, además de otros entes en pugna, cuando la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la sentencia número 85 “estableció la inconstitucionalidad de este tipo de créditos”.

El artículo 2 de la Resolución 19–09–01 especifica que las instituciones bancarias que otorguen créditos comerciales “deberán cobrar a sus clientes por operaciones activas en moneda nacional pactadas mediante el uso de la UVCC” a una tasa de entre 4% y 6% anual por intereses, con un tope de 0,5% por mora.

Álvarez Loscher resalta que la UVCC varía según el índice de inversión que, a su vez, varía de acuerdo con la fluctuación del tipo de cambio, por lo que “el crédito se indexa a medida que se devalúa el bolívar (si ocurre), pero si por el contrario se apreciase, el valor de la unidad de crédito no variaría”.

Foto: Stephenbayer |Pixabay

El también socio-director de la firma Iuriscorp comentó que este sistema, aunque pudiera relativamente estabilizar el tipo de cambio, “no es sostenible en el tiempo y mucho menos en un país en el que la independencia de su banco central está comprometida”.

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Advierte que “indexar el crédito pudiera alimentar aún más la hiperinflación o fulminar al sistema bancario, además de no existir un sistema eficiente de reestructuraciones de empresas en crisis, lo que lo convierte en un coctel muy peligroso”.

Venezuela enfrenta la peor crisis económica de su historia, con un excesivo control de precios y ganancias, un férreo control cambiario que impera desde 2003 aunque flexibilizado con la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, un enorme déficit fiscal y “por supuesto, la corrupción y el sobreendeudamiento internacional innecesario”, según Loscher.

“En ese contexto hiperinflacionario con bolívares o crédito bancario cualquier empresa ¿qué hacía? Compraba dólares o hacía cobertura en inventario. La respuesta del gobierno fue atacar el problema monetariamente (y no fiscalmente) o estructuralmente. Es decir, es echarle la culpa al crédito como causante de la crisis económica, lo cual no es cierto”, agrega.

Hasta el pasado mes de agosto, la cartera de créditos de la banca venezolana contaba con 213 millones de dólares — la más baja de América Latina — de acuerdo con el economista y calificador de riesgo Leonardo Buniak. Para el año 2017 dicha cartera era de 12 millardos de dólares y 10 años atrás el monto superaba los 40 millardos de dólares.

La caída libre de la actividad crediticia en el país se incrementó exponencialmente luego de que el pasado mes de febrero el BCV impusiera a la banca nacional un encaje legal de 100%, lo que volcó a la banca nacional a mantener fuertemente retenida su capacidad de otorgar préstamos.

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Sede de la Sudeban | Foto: El Universal

Con la implementación de la UVCC, el BCV — como lo han expresado sus autoridades en diversas ocasiones — busca desincentivar el uso de créditos bancarios para la compra de divisas que incidan en el alza del tipo de cambio paralelo, pues ahora deberán ser pagados de acuerdo con el tipo de cambio resultante de las mesas de cambio.

Los riesgos de la UVCC

Para diversos especialistas, el nuevo esquema de unidades de créditos indexados al tipo de cambio oficial puede traer una fuerte contracción de la actividad crediticia en vista de la volatilidad y arbitrariedad del mercado cambiario, la exclusión del otorgamiento de créditos a quienes no puedan trasladar sus costos financieros a los precios de venta, así como pérdidas operativas a la banca nacional.

Loscher comenta que es difícil predecir el comportamiento cambiario en vista de que el BCV expande sorpresivamente su base monetaria y emplea esas emisiones de dinero para financiar el gasto público. “Las últimas subidas del tipo de cambio van asociadas a pago de proveedores del gobierno, que precisamente al llenarse de bolívares buscan cobertura en moneda dura en un mercado con poca oferta de divisa”, añade.

Para el economista Aarón Olmos, la implementación de esta nueva Unidad de Valor de Crédito Comercial es el “reconocimiento de una dolarización financiera”, pero también es una suerte de “ensayo o prueba” por parte del régimen de Nicolás Maduro, cuyas medidas económicas — dijo — están lejos de la disciplina monetaria, fiscal, económica y comercial.

El especialista comenta que la crisis estructural que atraviesa Venezuela no soporta medidas ensayadas, pues desde hace cinco años existe una pérdida de más de 50% del Producto Interno Bruto (PIB) y la principal industria generadora de divisas (Pdvsa) se encuentra con una producción de 742. 000 barriles diarios de petróleo (bdp) cuando otrora alcanzó los 3. 400.000 de bdp. Además, existe una inflación interanual de 50.100,3% según datos de la Asamblea Nacional (AN).

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Desde hace tiempo el bolívar dejó de ser la moneda de referencia para las operaciones en el país | Foto: 800 Noticias

“Pareciera que hay una intención de permitir una circulación, un reconocimiento del dólar, pero por diferentes razones, más que todo ideológicas, sabemos que el Ejecutivo no ha terminado de tomar esa decisión porque, evidentemente, sería el reconocimiento del fracaso de una política de 20 años luchando contra un país (EE UU) y aceptando su moneda”, expresó Olmos durante una entrevista para El Diario de Caracas.

Sostuvo, además, que la medida “no representa un gran cambio en la economía del país, no va a parar la inflación ni potenciar la producción”, sin embargo, mencionó que “por lo menos, se ve que se está tratando de hacer algo diferente a lo que se ha hecho: liberar dinero e incrementar salarios”.

Para Olmos, es necesario un programa de reestructuración económica que sea coordinado y que incluya al sector privado como un factor importante para la recuperación del país. “Lo cierto es que más allá de lo ideológico, el gobierno perdió la batalla con la actividad económica venezolana, porque ya la economía está dolarizada. Es más normal comenzar a ver personas que cobran y pagan en divisa”, añadió.

A medida que avanza el tiempo, la economía nacional parece decantarse por el uso del dólar para las operaciones diarias, así como de inversión y ahorro, en vista de que el devaluado bolívar, según los especialistas, dejó de cumplir las funciones de una moneda: servir como medio de pago, de depósito de valor o de unidad de cuenta.

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