• A los 2 años de edad, Mateo aprendió a leer con fluidez y poco tiempo después ya dominaba las tablas de multiplicar.  

Mateo Pérez es un niño venezolano de 6 años de edad, de Táchira, quien recientemente se hizo viral en redes sociales por la difusión de un video suyo explicando y resolviendo operaciones matemáticas complejas para alguien de su edad. 

“A los 2 años empezamos a ver que tenía mucha facilidad para aprender”, recuerda Naibeth Gutiérrez, madre de Mateo Pérez, al preguntarle sobre los primeros años de vida de su hijo y el momento en que notaron que tenía ciertas diferencias con respecto a otros niños de su edad. 

Mateo también comenzó a interesarse a temprana edad por los números. Aprendió rápidamente las tablas de multiplicar y por iniciativa propia comenzó a indagar en Internet sobre diversos temas relacionados con las matemáticas.

“A raíz de una cola de gasolina nos dimos cuenta de que él identificaba perfectamente las placas de los carros, letras y números (…) Todo eso comenzó después de los 2 años de edad”, dijo Naibeth en exclusiva para El Diario

Mateo, el niño venezolano de 6 años que resuelve operaciones matemáticas en redes sociales
Foto cortesía

“Sí sentíamos que era diferente”

Tanto Naibeth Gutiérrez como Luis Pérez, padres de Mateo, recuerdan que se preocupaban por ciertas conductas de su hijo como su forma de correr, su negativa a socializar con otros niños y a fijar la mirada. Sin embargo, hicieron caso omiso a esos aspectos y se enfocaron más en la facilidad que el niño tenía para aprender. 

“De hecho tenemos una anécdota. En una oportunidad lo vio la pediatra y nos trató de insinuar que por qué no le hacíamos una evaluación psicológica a Mateo y eso nos molestó en su momento, en lugar de agradecerlo”, precisó Naibeth. 

Hoy en día la mamá de Mateo reflexiona sobre el comportamiento que tuvieron en aquel entonces y reconoce que se trata de un error común que en ocasiones cometen los padres al negarse a las sugerencias o recomendaciones de profesionales de la salud que buscaban ayudarles.

Tiempo después sí contemplaron la posibilidad de acudir con algún especialista, dado que Mateo seguía desarrollando su intelecto a pasos agigantados y los temas que podían gustar o llamar la atención de cualquier niño de su edad no eran de su interés.

Empezó a aprender alfabetos griego, ruso, le costaba socializar con otros niños, lo llevaba al parque y nada. Ahí sí nos preocupamos”, enfatizó Naibeth. 

Inicialmente ella contactó a un par de fundaciones de Caracas llamadas Motores por la paz y Órbita 360, donde le hicieron su primera consulta vía online. Las expectativas eran altas, pero las fluctuaciones eléctricas y las fallas con el Internet en el estado Táchira no permitieron que la actividad se desarrollara con completa normalidad. 

Pese a ello, la psicóloga determinó -mediante una evaluación- que Mateo tenía un coeficiente mayor al de la media.

“Ella evaluó la parte de la inteligencia, pero todas las fallas durante la consulta no permitieron que evaluara la parte social”.

Aún así, en marzo de 2023 llevaron a Mateo a consulta con una psicóloga infantil en la ciudad de San Cristóbal y fue allí donde le diagnosticaron autismo grado 1. 

“Desde entonces hemos venido trabajando más en la parte social y ha mejorado muchísimo. Si bien sus intereses no son los mismos que los de otros niños, ha evolucionado, juega con ellos y tiene amigos en su colegio”, resaltó Luis Pérez. 

Él y Naibeth son educadores de profesión con años de experiencia en el trabajo con niños, pero con Mateo se han visto frente a un desafío diferente dadas las habilidades cognitivas del pequeño, que a diario los sorprende con sus conocimientos y habilidades. 

“Él sabe mucho más que incluso nosotros y nos resulta increíble. Aprendemos de él todo el tiempo y tenemos que estar al día para atender sus necesidades y orientarlo en todo”, explicó Naibeth. 

Incluso Luis, quien es docente de matemáticas, admite que muchas veces debe repasar temas que su hijo saca a relucir dado que no los recuerda con claridad. 

Mateo, el niño venezolano de 6 años que resuelve operaciones matemáticas en redes sociales
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El salto a las redes sociales 

La iniciativa de crearle un perfil en Instagram a Mateo y compartir en esa plataforma sus explicaciones de operaciones matemáticas o conocimientos sobre geografía nació de su padre, Luis. En la actualidad acumula una comunidad de más de 20 mil seguidores en esa red social. 

“Un día estábamos en la cancha y yo empiezo a preguntarle divisiones aleatorias y él me respondía y yo pensé en que tenía que grabarlo, así empezó todo”, comentó Luis. 

En aquel entonces no dimensionaron el impacto que tendrían las grabaciones de Mateo. No fue sino tiempo después que uno de esos videos explicativos se viralizó en una cuenta informativa regional y desde entonces el alcance ha sido sorprendente. 

“Ha sido más de lo esperado, luego vino Univisión y le abrió las puertas internacionalmente”, acotó Naibeth.

Gracias a esa proyección, a Mateo se le han presentado oportunidades académicas relevantes como una beca completa para ver clases de inglés con una academia llamada “1, 2, 3 OK”, del estado Anzoátegui, y de matemáticas con un docente venezolano que reside en Medellín, Colombia. 

“Es importante aclarar que nosotros no queremos beneficiarnos de Mateo de ningún modo, es todo lo contrario, buscar lugares, organismos o fundaciones que lo apoyen y le permitan seguir explotando su inteligencia”, aclaró Naibeth.

Su intención como padres es seguir mostrando las destrezas de Mateo en redes sociales para compartirlo con la comunidad que ha creado allí, pero sin presionarlo ni dejar de lado su esencia como niño. 

Siempre que grabamos es según su ánimo y habla del tema que a él le guste. Nunca le imponemos un tópico ni grabar cuando él no quiere”, puntualizó Luis. 
Mateo, el niño venezolano de 6 años que resuelve operaciones matemáticas en redes sociales
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Un autodidacta en crecimiento

Un alto porcentaje de lo que ha aprendido Mateo ha sido por iniciativa propia. Incluso, él mismo se define como un autodidacta y ha hecho de las redes sociales su gran aliado en lo que a conocimiento se refiere. 

A través de YouTube ve clases de matemática, descubre información sobre los países y aprende de otras culturas. Además, aprovecha las aplicaciones que están a su alcance para conocer sobre el sistema solar, los planetas y más. 

Él no solo siente afinidad por las matemáticas. La geografía es otro de sus grandes intereses. De hecho, conoce las banderas de casi todos los países del mundo, las capitales y maneja información actualizada sobre los continentes y las naciones que los integran.

“Más o menos sé un 90 % de las capitales del mundo y el 100 % de las banderas”, dijo Mateo para El Diario.

Pese a que el niño aprovecha las redes sociales en pro de su intelecto, sus padres procuran promover en él las actividades a mano, para no generar dependencia o adicción a la tecnología. 

“Lo motivamos a que haga sus mapas a mano alzada (…) sus regalos favoritos son marcadores, hojas, lápices y así”, añadió Luis. 

De igual forma, su mamá, Naibeth, aclara que Mateo tiene una infancia normal y aunque su mayor interés se centra en los libros y los números, también desarrolla actividades como cualquier otro niño. 

“Él anda en monopatín, va a la cancha, juega con otros pequeños de su edad y así”. 

Mateo, el niño venezolano de 6 años que resuelve operaciones matemáticas en redes sociales
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Su futuro académico 

El objetivo de Naibeth y Luis es continuar desarrollando el potencial de Mateo y luego sopesar las oportunidades que se le puedan presentar, bien sea dentro o fuera de Venezuela.

“Queremos que tenga una educación que le permita explotar su talento y que no se quede ahí estancado”, enfatizó Luis. 

A pesar de que aseguran que es un reto diario seguirle el ritmo a Mateo en cuanto al conocimiento, como padres se sienten orgullosos de su hijo y admiten que constantemente aprenden de él en diversos aspectos. 

“Ellos ven el mundo de una manera diferente, son sensibles, amigables con el ambiente, leales, honestos, respetuosos y un sinfín de cualidades más”, acotó Naibeth.

Ambos anhelan que Mateo siga cultivando su intelecto y se forme profesionalmente como el matemático y geógrafo que quiere ser, aunque ya se define a sí mismo como uno.

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