• Las similitudes entre las muertes del ex concejal y dirigente político Edmundo Rada y el ex gobernador Jhonny Yánez Rangel, despiertan la curiosidad en la nueva tácticas de la criminalidad en Venezuela

En menos de cuatro semanas, dos asesinatos realizados de la misma manera, en diferentes estados y en el que las víctimas son personas vinculadas a la política, ha activado las alarmas en la opinión pública venezolana.

El jueves 17 de octubre el partido político Voluntad Popular informó que fue hallado el cuerpo de Edmundo “Pipo” Rada, ex concejal del municipio Sucre y dirigente político de la tolda naranja. A Rada lo encontraron en la vía Petare-Santa Lucía, con el cuerpo quemado hasta el cuello y dos tiros en la cabeza.

El día anterior, otros miembros del partido político habían denunciado la desaparición de Rada, quien en ese momento había cumplido 24 horas sin poder ser localizado por sus familiares o compañeros.

“Pipo” Rada en la Asamblea Nacional | Foto cortesía

“Esto es un asesinato de la dictadura, debemos decir que esto es un asesinato del régimen. Hay claros indicios de que la causa es política. El régimen ha creado cuerpos de exterminio”, dijo el presidente interino Juan Guaidó en una rueda de prensa el día que se dio a conocer la información de la muerte de Rada y donde varios miembros de Voluntad Popular responsabilizaron a la cuestionada Fuerza de Acciones Especiales (FAES). El también jefe parlamentario resaltó que por la forma en la que asesinaron a Rada, se trata de un tipo de crimen “nunca antes visto en el país”.

El presidente interino resaltó otro detalle: la similitud de la muerte de Edmundo Rada con la de Johnny Yánez Rangel, ex gobernador de Cojedes y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien recibió un disparo en la cara y fue quemado junto a su vehículo en la carretera vieja Caracas-Charallave, el 25 de septiembre. El ex gobernador había sido secuestrado el día anterior en Macaracuay, Caracas.

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La mañana de este sábado el cuerpo de Rada le fue entregado sus familiares, quienes se encontraban en la morgue de Bello Monte, en Caracas. Desde allí, Guaidó comentó que “si el régimen pretende enviar un mensaje asesinando de esta manera a dirigentes, el mensaje es muy claro (…), van a generar todo lo contrario”.

¿Un nuevo modus operandi?

El abogado criminalista Fermín Mármol García calificó la similitud de la muerte de Rada y Yánez Rangel como un “hecho curioso” .

“En el caso de Yánez Rangel, ya resuelto el móvil del asesinato, aprehendidos los autores materiales y establecida la causa de la muerte por heridas por arma de fuego, no deja de ser curioso que post-mortem se haya utilizado un acelerante para calcinar el cuerpo sin vida”, aseguró el especialista en una entrevista para El Diario de Caracas.

Izq:Johnny Yánez Rangel | Foto cortesía

El 11 de octubre el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo a cuatro personas por el secuestro y asesinato de Yánez Rangel. Fueron acusadas por los cargos de secuestro y homicidio.

Sin embargo, Mármol explica que calcinar cuerpos humanos o desmembrar sus partes no es un hecho típico en la criminalidad venezolana. Destaca que no es una costumbre para materializar la muerte de una persona, ni como un elemento post-mortem para borrar evidencias de interés criminalístico o para expresar venganza.

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“No es ni algo importante en la casuística, por lo tanto debemos resaltarlo como un ‘hecho curioso’”, asegura.

A pesar de la similitud del modus operandi empleado en ambos crímenes de personajes políticos, Mármol califica como un error relacionar esta práctica con crímenes políticos.

“La literatura criminológica nos indica que el uso de acelerantes para calcinar un cuerpo humano o desmembrarlo cuando ya se encuentra sin signos vitales son prácticas de delincuencia organizada, es decir, el delincuente común poco estructurado no pierde tiempo en el sitio del suceso. Es ya la estructura criminal violenta a la que no le importa el tiempo que dure en el sitio del crimen o de liberación”, detalla.

El criminólogo asegura que no sería correcto relacionar este tipo de crímenes cuando se establecen móviles políticos. “Se ubica este tipo de praxis en bandas criminales que controlan territorios y que deseen enviar un mensaje, la proyección de la venganza”, añade.

Sin embargo, Tadeo Rada, hermano de Edmundo Rada, aseguró que funcionarios de las FAES tenían fotos de su hermano luego de que participara en una protesta en Mesuca, junto con la diputada Manuela Bolívar. “Pipo” le había confesado a su hermano el temor que sentía por la fotos que le tomó este cuerpo policial que ha sido acusado de violar los derechos humanos, según el informe de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Tadeo Rada, hermano de “Pipo” Rada | Foto cortesía

Mármol García destaca que en el caso de Edmundo, se maneja una hipótesis de venganza política, la misma que se consideró en el caso de Yánez Rangel hasta que se determinó la responsabilidad de una banda criminal dedicada al secuestro.

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Pero el móvil político es una línea de investigación que debe seguir el Cicpc como hipótesis del crimen, señala Mármol, puesto que el pasado 28 de septiembre el ex concejal acompañó al presidente interino Guaidó a una actividad política en Petare.

Ante esta situación, el criminólogo señala que el equipo de investigación debe considerar todas las hipótesis apriorísticas (previas) para que los investigadores desarrollan diferentes líneas de investigación.

“Sería un gran error encasillarse en que la responsabilidad de la muerte de Rada apunta a organismos policiales, grupos civiles armados (colectivos) o delincuencia común, se deben agotar todas las hipótesis. Por el momento yo no descartaría ninguna hipótesis, desde los motivos políticos hasta un tema personal”, explica.

Las FAES y la ONU

Las FAES fueron señaladas por miembros de Voluntad Popular como presunto responsable de la muerte de Edmundo Rada. Durante la visita de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet a Venezuela, quedó establecido en el informe que este organismo es un órgano policial violador de derechos humanos, por lo que la ONU recomendaba su eliminación.

Las FAES son señaladas como una fuerza policial violadora de derechos | Foto cortesía

“Las FAES son señaladas como un órgano que viola derechos humanos, pero sobre todo es violador de derechos humanos en contra de la ciudadanía y en contra del presunto delincuente común. Sin embargo, en temas políticos partidistas, las violaciones a los derechos humanos se trata de detenciones arbitrarias. En caso de darse la hipótesis de la responsabilidad de las FAES en la muerte del ex concejal por motivo político, no sería algo común”, explica el abogado Mármol García.

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Pero el día de la muerte de Rada los ojos del mundo estaban puestos sobre Venezuela. Ese día la delegación del régimen de Nicolás Maduro obtuvo 105 votos para ingresar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Tan solo dos horas después del ingreso de Venezuela al organismo, se conoció la noticia de la muerte del ex concejal.

El día que hicieron pública la muerte de “Pipo” también fue cuando le dieron un puesto a Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU | Foto cortesía

El abogado señala que luego del ingreso de Venezuela al órgano internacional y en vista de la muerte de Edmundo Rada, es el momento ideal para activar el Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas. Este mecanismo recoge un conjunto de normas para investigar una muerte y establece un conjunto común de principios y directrices para los Estados, las instituciones y las personas que participen en la investigación.

“Por el simple hecho de haber hipótesis o por haber una parte del país que cree que que se puede tratar de una muerte por motivos políticos, es el momento idóneo para activar el Protocolo de Minessota y se constituyan las comisiones ad hoc (para el caso) respectivas para que se conduzcan las investigaciones de forma transparente e imparcial”, explica.

Muchas han sido las reacciones internacionales y nacionales sobre la muerte del ex concejal y el ex gobernador. En ambos casos el petitorio es el mismo: justicia. Esta exigencia se ve empañada por irregularidades institucionales y el constante cambio en las prácticas delincuenciales de una Venezuela en la que sus ciudadanos conviven con el miedo como una compañía constante.

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