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  • Los sueldos de los docentes oscilan entre los 11 y 18 dólares mensuales

Los docentes universitarios en Venezuela han realizado diversas protestas en los últimos años para exigir a las autoridades del régimen de Nicolás Maduro un aumento de sueldo que sea significativo y les permita cubrir los precios de la canasta básica.

El equipo de El Diario entrevistó a cuatro docentes a propósito del Día del Profesor Universitario que se celebra cada 5 de diciembre. Algunos de ellos recordaron que en el año 2000, cobraban entre 1.000 a 1.500 dólares, lo que les permitía vivir de una manera digna. En la actualidad, el suelo oscila entre los 11 y 18 dólares mensuales.

Luis Salguero se desempeñó como profesor en el área de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Experimental Simón Bolívar (UPEL) por más de 20 años. Se graduó como licenciado en Educación en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y fue el segundo mejor promedio de su promoción. Además, realizó una maestría en Relaciones Industriales y un doctorado en Ciencias Gerenciales.

Salguero comentó que a pesar de su formación académica, su sueldo como profesor jubilado es de 700 bolívares mensuales.

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El profesor universitario, quien vive con su esposa y dos hijos, explicó que gracias al sueldo que percibe su pareja, la familia puede cubrir los gastos de la canasta básica, pues con lo que el régimen le deposita en su cuenta es muy poco lo que puedan comprar en la actualidad.

No se muestra optimista con respecto a que las autoridades nacionales anuncien en el corto plazo un aumento que sea representativo para el sector. A su juicio, solo un cambio de sistema podría significar un cambio positivo para todos los docentes que ejercen en el país.

Alexander Albarrán fue otro de los profesores consultados por El Diario. Es licenciado en Trabajo Social y tiene un doctorado en Ciencias Sociales. Actualmente es profesor a medio tiempo en la escuela de Administración y Contaduría de la UCV. 

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Instalaciones de la UCV

Su sueldo es de 135,70 bolívares mensuales o 3,82 dólares, según la tasa del martes 5 de diciembre, por lo que cuestionó que en los últimos años el régimen haya violado las convenciones colectivas conseguidas por sindicatos y gremios del sector educación.

“Desde hace unos cuantos años para acá, el Acta Convenio se dejó de cumplir. Este es el convenio que se firmó entre la UCV y el gobierno en el que se establece que tendría que darse un aumento salarial de acuerdo con el índice inflacionario. Eso no se ha cumplido, los aumentos salariales no se han venido dando, y la última vez que aumentaron ni cuenta me di”, denunció.

El profesor Albarrán agregó que los docentes deberían tener un salario por encima de los 1.000 dólares para poder cubrir la cesta básica.

“Con ese salario sí pudiéramos decir que los profesores nos dedicamos 100 % de nuestro tiempo y nuestro trabajo intelectual a ayudar a formar a los profesionales del país”, agregó.

Docentes exploran otras áreas

El profesor Alexander Albarrán puntualizó que debido a esta situación ha tenido que explorar otras áreas para las que no se ha formado académicamente, pero sí por experiencia, entre estas, la música. En sus redes sociales comparte los videos de sus presentaciones musicales en espacios donde lo contratan, sobre todo los fines de semana.

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El profesor de la escuela de Administración y Contaduría de la UCV dijo también que se dedica al área holística y que esta es la que cubre el mayor porcentaje de sus gastos familiares porque la música tampoco ha sido muy rentable para él en el país.

Ser profesor universitario realmente no es rentable. Si una persona desea incursionar en el área de la docencia universitaria en Venezuela, sería estrictamente como hobbie, por vocación, por tener una experiencia diferente, pero no por la parte económica”, argumentó.

Por su parte, Rebeca Estefano, quien es profesora de Educación Especial, con maestría en estrategia de aprendizaje, doctorado en Innovación curricular y prácticas socioeducativas, comentó que su sueldo es de 1.484 bolívares o 41,77 dólares, según la tasa del martes 5 de diciembre

Estefano contó que es profesora titular, coordinadora de diseño curricular instruccional en la Universidad Nacional Abierta (UNA) y tiene 25 años en la casa de estudio, por lo que también recibe un pago por prima de antigüedad. A pesar de ello, dijo que su sueldo no llega a 50 dólares mensuales.

Agregó que, al igual que el profesor Albarrán, ha tenido que enfocarse en otras actividades para poder cubrir sus gastos básicos. En su caso, precisó que tiene una organización sin fines de lucro que se llama Ser inclusivo, la cual busca promover espacios para la inclusión de personas con discapacidad.

Resaltó que a través de su fundación, otras organizaciones y empresas la contratan para dictar talleres y charlas relacionadas con el área de la inclusión.

Estefano afirmó que en Venezuela hay mucho talento y que debido a los bajos salarios muchos docentes se han ido del país o están explorando otras alternativas.

“La generación de relevo se ha ido”

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Foto: Jordan Flores
A mí me da mucha tristeza porque aquí hay mucho talento, aquí hay docentes muy buenos, y toda esa calidad ha ido migrando hacia otras esferas, bien sea a vender cosas, a convertirse en emprendedor, a buscar opciones como en mi caso a través de la fundación. Es talento que puedes dar a tu país y se pierde. La generación de relevo se ha ido. Esto nos está demorando, sobre todo nos está quitando esa calidad en la educación”, recalcó Rebeca Estefano.

Una opinión similar manifestó el profesor Fernando Velásquez, quien también cuenta con doctorado y maestría; y explicó que en su caso ha tenido que realizar otras actividades, entras estas, impartir clases de forma particular porque los 40 dólares que percibe mensualmente son insuficientes.

Velásquez es además representante profesoral ante el Consejo Universitario de la UPEL y director tesorero de la Fundación Fondo Jubilaciones y Pensiones también de la universidad.

Dijo que ha participado en “todas las protestas” que el gremio ha llevado a cabo en el país con la intención de cambiar la situación por la que están atravesando en la actualidad.

“La universidad todavía está de pie, a pesar de todas las vicisitudes que se están viviendo porque todavía hay un trabajo profesional de mística. Yo seguiré protestando porque yo sé que nosotros tenemos que cambiar esa situación. Tenemos que seguir luchando y seguir trabajando”, enfatizó. 

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