- En los últimos años varias naciones han aprobado el procedimiento, un procedimiento en el que la persona que padezca algún problema de salud grave o incurable puede autoadministrarse un medicamento para acabar con su vida
En varios países es legal el suicidio asistido para personas que padezcan enfermedades o dolores incompatibles con “una vida digna”. Colombia se sumó a esta lista de naciones luego de que la Corte Constitucional legalizó el jueves 11 de mayo el suicidio médicamente asistido (SMA) como uno de los procedimientos para acceder a la muerte digna en ese país.
A diferencia de la eutanasia, donde la responsabilidad de administrar el medicamento para terminar con la vida del paciente recae sobre el personal de salud, en el suicidio asistido es el mismo paciente quien se autoadministra los medicamentos.
¿Cuáles son los países que permiten el suicidio asistido?
Suiza
En Suiza la ley prohíbe la “eutanasia activa”, en la que un tercero, incluido un médico, administra directamente un medicamento a un paciente para provocarle la muerte. Lo que se admite es el “suicidio asistido”, en el que en la mayoría de los casos el paciente consume una droga letal prescrita por un médico.
El suicidio asistido se practica desde la década de los cuarenta en ese país. En el año 2006 el Tribunal Federal suizo estableció que toda persona en uso de sus capacidades mentales (sin tomar en cuenta si eran o no enfermos terminales) tiene el derecho a decidir sobre su propia muerte.
Si bien el suicidio asistido es legal, la eutanasia no está permitida en el país alpino. En diciembre de 2021 las autoridades suizas aprobaron el uso de Sarco, una cápsula en la que las personas con plena conciencia y con enfermedades graves puedan acabar con su vida.
Austria
En diciembre de 2021 el Parlamento de Austria aprobó legalizar el suicidio asistido para personas con enfermedades graves. Sin embargo, la eutanasia activa sigue estando prohibida en ese país.
Si una persona decide recurrir al suicidio asistido debe cumplir varios requisitos: tener más 18 años, un diagnóstico médico, charlas explicativas con dos médicos y un periodo de reflexión de varias semanas. Después de cumplir todos estos requisitos, el paciente podrá redactar su testamento con un notario o un defensor del paciente y después podrán obtener un medicamento en una farmacia para morir.
Alemania
En el año 2020 el máximo tribunal de Alemania declaró inconstitucional un artículo del Código Penal que prohibía el suicidio asistido. De acuerdo con el fallo, los médicos podrán aconsejar a los pacientes sobre esta opción a los pacientes que la soliciten y proveerles de medicamentos letales, que deberán administrarse los mismos pacientes.
Estados Unidos
En este país el suicidio asistido es legal en varios estados del país. En Oregon aplica cuando la supervivencia esperada es de seis meses o menos y en Montana se permite a través de una decisión judicial. Otros estados donde es permitido es en Washington, Vermont, California, Colorado , Washington D C, Hawái, Nueva Jersey , Maine y Nuevo México. Sin embargo, la eutanasia es ilegal en ese territorio.
Australia
En octubre de 2021 el gobierno de Australia aprobó una nueva ley que permite que se practique el suicidio asistido para aquellas personas mayores de edad con enfermedades crónicas o terminales.
Para acceder al suicidio asistido el paciente debe atravesar por varias fases: dos médicos deben informar al paciente sobre el procedimiento, en caso de dudas se solicita la intervención de un psicólogo o psiquiatra y luego de 12 semanas de emitida la resolución la persona tendrá derecho a buscar el medicamento letal en una farmacia.
Colombia
La Corte Constitucional de Colombia aprobó la legalización del suicidio asistido en el país. En Colombia la eutanasia es legal y forma parte de los procedimientos autorizados para acceder a la muerte digna en ese país.
Los requisitos son los mismos para el suicidio asistido como para la eutanasia: el paciente debe tener un diagnostico con una lesión corporal o una enfermedad grave e incurable, o padezca de intensos dolores físicos o psíquicos incompatibles con una “vida digna”.