- Betsy Ramírez emigró a Estados Unidos y en ese país descubrió su vocación por la repostería y la cocina venezolana. Foto: Cortesía
Cuando Betsy Ramírez y su familia abandonaron Venezuela, en enero del año 2014, creyeron que sería por poco tiempo. Esperaban que la situación económica, las condiciones políticas y sociales mejoraran, pero nada de eso sucedió.
Aunque emigrar a Estados Unidos fue complicado, cuando menos lo imaginó ya su familia se había establecido en Nueva Jersey, ciudad en la que descubrió su nueva pasión: la repostería.
Tras años de trabajar como manicurista, niñera, repartidora o cualquier empleo que le ofrecieran, Betsy inició un proyecto con el que —asegura — pasó mucho trabajo, pero ahora es uno de sus sustentos económicos principales.
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Inspiración
La repostera venezolana explicó que desde joven fue fanática de las manualidades. De niña, cuando vivía en San Cristóbal (estado Táchira), Betsy dedicó varios años a la elaboración de piñatas. Cuando tuvo a su primera hija, Stephany, confeccionó peluches y móviles de fieltro.
Años después, cuando ya se estableció en Estados Unidos y mientras su hija Stephany estaba embarazada, Betsy buscó con mucho empeño a alguien que hiciera un pastel para el baby shower. Pocos días antes de la fiesta, consiguieron a una venezolana que horneaba y decoraba tortas, pero esa búsqueda le hizo darse cuenta de que no había tantas opciones para escoger en esa ciudad.
Un año después, para la época de Acción de Gracias, Betsy decidió aventurarse en la preparación de platos y postres de su país, especialmente porque cada día crecía la cantidad de venezolanos en la ciudad que extrañaban su gastronomía. Así nació Beca’s Creations.
El próximo reto de Betsy fueron las tortas. Aprender su elaboración desde cero, conocer bien los ingredientes y crear procesos hasta conseguir los resultados que ella esperaba llevó mucho tiempo.
Trabajo duro
Betsy admitió que el primer año y medio que estuvo con Beca´s no tuvo ganancias monetarias. No obstante, aseguró que en ese tiempo sí ganó experiencia.
Durante ese periodo, regaló mucho de su trabajo, obsequió pasteles, llevó tequeños y torta tres leches a cada fiesta que la invitaban. En esas ocasiones escuchaba las opiniones de los invitados y tomaba nota para mejorar.
“Aprendí mucho de qué es lo que le gusta a cada persona. Aquí hay muchos latinos, entonces a los venezolanos nos gustan los ponqués más secos y poco dulces, pero al dominicano le gusta la torta más húmeda, en cambio los ecuatorianos la prefieren con manjar de leche y mermelada. Con todo eso aprendía un poco de cada cliente”, señaló la venezolana.
Luego de encontrar las recetas ideales, Betsy comenzó a darle un valor económico a sus productos. La tachirense explicó que los ciudadanos de Estados Unidos trabajan mucho para ganar una hora de salario, así que espera que sus clientes se sientan satisfechos cuando compran uno de sus postres.
A pesar de que en estos años ha adquirido experticia en la elaboración de tortas para celebraciones, los clientes, venezolanos o no, siempre vuelven al origen de su emprendimiento: los tequeños y el pan de jamón.
Los obstáculos de la pandemia
El 18 de marzo de 2020 el estado de Nueva York entró en cuarentena total por orden de la Gobernación. Todas las reuniones, celebraciones, bodas y cumpleaños se suspendieron definitivamente, lo que afectó fuertemente a Beca’s Creations.
La incertidumbre invadió su hogar por al menos un mes, porque los ingresos de su familia se redujeron considerablemente al no poder realizar ninguna actividad comercial. Sin embargo, semanas después los teléfonos comenzaron a sonar nuevamente.
Los clientes de Beca’s regresaron. “Hubo personas que me dijeron ‘no importa que tenga que hacer una celebración pequeña, mi hija se va a graduar y yo quiero que le hagas su torta’, y así fue como volvimos al trabajo”, recordó la repostera.
Betsy manifestó su orgullo al ver su historia en retrospectiva. Asegura que cada seguidor en su cuenta de Instagram se lo ganó a pulso y que las dificultades nunca la han detenido.
Insistió en que sus resultados se deben a que ama lo que hace y en ningún momento imaginó a Beca’s como la idea que la haría millonaria, sino como una oportunidad de compartir un poco el sabor venezolano con Nueva Jersey y sus alrededores.
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