- La Lopnna establece que personas mayores de 25 años de edad, solteros, en libre unión o casados, pueden iniciar los trámites para convertirse en padres no biológicos
El proceso de adopción en Venezuela se mantiene, pese a las limitaciones y contratiempos que trajo consigo la pandemia de coronavirus y la crisis que afecta a la nación.
Si bien existe la creencia de que se trata de un proceso engorroso y burocrático, los especialistas en la materia consultados por El Diario indicaron que los trámites se realizan sobre la base de lapsos procesales.
Otro aspecto a considerar es si el niño tiene certificado de adoptabilidad; es decir, si cumple con los requisitos para pasar bajo la tutela de una familia nueva.
En el país, le corresponde al Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena) la evaluación previa del niño o adolescente, hasta los 18 años de edad, si posee o no familia.
Luego este caso, es evaluado por un juez con competencia en la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), quien tiene la última palabra en el proceso.
Paso a paso
El marco jurídico vigente en Venezuela establece que pueden adoptar todos aquellos ciudadanos mayores de 25 años de edad, hombres o mujeres solteras, matrimonios o parejas que vivan en libre unión (concubinato).
Los interesados son sometidos a evaluaciones psicológicas, psiquiátricas y deben tener solvencia económica para responder por los gastos de alimentación, educación, salud y recreación del niño.
Las personas que viven fuera del país también pueden optar. Deben cumplir con los pasos previstos en la ley y consignar los documentos ante el Consulado venezolano, instancia que remitirá la solicitud a la Cancillería de la República. Luego, los interesados deben trasladarse a suelo nacional y allí inicia un proceso de “emparentamiento supervisado”, que deriva en la colocación familiar por un año.
El exfiscal en materia de protección de niños, niñas y adolescentes, Tutankamen Hernández, enfatizó que las adopciones son procesos que requieren sentencia emanada de un tribunal competente y que cada caso es evaluado con rigurosidad.
El también docente universitario, quien participó en las convocatorias para la redacción de la Lopnna, puntualizó que las personas interesadas en tener un hijo adoptivo tienen que acudir a la sede regional del Idena y consignar los documentos requeridos para dar inicio al proceso formal.
“Los niños se están institucionalizando”
La ONG Proadopción tiene 20 años de fundada. Su junta directiva la integran padres adoptivos, quienes promueven las adopciones en el país y orientan a aquellos que desean tener un nuevo integrante en la familia.
Su director general, José Gregorio Fernández, enfatizó que los niños tienen derecho a un hogar que les brinde protección y amor.
Puntualizó que no todos los niños que están en casas de protección tienen certificado de adoptabilidad y para que esto se cumpla deben presentarse al menos uno de los siguientes escenarios: que haya consentimiento de los padres biológicos (cederlos en adopción), que no se ubique a un familiar hasta cuarto grado de consanguineidad o que los padres sean negligentes en la crianza del niño, con un ambiente de violencia o abuso sexual.
Agregó que la demanda de adopciones se mantiene. Solo en el Área Metropolitana de Caracas (AMC) se han recibido cerca de 300 solicitudes. “El interés de las personas sigue. A nosotros nos han contactado personas que quizá no tienen tantos recursos económicos, pero que quieren tener sus hijos”, apuntó.
La colocación familiar, una opción más expedita
El programa de colocación familiar es una vía más expedita para tener a un niño en el hogar, pero no es una adopción; aunque la autorización depende también de un juez.
Hernández, fiscal de Lopnna jubilado, explicó que esta vía permite recibir a un niño dentro del entorno, puede ser un sobrino, nieto, hijo de la pareja. Es más flexible porque no se agota la búsqueda familiar.
“Los niños no pierden sus nexos consanguíneos y puede ser una medida temporal. Aunque interviene el Consejo de Protección de Niño y del Adolescente, el juez dicta sentencia”, precisó.
Para Fernández, esta figura, consagrada en la Lopnna, puede garantizarle a un niño la posibilidad de tener una familia que le dé valores, techo y vele por sus derechos.
“Los programas de fortalecimiento familiar son indispensables, De hecho, Unicef está trabajando en un proyecto en Venezuela que impulsa programas de acogimiento familiar de niños dejados atrás. Un niño siempre estará mejor en un hogar que dentro de una casa de protección”, subrayó el también padre adoptivo de dos varones de 24 y 22 años de edad.
“Sueño con ponerle la medalla universitaria”
La periodista Lorena Arráiz tiene una nueva hija. Llegó a su casa, en San Cristóbal, estado Táchira, hace unos meses. Tiene 15 años de edad y según la comunicadora “es una niña buena, responsable, estudiosa y muy inteligente”.
Arráiz, madre de Lorena y Daniela, conoció a quien ahora es su hija menor durante una visita a la casa hogar donde residía la adolescente, quien había quedado huérfana, y en la cual la también docente de la Universidad de Los Andes (ULA), hace labor social.
Fue a través del programa de colocación familiar que la jovencita pudo incorporarse al hogar Orozco-Arráíz. “Mi anhelo no es que ella se quede aquí hasta los 18 años, sino que permanezca con nosotros, su familia. Mi sueño es ponerle a ella la medalla universitaria”, expresó.
Han sido muchas las familias que consiguieron en la adopción la vía para cumplir con el sueño de la maternidad y la paternidad. La responsabilidad, la entrega y el acompañamiento son fundamentales para todos los niños sin distinción. El amor ese sentimiento que mueve el mundo, aunque el tipo de sangre no sea el mismo.
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