- Pickles encontró la Copa del Mundo mientras paseaba con su dueño en un jardín ubicado al sur de Londres
En Inglaterra, cuatro meses antes de celebrarse el Mundial de Fútbol en 1966, un perro salvó el evento deportivo al encontrar la Copa del Mundo, luego de que esta hubiera sido robada.
Antes de celebrarse el Mundial, la Federación Inglesa exhibió el trofeo Jules Rimet, valorado en 30.000 libras, en el Westminister Central Hall de Londres.
Sin embargo, el domingo 20 de marzo de 1966, tras cuatro meses de exhibición, los guardias a cargo de la seguridad se descuidaron y se produjo el robo de la Copa del Mundo.
Mientras la Policía Metropolitana de Londres en Scotland Yard investigaba el crimen, un hombre llamado David Corbett decidió salir a pasear con su perro Pickles, un collie blanquinegro, en un jardín suburbano en Beulah Hill, South Norwood, al sur de Londres.
Pickles encontró el trofeo envuelto en papel periódico en el parque. Su dueño reconoció al instante que se trataba de la Copa del Mundo.
“Rompí un poco el envoltorio por debajo y había una chapa lisa. Seguí rompiendo alrededor, y aparecieron Brasil, Alemania, Uruguay. Volví a casa corriendo y le dije a mi mujer: ‘¡Creo que encontré la Copa Mundial!”, contó Corbett a la policía, según la BBC.
Tras culminar las investigaciones, el trofeo volvió a manos de la FIFA y la Federación Inglesa.
La Policía inglesa nunca encontró al responsable del robo de la Copa Mundial.
La recompensa para un héroe canino
Inglaterra ganó aquel Mundial de 1966 frente a Alemania con un marcador de 4-2 en el Estadio de Wembley e invitaron a Pickles para la celebración.
En el año 2016, el dueño del perro contó a la BBC que el capitán de la selección inglesa, Bobby Moore, llevó a Pickles a un balcón y lo alzó victorioso frente a las personas que festejaban la victoria en el Mundial.
El Club Nacional de Deportes de Inglaterra declaró a Pickles como el “perro del año” y le entregaron una medalla y una recompensa de 1.500 dólares.
El perro se volvió tan famoso que en 1966 apareció en la película El espía con la nariz fría, protagonizada por Laurence Harvey y Daliah Lavi.
En 1967, un año después de su hazaña, Pickles falleció cuando se ahorcó con su propia correa mientras perseguía a un gato.
Los dueños de Pickles enterraron sus restos en el jardín de la vivienda de Corbett, en South Norwood.
El segundo robo de la Copa del Mundo
El robo de la Copa del Mundo en Inglaterra de 1966 no fue el último.
La FIFA estableció una regla que estipulaba que el país que ganara la Copa del Mundo en tres oportunidades se lo quedaría definitivamente, fue así como Brasil se quedó con la Jules Rimet.
El 19 de diciembre de 1983, volvieron a robar la Jules Rimet en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol en Río de Janeiro, el trofeo estaba resguardado en una caja de cristal antibalas pegado a la pared.
Juan Carlos Hernández, de nacionalidad argentina, planeó el robo junto a otras tres personas y fundió el trofeo, que luego vendió como oro.
La Policía detuvo a Hernández en 1984 y recibió tres años de prisión.
“Nosotros tuvimos que ganar tres campeonatos para quedarnos con la copa y viene un argentino y la derrite”, aseguró Murilo Miguel, investigador del caso, en una entrevista ofrecida en 2006 al diario Página 12.
“Juan Carlos Hernández era un tipo muy astuto, muy astuto, fingía no saber nada, pero cuando le dije que para los brasileños era una bofetada que un argentino haya convertido a la copa en lingotes de oro me miró con una sonrisa que todavía recuerdo, para mí fue como una confesión”, agregó en la misma nota.
La Jules Rimet se perdió para siempre, pero ya para Alemania 1974, la FIFA entregó la copa que actualmente se conoce. Además, eliminó la regla de regalar la Copa, por lo que los campeones tienen el trofeo original por un tiempo, lo devuelven y se les entrega una réplica.