- Los altos índices de inseguridad y las recientes manifestaciones en el país andino han intensificado la estigmatización hacia la población de migrantes venezolanos, lo cual desencadena consecuencias a largo plazo que dificultan su integración. Foto principal: EFE
Un paro nacional marcó los días en Ecuador durante el mes de junio. Distintos grupos indígenas llegaron a la capital del país para exigir al gobierno reformas sociales y económicas. En el transcurso de estas protestas, la palabra “venezolanos” también comenzó a desencadenar discusiones en redes sociales y medios de comunicación.
“En Venezuela se han dolarizado con nuestros dólares prestados. Por tanto, vamos a exigir la onceava cláusula: que se bloqueen todas las cuentas bancarias de los venezolanos para que no se sigan llevando nuestros dólares a Venezuela”, exclamó uno de los manifestantes durante el paro nacional, específicamente el 21 de junio.
Las reacciones comenzaron a multiplicarse. Nuevamente, la presencia de los venezolanos en Ecuador era un tema que muchos discutían en redes sociales. Ante este hecho, la plataforma Barómetro de Xenofobia publicó un informe en el que precisan que ese 21 de junio se registró un incremento de mensajes xenófobos hacia los migrantes venezolanos de más del 343 % respecto al promedio diario del mes, que se estima en 82 mensajes.
Juan David Naranjo, coordinador de proyectos y asuntos públicos de Barómetro de Xenofobia, explicó para El Diario que existen varias razones para que ocurran esta clase de señalamientos contra la población migrante. Una de ellas, es el temor de parte de las sociedades de acogida hacia lo desconocido. En ese sentido: “Los migrantes se terminan convirtiendo en los responsables de todos los males de la sociedad y eso lo hemos visto no solamente en Ecuador, sino en Colombia”.
Durante el paro nacional, también se acusó a los venezolanos de recibir dinero para participar en las manifestaciones.
Sobre este aspecto, resalta el peligro que tienen dichas afirmaciones sin la presentación de pruebas, debido a que se termina criminalizando a todo un conjunto de la población.
Estigmas y temores
De acuerdo con cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, en Ecuador actualmente viven 513.903 venezolanos. Patricia* es parte de esa cifra y tiene cerca de tres años viviendo en Ecuador. Los comentarios sobre la participación de sus connacionales en las manifestaciones también los escuchó en su lugar de trabajo.
“Hasta mi jefe me dijo un día: ‘Yo pensé que estaba protestando, así como los suyos’”, dijo con asombro.
Katherine Torrealba, por su parte, comenta que durante estas manifestaciones prefería no hablar con acento venezolano ante desconocidos.
“Como yo tomo taxi todos los días, tenía ese miedo de que la persona que me llevara a la casa o al trabajo sintiera mi acento y tuviera alguna reacción negativa conmigo. Entonces, no hablaba o trataba de que se me sintiera más el acento de la costa”, relató.
Inseguridad creciente
En los últimos meses, la criminalidad ha colmado los titulares de la prensa en Ecuador. De acuerdo con declaraciones de Patricio Carrillo, Ministro del Interior, en el primer cuatrimestre de 2022 se registraron alrededor de 1.180 muertes violentas, de manera que solo en este lapso se obtuvieron las cifras con las que cerraron en el año 2020.
Por ende, explicó que si se proyectan esas cifras, el país terminaría este año con cerca de 4.000 muertes violentas. “Eso en tasa nos vuelve absolutamente impresentables”, agregó.
🎙 En lo que va del año son alrededor 1180 muertes violentas, eso quiere decir que al primer cuatrimestre de 2022 terminamos duplicando la cifra de 2020 y de continuar así estaríamos con cerca de 4.000 muertes violentas en este año, eso nos vuelve impresentables, detalló⬇️ pic.twitter.com/1kz8ksWiFA
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) April 19, 2022
Sobre este tema, Barómetro de Xenofobia se pronunció en su sexto boletín mensual, en el que explican la estigmatización que viven las personas migrantes al ser consideradas como responsables de estas situaciones. Para dicho reporte, se analizaron 390 noticias de medios de comunicación y alrededor de 11 mil publicaciones sobre temas de movilidad.
“Un dato importante para derrumbar imaginarios sobre migración y criminalidad que debe ser más difundido es el siguiente: según el Ministerio de Gobierno de Ecuador, menos del 2 % de la población carcelaria en Ecuador era de origen venezolano”, se lee en el documento.
Barreras para la integración
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicó en su informe Integración socioeconómica de los migrantes y refugiados venezolanos que la mitad o más de la mitad de los venezolanos en Ecuador han reportado haber sido discriminados por su nacionalidad durante los periodos 2017-2018, 2018-2019 y 2020-2021. Incluso, señalan que las tasas crecieron ligeramente en este último lapso.
Richard Duran es otro migrante venezolano que llegó al país andino. En su caso, explica que ha tenido algunos incidentes en lugares públicos por su nacionalidad y las predisposiciones de algunas personas. Asimismo, recuerda que la vez que tuvo más temor de transitar en las calles de la capital fue en 2019, cuando ocurrió un feminicidio en la ciudad de Ibarra que desencadenó una serie de actos xenófobos hacia la población migrante, pese a que la criminalidad no tiene gentilicio.
Sobre el papel de los medios de comunicación, Juan David Naranjo destaca la relevancia que estos pueden tener para promover la integración en las comunidades de acogida. También señala que en los casos donde haya individuos cometiendo delitos se les debe judicializar dentro de la ley; no obstante, reitera que no hay necesidad de mencionar la nacionalidad del delincuente porque “esa nacionalidad no aporta en nada al proceso judicial”.
Finalmente, Naranjo menciona la importancia de tomar acciones para que los temores y prejuicios que pueden existir en las personas no se incrementen. “Contra la xenofobia no se lucha de manera espontánea, contra la xenofobia se lucha poniendo recursos y poniendo esfuerzos institucionales en campañas de comunicación, en trabajo con las comunidades”.
De igual forma, recuerda que la mayoría de las poblaciones latinoamericanas han sido migrantes y que, en muchas ocasiones, estas llegaron a Venezuela. “Entonces, puede haber un mensaje no solo de empatía, sino de agradecimiento y solidaridad con un pueblo que los acogió y que ahora está pasando por un mal momento”.
(*) El nombre de la entrevistada fue sustituido para proteger su identidad.