- El organismo internacional publicó su informe anual en el que evaluó la situación de la región y realizó recomendaciones a los países para superar la crisis generada por la pandemia de covid-19
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó este martes 31 de agosto su informe anual en el que proyectan que la economía venezolana registrará una contracción de 4% al cierre de 2021.
De acuerdo con el organismo internacional, Venezuela será uno de los dos países de la región que no tendrán una tasa de crecimiento este año. La otra nación que se ubicará en números rojos (-1,3%) es Haití. No obstante, esperan que la economía venezolana crezca 1% durante 2022.
La Cepal prevé que, en promedio, los países de América Latina y el Caribe experimenten un crecimiento en torno a 5,9%, una previsión más optimista que las proyecciones publicadas en julio por la comisión que auguraban un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,2%.
Pese al aumento del crecimiento esperado por el organismo, la cifra no será suficiente para que las economías puedan recuperar los niveles registrados a finales de 2019. Previo a que iniciara la pandemia de covid 19.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, advirtió que la tasa de crecimiento experimentada durante este año no se mantendrá en 2022 pues esperan que se registre una desaceleración de la economía. Por este motivo calculan que la tasa de crecimiento será de solo 2,9%, es decir casi la mitad de la prevista para este año.
La funcionaria explicó que la recuperación registrada durante 2021 ha sido posible gracias al aumento de los precios de las materias primas que exporta la región, los efectos positivos derivados de la demanda externa. Así como el aumento de la demanda agregada.
El informe de la Cepal proyecta que los países que tendrán un mayor crecimiento este año serán Panamá (12 %); Perú (10,6 %); Chile (9,2 %); República Dominicana (8 %); Argentina (7,5 %); El Salvador (7,5 %); Colombia (7,5 %) y México (6,2 %). Por su parte, los que tendrán el peor desempeño son Costa Rica (3,7 %); Ecuador (3 %); Nicaragua (2,5 %), Cuba (2,2 %); Haití (-1,3 %) y Venezuela (-4 %).
Problemas estructurales
El organismo internacional plantea que uno de los mayores desafíos que tendrá que afrontar la región será lograr mantener una tasa de crecimiento de forma sostenida. Argumentan que previo a la pandemia América Latina y el Caribe se encontraba a las puertas de un escenario de estancamiento económico.
Afirman que una muestra de ello es que entre 2014 y 2019 la región creció a una tasa anual 0,3% menor que la registrada durante la Primera Guerra Mundial (0,9%) y la Gran Depresión (1,3%).
A esto se suman los problemas que limitaban el crecimiento de los países suramericanos como la baja inversión y productividad, la informalidad, la desocupación, la desigualdad y la pobreza.
La Cepal destaca también en su informe que durante 2020 se produjo la mayor crisis que han experimentado los mercados laborales de América Latina y el Caribe desde 1950 con un aumento en la tasa de desocupados cercano al 10%.
“Con la crisis la participación femenina en el mercado laboral llegó en 2020 a 46,9%, lo que representa un retroceso a los niveles de 2002. En 2021 se espera una recuperación de este indicador, que llegaría a 49,1%, pese a lo cual los niveles serían similares a los de 2008”, continúa el informe.
Recomendaciones
Como parte de su informe anual, la Cepal realizó una serie de recomendaciones a los países de la región para mejorar sus perspectivas económicas de cara al próximo año. Entre ellas está el canalizar inversión a sectores que pueden potenciar competitividad, empleo, y bajar la huella ambiental.
En este sentido apuntan hacia la transición a energías renovables, la movilidad sostenible en ciudades y el turismo sostenible. De igual forma, aseguran que es necesario ampliar aquellos programas gubernamentales que fomenten la creación de puestos de trabajo, especialmente para mujeres y jóvenes.
“Es necesario impulsar políticas sectoriales para la reactivación de actividades productivas gravemente afectadas por la crisis, como el comercio y el turismo; extender y profundizar los programas de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas”, instó la secretaria ejecutiva de la Cepal.
En el ámbito fiscal, apuntan que es necesario acelerar la inversión pública e incentivar y atraer la inversión privada para fortalecer la recaudación tributaria. Al mismo tiempo se requiere reducir la evasión de impuestos que según la Cepal representa unos 325 millardos de dólares al año (6,1% del PIB regional)
Por último concluyen que es imprescindible fortalecer la banca de desarrollo tanto regional como nacional. Para de esta manera aumentar la capacidad de las instituciones financieras de ofrecer préstamos a los sectores productivos.
“Se debe ampliar el conjunto de instrumentos innovadores para mejorar el acceso al financiamiento. También incluir a los países de ingreso medio en todas las iniciativas de alivio de la deuda y acceso a liquidez concesional. El PIB no debe ser el único criterio para evaluar el desarrollo y necesidades de los países. Debemos pasar de la graduación a la gradación”, finalizó Alicia Bárcena.