- El régimen de Daniel Ortega y de Rosario Murillo buscará la reelección por tercera vez, luego de encarcelar a siete de los precandidatos de la oposición. La Unión Europea definió los comicios como “completamente fake”
Sin candidatos de la oposición por estar encarcelados o inhabilitados, y sin el respaldo de la comunidad internacional, en Nicaragua se llevarán a cabo unas elecciones presidenciales el próximo domingo 7 de noviembre. El resultado, en este contexto, es previsible: Daniel Ortega será reelecto como presidente por tercera vez y afianzará su régimen. De allí el llamado de la oposición a la ciudadanía a no participar en dichos comicios.
La Policía Nacional de Nicaragua hasta la fecha ha detenido al menos a 39 políticos opositores y activistas, entre ellos siete precandidatos presidenciales. Tres de ellos han sido acusados oficialmente por el régimen de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, de cometer el delito de “conspiración para cometer menoscabo a la soberanía nacional”.
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Presos políticos
El régimen de Ortega y de Murilllo, a través de su brazo judicial, acusan a los detenidos de violar la controversial ley 1055 aprobada por la Asamblea Nacional en 2020 para la “defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz”. Entre ellos están Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Noel José Vidaurre Argüello, Medardo Mairena Sequeira, Miguel Mora Barberena y Juan Sebastián Chamorro.
Por su parte, Cristiana Chamorro, una de las primeras en ser detenida y figura principal de la oposición, fue acusada por el Ministerio Público por presunta “gestión abusiva” y lavado de dinero durante su gestión frente a la Fundación Violeta Barrios y puesta bajo arresto domiciliario.
También han sido detenidos, entre otros, los dirigentes opositores José Pallais, José Adán Aguerri y Violeta Granera; el director de Banpro Grupo Promerica Luis Alberto Rivas Anduray; los exguerrilleros sandinistas Dora María Téllez Argüello, Hugo Torres Jiménez y Víctor Hugo Tinoco y las activistas Tamara Dávila, Ana Margarita Vigil Guardián y Suyen Barahona.
La brutal represión tiene el rechazo de las organizaciones de derechos humanos de Nicaragua y del mundo. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó la “brutal escalada de represión y persecución contra líderes sociales y políticos” y señaló que “es evidente que el régimen de Ortega-Murillo pretende mantenerse en el poder a costa del terror”.
Candidatos a la medida
Con todas las alternativas electorales en la cárcel, sectores de la oposición denuncian que los candidatos que se inscribieron están hechos a medida del gobierno y no suponen un real peligro a sus aspiraciones de reelegirse.
El exsacerdote Edgar Parrales aseguró a CNN que cinco de las siete fórmulas que lograron inscribirse no representan a la oposición porque son presentadas por partidos a los que llama “colaboracionistas”, cuya actividad se limita al tiempo electoral.
Las fórmulas presidenciales acusadas de “colaboracionistas” al régimen las lideran el abogado Marcelo De Jesús Montiel Fernández y la administradora de empresas Jennifer Espinoza, por el Partido Alianza Liberal Nicaragüense (ALN); el diputado Mauricio Orúe Vásquez y Zobeida del Socorro Rodríguez, por el Partido Liberal Independiente (PLI); el pastor Guillermo Osorno y Violeta Martínez de Moncada, por Camino Cristiano Nicaragüense; el abogado Gerson Gutiérrez Gasparín y Claudia María Romero Cuadra, del Partido Alianza por la República (APRE).
Por su parte Ortega eligió a Rosario Murillo como su candidata a vicepresidenta.
Reacción de la comunidad internacional
Por todo esto, diversos organismos internacionales y distintos gobiernos advirtieron que no reconocerán las elecciones del próximo domingo.
Recientemente el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, dijo que los comicios son “completamente un fake”. Aseguró que de ellas no se puede esperar ningún “resultado legítimo”. El funcionario español comparó la situación nicaragüense con la venezolana al referirse a las elecciones regionales previstas para el 21 de noviembre, en el que sí acudirán importantes sectores de la oposición y la UE enviará una misión de observación.
“Más me preocupa Nicaragua, que hay elecciones que son completamente un fake. Allí no vamos a mandar ninguna misión de observación electoral porque el señor Ortega ya se encargó de encarcelar a todos los opositores políticos que se presentaban a las elecciones. No podemos esperar que este proceso arroje un resultado legítimo que podamos considerar, sino todo lo contrario”, afirmó Borrell.
Asimismo, en un informe publicado recientemente, cuatro organizaciones civiles de Latinoamérica, entre ellos el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), publicaron un exhaustivo informe que muestra las irregularidades del proceso electoral y exigen al régimen de Ortega y Murillo suspender los comicios.
El documento expone las maniobras del régimen para lograr su reelección. Es decir, el control del Tribunal Electoral y los registros de votación, exclusión de partidos políticos de oposición, persecución de voces críticas, encarcelamiento de candidatos de la oposición, uso ilegal de recursos estatales con fines proselitistas y la ausencia generalizada de derechos y libertades fundamentales.
“De no producirse un giro hacia la plena garantía de los derechos humanos y la integridad electoral a través de la reprogramación de nuevas elecciones, se hace un llamado a la comunidad internacional a desconocer el resultado de las elecciones”, recomienda el informe, que también fue elaborado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) y por el Observatorio Ciudadano Urnas Abiertas, un grupo no gubernamental de observación y seguimiento electoral nicaragüense.
Ortega ha respondido a la comunidad internacional que no se “doblegarán” y acusándolos de “enemigos del pueblo”.