- Carlos Barreto y Gabriel León participaron en la edición 37 del Maratón des Sables, en el desierto del Sahara, donde recorrieron 6 etapas de unos 250 kilómetros en siete días
Solo tres venezolanos han competido en los 37 años de historia que tiene el Maratón des Sables, en Marruecos. Carlos Barreto (55) y Gabriel León (41) son dos de ellos. En la edición del año 2023 corrieron junto a 1-085 atletas de diferentes partes del mundo y se enfrentaron a temperaturas extremas de hasta 50 grados centígrados en el desierto del Sahara.
Ambos se han dedicado al deporte de resistencia desde hace tiempo. Cada uno ha participado en un sinfín de competencias a escala nacional e internacional con distintos niveles de exigencia. En 2018 coincidieron en una carrera en la Gran Sabana, que hablaron sobre el Maratón des Sables.
Para Gabriel, participar en esta carrera fue una experiencia única y lo cataloga como un viaje inigualable y espiritual. Aclara que la preparación no solo física sino mental es vital para soportar las condiciones climáticas y la exigencia a la que se exponen. Tanto así que asegura que con 9 meses de preparación no alcanzas a estar óptimo para la maratón.
Entrenamiento e inscripción
La preparación para Sables inició en agosto de 2022. Gabriel Leónes especialista en nutrición deportiva y coach en deportes de resistencia, así que fue el encargado de establecer el plan. Se enfocaron en entrenar por etapas y correr una cantidad determinada de kilómetros todos los días.
El trabajo físico más exigente lo cumplieron en Semana Santa. Allí corrieron más de 20 kilómetros diarios y hubo un día en que lograron un trayecto de 30 kilómetros.
“Lo emocionante de esto es que nos llevó a recorrer Venezuela (…) Yo monté todos los protocolos, los ciclos y funcionó porque el señor Carlos quedó de 142 a los 55 años de edad, para mí es un orgullo haber trabajado con él y saber que lo que yo monté, funcionó”, explicó Gabriel para El Diario.
Una vez enfocados en la preparación específica para el maratón, vino el proceso de inscripción. Carlos admitió que no es complicado completar el registro para participar en Sables. Exigen consignar unos informes, estudios médicos y cumplir con determinados recaudos que solicita la organización.
“Yo creo que la misma dificultad de las etapas es la que limita quien se inscribe y quién no. Nadie va a hacer esa inversión en tiempo y dinero, porque es costosa, para ir a pasar trabajo. El filtro es la mente de cada quien”, añadió Carlos.
Una carrera autosuficiente
El Maratón des Sables es una carrera denominada autosuficiente, esto quiere decir que cada atleta debe llevar el equipamiento necesario para asearse y alimentarse durante el desarrollo de la misma. La organización únicamente les provee -aparte de la seguridad y logística- una cantidad determinada de agua diaria a cada participante (unos 13.5 litros) la cual deben administrar durante la jornada, una especie de lona para resguardarse por las noches y una alfombra tipo persa para dormir.
“Hay un helicóptero y un carro que te pueden sacar en casos de emergencia, pero más nada. La comida, la ropa, el saco de dormir y todo lo adicional corre por tu cuenta. Te piden que lleves un mínimo de 14 mil calorías por toda la carrera y lo verifican antes de iniciar, si tienes menos es motivo de descalificación”, precisó León.
En cuanto al bolso que usa cada participante también hay dimensiones específicas. Éste debe tener un peso mínimo de 6,5 kilogramos y un máximo de 15; en él guardarán todo lo que consideren necesario. Carlos y Gabriel aseguran que ahí entra en juego la estrategia personal de cada uno en cuanto a la carga que deseen llevar.
Siete días de competencia
En el maratón des Sables los atletas corren determinada cantidad de kilómetros por día: son seis etapas y se desarrollan en siete días de competencia. La hora de salida estaba prevista para las 8:30 am, pero en esta edición decidieron adelantarla una hora por las altas temperaturas.
“La primera etapa era de 36 kilómetros, la segunda de 32, la tercera de 31, luego una larga de 90 y una última que es de solidaridad y consta de 9 kilómetros”, recordó Carlos.
Los corredores tienen un tiempo máximo para completar cada meta y este podía variar de 10 a 10 horas y media según la distancia. En la etapa más larga tenían 36 horas.
Para esta edición se inscribieron 1.085 personas y solo 700 completaron satisfactoriamente la competencia. De hecho, la organización estima que normalmente se retiran un 5 o 10 % de los participantes y este año ascendió al 30 %. Lo atribuyen a las temperaturas extremas a las que se enfrentaron.
Por su parte, Gabriel recuerda que habían unos camellos y cada mañana partían detrás de los corredores manteniendo una distancia más o menos prudente, pero si los animales alcanzaban a alguno de los participantes éstos quedaban descalificados automáticamente.
“Es como una cúspide”
Gabriel León y Carlos Barreto coinciden en que llegar a la meta en el maratón des Sables representó un momento trascendental en sus vidas, pues el esfuerzo físico y mental que le imprimieron se vio traducido en ese logro que solo unos 20 mil atletas en todo el mundo han alcanzado.
“Es una mezcla de sentimientos, entre euforia, alegría, cansancio, emotividad. El ambiente que se vive es una cosa inigualable. Sables tiene esa magia que hace que las personas con las que tú convives al día siguiente parezcan tus hermanos. Hasta el dueño de la carrera te hace sentir especial”, reveló Carlos.
Gabriel admite que este maratón representa para él una cúspide como ser humano al tratarse de una meta de vida difícil de alcanzar. Él considera que para llegar hasta allá hay que contar con un cúmulo de factores que se alinean y años de preparación.
“No hay palabras para expresar lo que uno siente cuando completa una meta así, porque para terminar Sables necesitas condición física, mental, una cantidad de dinero y por ende estabilidad económica, son muchas cosas que te hacen sentir realizado”, confesó Gabriel.
Para ambos el respaldo familiar durante los meses de preparación previa a su viaje a Marruecos y durante la competencia fue vital para lograr la meta trazada. Consideran que se trata de un sacrificio colectivo que les dio un impulso adicional en cada etapa y que ese apoyo es tan importante como cualquier otra parte del entrenamiento.
Futuros desafíos
Carlos y Gabriel han dedicado buena parte de sus vidas al deporte. Por un lado, Carlos ha corrido triatlones, carreras de montaña en Venezuela, otras en la Patagonia de Argentina, Costa Rica y muchas más; y por otro lado, Gabriel ha corrido en la Patagonia, en el Ultra Maratón de Francia donde representó a Venezuela en 2017 y 2018 en la distancia de 160 kilómetros y pare de contar.
La realidad es que ambos se exigen cada vez más y tras finalizar el maratón des Sables los desafíos no se hacen esperar. Ya tienen en mente otras aventuras en las que desean representar a su país y hacer lo que les apasiona pero aún no tienen nada confirmado.
“En Sables nos hicimos amigos sobre todo del grupo de Latinoamérica y salen cosas extrañas como “vamos al Everest”, pero estamos viendo. Hay unas (carreras) por ahí con parámetros de seguridad interesantes pero no queremos decir todavía. Es en frío, no en calor”, adelantó Gabriel.
Esperan que con la difusión de su logro en uno de los maratones más exigentes del mundo logren el apoyo necesario para materializar otros proyectos, porque previo al viaje intentaron dar a conocer su participación en Marruecos pero no obtuvieron la receptividad deseada. Eso complicó la posibilidad de conseguir patrocinantes que los respaldaran en competencia.
Aseguran que una vez concreten una nueva carrera internacional del mismo nivel o más exigente que la de Sables lo compartirán a través de sus redes sociales @rutamarathondessables. Mientras tanto, Carlos Barreto y Gabriel León seguirán enfocados en su preparación deportiva y en participar en las competencias que se desarrollen en todo el país.