¿Usted es como yo? ¿Ha buscado promover amistades entre las mujeres que tiene a su alrededor para vivir en un entorno más feliz? ¿Las veces que lo ha logrado son más escasas que las veces que Maradona articula una frase coherentemente? Entonces aquí le traigo las condiciones que se deben cumplir para que una mujer sea amiga de otra. Es necesario lo siguiente:
Que no esté más buena que ella.
Que no sea más fea que ella.
Que no tenga los mismos amigos varones que ella.
Que no sea más estudiada que ella.
Que no sea menos estudiada que ella.
Que no trabaje en su mismo departamento de la empresa.
Que no sea su “room mate”.
Que no conozca cosas de su pasado que pueda usar en su contra.
Que no tenga amigos feos.
Que no sea su prima.
Que no sea su mamá.
Que no sea su hermana.
Que no digan que es parecida a ella.
Que no sea más gorda que ella.
Que no sea más flaca que ella.
Que no sea más alta que ella.
Que no sea más baja que ella.
Que no sea su vecina de al lado.
Que no sea su vecina de enfrente.
Que no sea su vecina de arriba.
Que no sea su vecina de abajo.
Que no sea su jefa.
Que no esté desmaquillada.
Que no lleve mucho maquillaje.
Que no esté despeinada.
Que no esté muy peinada.
Que no lleve mucho perfume.
Que no lleve un perfume que ella tenga.
Que no ande sin perfume.
Que no vista peor que ella.
Que no vista mejor que ella.
Que no vista igual que ella.
Que no sea su madrastra.
Que no sea amiga de su papá.
Que no sea enemiga de su papá.
Que no trabaje con su papá.
Que no trabaje con su hermano.
Que no sea amiga de su hermano.
Que no sea novia de su hermano.
Que no sea enemiga de su hermano.
Que no sea amiga de su hijo.
Que no sea novia de su hijo.
Que no sea esposa de su hijo.
Que no sea enemiga de su hijo.
Que no sea su subordinada.
Que no sea su pasante.
Que no porte cromosomas XX.
Que no sea amiga de su mismo peluquero.
Que no cocine mejor que ella.
Que no cocine peor que ella.
Que no cocine igual que ella.
Que no haga su trabajo mejor que ella.
Que no haga su trabajo peor que ella.
Que no sea amiga de su pareja.
Que no sea enemiga de su pareja.
Que no sea compañera de trabajo de su pareja.
Que no le sonría a su pareja.
Que no sea mamá de su pareja.
Que no sea hermana de su pareja.
Que no sea hija de su pareja.
Que no tenga menos dinero que ella.
Que no tenga más dinero que ella.
Que no viva en el Planeta Tierra.
Que no respire.
Que no haya nacido.
Que no piense nacer.
Esas son casi, casi todas las condiciones. Faltaron otras 47 que aún estamos estudiando a ver si ascienden a la condición de ley. Sin embargo, como ve, dichas condiciones son casi las mismas que se necesitan para que el Cometa Halley pase por la Tierra. A mí me tomó cuarenta años conocerlas. Aunque si desea ahorrarse esas cuatro décadas, le resumo todas esas condiciones en un chiste que me contó mi amigo Carlos Sicilia. El mismo dice así: “Cuando una amiga invita a otra a comer a casa, ¿cómo pone la mesa? Pues muy fácil: El tenedor por la derecha, la cuchara por la izquierda y el cuchillo por la espalda”. Si quiere ahorrarse sufrimientos en la vida, por favor le pido que aprenda esto pronto. No quiero que pierda demasiado tiempo y termine siendo así como yo.