Email
- Especialistas de la salud revelaron la importancia de diversas prácticas deportivas y su relación con el deseo sexual
Una investigación realizada por expertos de la salud en diferentes institutos de Estados Unidos (EE UU) sugirió varias actividades deportivas que podrían tener un impacto positivo en la vida sexual.
Los estudios destacan la relación que existe entre la actividad física y el disfrute sexual. Entre ellos, demostró que practicar al menos media hora diaria de ejercicios aeróbicos disminuye el riesgo en los hombres de sufrir disfunción eréctil, mientras que las mujeres que practican pilates mejoran el deseo sexual.
Estos son los deportes que favorecen la vida sexual:
Running: Correr es un ejercicio cardiovascular que puede mejorar la resistencia, la circulación sanguínea y la salud en general. Estos beneficios pueden traducirse en una mejor actividad sexual.
El estudio de Harvard demostró que hacer 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico, como correr o caminar rápido, disminuye en un 50 % el riesgo de que los hombres sufran disfunción eréctil.
Natación: la natación es un ejercicio aeróbico de bajo impacto que mejora la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular, lo cual puede ser beneficioso para la actividad sexual.
La investigación se realizó a 160 nadadores, entre hombres y mujeres. Los mayores de 60 años indicaron tener una vida sexual comparable a cuando estaban en sus cuarenta años. Expertos recomiendan practicar la natación por lo menos 30 minutos tres veces por semana.
Levantamiento de pesas: las actividades de fuerza, como levantar pesas, ayuda al aumento de masa muscular, así como mejorar la autoestima y la confianza en sí mismo, por lo que son factores que influyen positivamente en la actividad sexual.
Baloncesto: un artículo publicado por la revista The Journal of Sexual Medicine informó que un estudio analizó la comparación a 25 jugadoras de básquet y voleibol, de entre 25 y 45 años, sexualmente activas con otras mujeres de la misma edad.
Los investigadores concluyeron que la práctica regular de estos deportes contribuye a elevar el flujo sanguíneo en el clítoris, lo que potencia la función sexual femenina.
Baile: es una forma entretenida de ejercicio que combina movimiento, coordinación y ritmo. Puede ayudar a mejorar la resistencia cardiovascular y la flexibilidad, lo cual puede tener un impacto positivo en la actividad sexual.
Deportes al aire libre: las prácticas deportivas al aire libre contribuyen al aumento de energía y resistencia física, por lo que se traduce en una mayor resistencia durante el acto sexual, haciendo los encuentros más duraderos y satisfactorios.
Además, el sol estimula la producción de vitamina D, esencial para generar más testosterona, hormona que incrementa la líbido. Otro de sus beneficios es la mejora del estado de ánimo, aumento de la confianza corporal y estimulación sensorial.
Yoga: esta disciplina combina posturas físicas y de respiración. Contribuye a aumentar la flexibilidad, el equilibrio y la conciencia corporal, lo que puede mejorar la experiencia sexual. Un estudio de la Universidad de Loyola (EE UU) concluyó que la práctica de esta disciplina en pareja fortalece los lazos de confianza, relajación y diversión.
Pilates: es un sistema de ejercicio que se enfoca en fortalecer los músculos centrales del cuerpo. Al mejorar la fuerza y la flexibilidad, ayuda a una mejor actividad sexual.
Expertos señalan que las mujeres que practican pilates suelen mejorar sus funciones sexuales desde el deseo, excitación y satisfacción.
