- La rivalidad comercial y política de China y Estados Unidos podría estar relacionada con esta medida
El gobierno de China prohibió a todos los funcionarios gubernamentales y agencias oficiales usar iPhones en horas de trabajo, según información del rotativo estadounidense The Wall Street Journal (WSJ).
De acuerdo con el diario estadounidense, esta decisión podría haber sido tomada como represalia por las restricciones impuestas en Estados Unidos a los teléfonos Huawei o a la red social TikTok.
Las limitaciones al uso del iPhone ya se aplicaban, pero en esta ocasión han pasado a ser una política de Estado dentro de un contexto de creciente rivalidad comercial y política entre Estados Unidos y China.
El gobierno de Pekín instó a todas las oficinas a optar por el producto nacional en su política de compras de computadoras, sistemas operativos y todo tipo de software, entre otras cosas.

En 2021, el gobierno chino impuso restricciones a los vehículos eléctricos Tesla para los miembros de sus fuerzas armadas o de compañías estratégicas por temor a que fueran fuente de filtraciones de seguridad. Esto no impidió que los carros de la compañía de Elon Musk siguieran vendiéndose a buen ritmo en el país.
Hasta ahora, Apple se había plegado a varias excepciones en sus productos para China en el ámbito de las libertades digitales, aceptando que sus iPhones no incluyeran numerosas aplicaciones en su tienda por imposición del gobierno, ni tampoco VPN que permiten sortear esas censuras.

Amenaza de represalias
El 10 de agosto, China condenó las medidas tomadas por Estados Unidos para limitar las inversiones estadounidenses en ciertas empresas tecnológicas del país asiático, y advirtió en un comunicado a Washington que “Pekín protegerá firmemente sus derechos e intereses”.
El Ministerio de Exteriores chino calificó las restricciones estadounidenses como ejemplos de coerción económica y de acoso tecnológico e instó a Washington a que las retirara de inmediato.
Todo esto se dio luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva el 9 de agosto para prohibir a las compañías estadounidenses de capital de riesgo invertir en tres sectores clave de la economía china: semiconductores, computación cuántica e inteligencia artificial.
Los tres sectores mencionados fueron seleccionados debido al papel que, según el gobierno estadounidense, podrían desempeñar en el desarrollo de capacidades militares, de inteligencia, vigilancia y cibernéticas en China.

“China rechaza firmemente estas restricciones y ha presentado una queja formal a la parte estadounidense”, indicó la cartera de Exteriores china en un comunicado.
Agregó el texto que Washington busca frenar la inversión estadounidense en China abusando del concepto de seguridad nacional y politizando los asuntos comerciales.
“Sus verdaderos propósitos son privar a China del derecho al desarrollo y mantener su propia hegemonía. Es pura coerción económica y acoso tecnológico”, agregó la cartera.
Se trata de una de las acciones más importantes que ha tomado el gobierno de Biden para restringir las inversiones estadounidenses en China y llega tras meses de conversaciones con los miembros del G7, a los que Washington solicitó tomar medidas similares.
En ese sentido, la Cancillería china acusó al gobierno de Biden de no cumplir su compromiso de que no buscará desacoplarse de China”.

“China reclama a Estados Unidos que deje de politizar e instrumentalizar los asuntos comerciales y tecnológicos. Washington debe retirar de inmediato esta decisión equivocada y eliminar las restricciones”, agrega la nota.
Asimismo, Pekín instó a Washington a crear un entorno sólido para la cooperación económica y el comercio bilateral y advirtió que China seguiría de cerca la situación para proteger firmemente sus derechos e intereses.
Con información de EFE