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- El presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un decreto al Congreso para enviar más recurso a la región afectada. Foto principal: EFE/ Isaac Fontana
Desde el lunes 29 de abril de 2024 se presentaron las primeras inundaciones que han azotado el sur de Brasil, específicamente en el estado de Río Grande del Sur, ubicado a más de 1.470 kilómetros de distancia de Río de Janeiro.
Las últimas cifras reveladas por Defensa Civil de Brasil hasta el martes 7 de mayo se contabilizaron 90 fallecidos y 132 desaparecidos. De acuerdo con el Servicio Geológico Brasileño estas son las peores inundaciones en Brasil desde 1941.
Estas inundaciones han obligado a más de 121.957 personas a abandonar sus casas y se estima que más de un millón no tienen acceso a agua potable, electricidad, Internet, teléfono; razón por la cual no pueden mantener comunicación con sus familiares.
La Defensa Civil de Brasil informó que un total de 19.368 personas fueron ubicadas en albergues improvisados por las autoridades de la región. El jueves 2 de mayo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó el estado de Río Grande del Sur, que está localizado en la frontera con Uruguay y Argentina, y ordenó el envío de barcos, aviones y más de 600 soldados para las labores de rescate.
Más recursos para Río Grande del Sur
El lunes 6 de mayo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un decreto al congreso de ese país que permite la transferencia de forma inmediata de recursos para el estado de Río Grande del Sur.
“Éste es el primero de un gran número de actos que haremos en beneficio de nuestros hermanos de Río Grande del Sur”, declaró el mandatario en una rueda de prensa en donde también firmó el decreto.
Por su parte, el Senado de Brasil dijo que va a revisar la resolución para su discusión. Esta medida también reconoce el estado de calamidad de Río Grande del Sur y contempla el otorgamiento de créditos provisionales en incentivos para el sector productivo de esa región.
Lula viajó en helicóptero hasta Río Grande del Sur el domingo 5 de mayo para reunirse con el gobernador de ese estado, Eduardo Leite, a quien le prometió una rápida rehabilitación de las carreteras afectadas.
“Puse a todos los funcionarios en mi helicóptero, vinimos aquí para vislumbrar un poco el significado de la inundación junto con el gobernador. Entonces, vimos los daños que la lluvia está causando”, manifestó Lula.
Más precipitaciones
Según declaraciones del presidente Lula da Silva, se esperan más precipitaciones en la región sur de Brasil, por lo que alertó que la situación de calamidad aún “no ha acabado”.
“Es una tragedia climática cuya dimensión nadie imaginaba y no acabó. El agua está bajando a otros lugares y va a llegar a otros municipios, y eso es muy grave”, sostuvo el mandatario brasileño en una entrevista en la red pública EBC.
La médico Diana Cascán señaló en declaraciones para RFI que en esa región de Brasil existe una creciente preocupación por el desabastecimiento de agua potable y alimentos, por lo que esperan que las autoridades lleguen a ese lugar por vía aérea o marítima.
“Lo que más se necesita en este momento es rescatar a las personas. Porque solo se puede llegar a ciertos lugares por vía aérea o acuática, pues las vías terrestres están bloqueadas. La subida del río fue de unos cinco metros, incluso más”, concluyó la especialista.
Se estima que en la región sur de Brasil caigan hasta 100 milímetros de lluvia hasta el viernes 10 de mayo, siendo el miércoles 8 de mayo el día en que se espera que se concentre la mayor parte de las precipitaciones.
