• El actor y animador es uno de los protagonistas de la película Relatos del exilio, en la que interpreta a un médico que debe superar diferentes obstáculos en su vida y profesión tras emigrar a Chile. En entrevista para El Diario, explicó cómo la nostalgia se convirtió en el sentimiento común de muchos migrantes venezolanos, incluyendo a actores que sueñan con volver a estar en las pantallas de su país  

El cine venezolano siempre ha sido una ventana crítica para la realidad del país, y en los últimos años, esto se ha mantenido a través de la visión de distintos realizadores, principalmente desde la diáspora. Cintas como Simón, One Way, Yo y las bestias o Jezabel se han convertido en un registro de los tiempos actuales, abordando temas como la represión, la emergencia humanitaria compleja y la crisis económica. Algunas historias son crudas, otras más sutiles, pero todas muestran lo que somos y podemos ser como sociedad.

En esta línea, otro fenómeno que en la actualidad forma una parte importante de lo que se ha convertido el país es la migración. Casi 8 millones de venezolanos que, de acuerdo con las Naciones Unidas, han sido desplazados y que se diseminaron por el mundo, llevando consigo sus historias personales y su gentilicio.

Esa realidad cada vez más normalizada es la que se narra en la película Relatos del exilio, dirigida por Carlos Fung e Ingar García, la cual llegará a partir de abril a las salas de cine internacionales, aunque todavía no tiene una fecha de estreno definida en Venezuela.

Para el actor y animador Luis Gerónimo Abreu, quien participa en la película, el éxodo masivo de venezolanos es una realidad que merece ser documentada, pues ya forma parte de la historia contemporánea. “Todo país tiene que contar su historia. Y esta es una historia que se tiene que contar y que se va a seguir contando. Creo que va a haber diferentes puntos de vista, y es interesante porque expresarlos es parte de lo que significa y debe hacer el cine y el arte”, declaró en entrevista para El Diario.

Buenos doctores

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

Relatos del exilio es un largometraje que se compone de cuatro historias que transcurren en países distintos, pero que tienen en común una alta tasa de venezolanos. Cada una de ellas aborda los diferentes contextos que pueden vivir los migrantes, específicamente en Chile, Colombia, Estados Unidos y México. Aunque en algunas se reflejan las dificultades y peligros que enfrentan al intentar adaptarse, también muestran la resiliencia y las ganas de superarse de cada uno de sus personajes.

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Abreu protagoniza El buen doctor, la segunda historia de la cinta. Allí interpreta a Jorge, un médico que emigra a Chile, pero que al no poder revalidar su título, debe trabajar como enfermero mientras lidia con una serie de problemas económicos y familiares. Por ese motivo, comenta que además de la voluntad de mantenerse fiel a su profesión pese a los obstáculos, buscó plasmar sentimientos más universales que acompañan a cada migrante, como la nostalgia o el desapego.

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

“A mi personaje hay que agregarle una cantidad de cosas que le ocurren, como el perder una carrera, una cantidad de años de estudio, el volver a empezar de cero, el reto de tener que mantener a dos hijos y una esposa, de aguantar cosas que no tenía que haber aguantado ni entender el porqué. Nos preparamos más hacia la parte humana que la profesional”, dijo. 

El actor señala que la producción no estuvo exenta de problemas. De hecho, debieron trasladar el rodaje a Colombia, al igual que los propios migrantes venezolanos, gran parte del equipo tuvo dificultades para tramitar sus visas en Chile. Sin embargo, destacó la buena actitud de sus compañeros, además de la visión de Fung y García para retratar la situación de más de 32.000 médicos venezolanos que para 2020 habían abandonado su país, pero no la vocación de salvar vidas en todo el mundo.

Empezar de cero

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

La subtrama de Abreu aborda una coyuntura que, no solo para los médicos, sino para muchos otros profesionales, representa un gran muro con el que se topan al emigrar: revalidar sus títulos. Al respecto, el actor reconoció que resulta mucho más práctico para los migrantes aprender y realizar un oficio antes que una carrera universitaria.

En Chile, por ejemplo, los egresados de cualquier carrera deben gestionar un certificado de equivalencia, aunque en carreras como Medicina, se necesitan además otros procedimientos como presentar el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom). De lo contrario, no se puede ejercer en el sistema de salud público chileno.

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“En esta crisis migratoria ha salido beneficiado el que tiene oficios, porque un mecánico puede trabajar en cualquier parte del mundo, al igual que los actores, más allá de la diferencia del acento o los idiomas.  Los oficios creo que tienen una ventaja bajo este contexto de la migración”, agrega Abreu.

Vuelta atrás

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Fragmento de la película Relatos en el exilio. Foto: cortesía

En 2018, Abreu se mudó temporalmente a Bogotá para protagonizar la serie Bolívar, de Caracol Televisión. Duró dos años allí, por lo cual la experiencia de estar lejos de casa no es ajena para él. De hecho, desde los inicios de su carrera ha pasado temporadas enteras en Perú, México y Colombia para diversas producciones.

Sin embargo, luego del rodaje Relatos en el exilio, Abreu permaneció seis meses en Colombia por compromisos laborales, pero en esa ocasión su familia no pudo acompañarlo. En esa soledad, separado de su esposa e hijo, afirma que reside gran parte del sentimiento de nostalgia que sufren muchos migrantes, sin importar las comodidades que tengan o el éxito en sus trabajos. Una sensación que traspola al país, como ese gran hogar al que cada uno pertenece.

“Para los que amamos Venezuela y nos gusta vivir aquí, hay un sentimiento que jamás te lo van a quitar. Siempre vas a extrañar tu país de una manera u otra. Es tu gente, tu clima, tu comida, tu acento, tu caos. Es tuyo. Aunque logres adaptarte al caos de otras ciudades y ser feliz allí, siempre vas a tener esa nostalgia”, expresa.

Si bien en los últimos años la diáspora venezolana se ha convertido en una embajadora cultural, llevando a cada país su gastronomía, música y tradiciones, Abreu asevera que a muchos migrantes les cuesta adaptarse en sus países huéspedes. Para explicar la razón, cita una línea que ya en 2017 formaba parte de su monólogo Venezolanos desesperados: “Nosotros siempre estuvimos acostumbrados a recibir hijos, no a despedirlos”.

Actores migrantes

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

Desde la década de los noventa, Abreu forjó una destacada carrera en la televisión, participó en telenovelas como Un esposo para Estela, La viuda joven, Ciudad Bendita o Natalia del mar. Fue una época de éxitos para la televisión venezolana, con toda una generación de estrellas cotizadas internacionalmente. 

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Una época que hoy recuerda con cariño, pues los actores se iban al extranjero en busca de renombre y hacer despegar su carrera. Pero desde hace años las producciones televisivas venezolanas están casi paralizadas, lo que ha hecho que tanto actores, como escritores y productores emigren para conseguir empleo. “Incluso afuera te ven de manera distinta. Ya no es el actor venezolano que me quiero traer, sino el actor venezolano que se vino. Son maneras de verlo totalmente distintas”, afirma.

No obstante, destaca que existen muchos artistas que, a pesar de estar afuera, todavía añoran rodar en los sets de la que alguna vez fue una de las mayores potencias en telenovelas del hemisferio. El propio Abreu es prueba de ello, pues recientemente participó en Dramáticas, la primera producción de su tipo en Venevisión en cinco años.  

Yo en Bolívar hice una gran familia, son mi ejército independentista para lo que salga, pero no es lo mismo que estar en tu patio, en tu canal. No es lo mismo entrar a Venevisión, donde hice mi primera novela a los 15 años de edad, conseguirme con un técnico que conozco desde hace 30 años, o salir de ahí a tomar una cerveza al bar que es el de toda tu vida. Todas esas cosas te hacen la experiencia distinta y todos lo extrañamos indudablemente”, resalta.

Un buen negocio

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

Al actor y animador no le gusta considerarse alguien pesimista. Por eso, aunque sabe que todavía falta muchísimo para que las producciones venezolanas vuelvan a estar al nivel de sus años dorados, guarda esperanza en que la situación podrá mejorar en el futuro. 

“Perdimos mucho tiempo en comparación con el mercado extranjero, entonces tenemos que aprender muchas cosas y es muy poco tiempo para competir. Creo que está llegando cada vez más la materia técnica y la gente que está invirtiendo para traer las cosas. Pero para que los canales empiecen a producir siento que se necesita de una gran confianza y es una inversión a largo plazo”, aterriza.

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

Pero a pesar esto, Abreu está convencido de que aún hay potencial en el país. “Yo creo que la televisión es un buen negocio y que todavía se puede producir en Venezuela”, asegura. El animador explica que actualmente la tecnología facilita muchos procesos y abarata considerablemente los costos de cualquier obra. Pero advierte que para lograr recuperar unas condiciones óptimas de trabajo, se debe empezar a invertir de inmediato.

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“Esto es como un carro que estuvo parado por 10 años. Tienes que limpiar los inyectores, recargar la batería, ver cómo está el tren delantero. Hay una cantidad de detalles y tuercas que aceitar, cosas que tenemos que empezar a hacer y la única manera es trabajando”, compara.

Futuro

Luis Gerónimo Abreu: “Yo creo que la televisión es un buen negocio y todavía se puede producir en Venezuela”
Foto: cortesía

Para Abreu todas las historias que se deseen contar son válidas. Desde una comedia romántica hasta el drama de la migración venezolana, todas forman parte de un universo de visiones en donde lo importante no es el presupuesto, sino el tener un buen guion y creatividad para llevarlo a cabo. De allí que celebre el trabajo de los realizadores que mantienen vivo al cine venezolano. Tanto los que resisten en el país, como aquellos que se abren paso desde el extranjero.

Aunque hagamos una película afuera, el nombre de Venezuela está involucrado de alguna manera y eso también nos abre puertas para otras cosas, todo lo que aporte para generar confianza es importante. Y todo lo que llame a que la gente quiera invertir en el cine, o en la televisión, o en el teatro venezolano también”, apunta.

El actor, quien también es productor y director de teatro, actualmente se encuentra enfocado en múltiples proyectos, muchos de ellos en Venezuela. Sin dejar de ser realista, conserva la convicción de que las nuevas generaciones podrán levantarse con el esfuerzo de su trabajo para reconstruir lo que se llevó el huracán de la crisis. Casi es un acto de fe, quizás como el de muchos migrantes que aún guardan sus cédulas en la cartera por si algún día toca volver.

“Yo creo que tenemos todo el talento del mundo. También sé de mucha gente que está afuera y que si esto realmente arranca, quisieran regresar a trabajar acá y que con estos años trabajando fuera pueden aportar muchísimas cosas. Siempre soy de la visión de que lo podemos lograr. Yo mismo soy de los que me pongo a escribir, a pensar, y ahorita estamos buscando quién quiere invertir para hacer cosas distintas”, reafirma.

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