• La organización Cepaz publicó un informe en que confirmó que cada vez más venezolanos recorren la ruta del norte, incluso desde otros países a los que ya habían migrado previamente. En su trayecto, atraviesan pasajes como la selva de Darién, la isla de San Andrés o el tren de la muerte

El éxodo de venezolanos por el mundo es una realidad que ha sido ampliamente documentada por diferentes organizaciones nacionales e internacionales en los últimos años. Estimaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) proyectan que para el año 2025 la cifra de migrantes podría ascender a los 8,4 millones de venezolanos, equivalentes al 25 % por de la población del país.

Las rutas y destinos de estos migrantes también han sido registradas en la medida que se han convertido en auténticos puntos de peregrinaje, muchas veces incorporándose a otras caravanas de migrantes de distintas nacionalidades. Quizás la más conocida es la ruta del sur, que cruza por países andinos como Colombia, Ecuador y Perú, para finalizar en Chile. Pero desde hace alrededor de cuatro años ha sido sustituida por la ruta del norte, cruzando la peligrosa selva del Darién, en Panamá, y atravesando Centroamérica para intentar llegar a Estados Unidos

En este sentido, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) publicó el 7 de mayo su informe Las rutas migratorias más peligrosas de América: el camino incierto que atraviesan las personas migrantes y refugiadas venezolanas. Fue elaborado junto a la la Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos (Redac) para documentar los cuatro puntos más riesgosos de esta ruta del norte, y el drama que viven sus migrantes, muchas veces arriesgando sus vidas en su búsqueda de estabilidad económica y dignidad.

Hacia el norte

Migrantes venezolanos temen por su vida tras la masacre ocurrida en el norte de México
Migrantes caminan entre las fronteras de México con Estados Unidos en Ciudad Juárez, Chihuahua. Foto: EFE/Luis Torres

Actualmente la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) calcula que existen alrededor de 7,7 millones de migrantes venezolanos, de los cuales el 80 % residen en países de la región de Latinoamérica y el Caribe. Sin embargo, en los últimos años el número de solicitudes de visa y asilo en Estados Unidos aumentó significativamente. 

También creció el número de venezolanos que intentan cruzar irregularmente la frontera entre este país y México, con 169.627 casos registrados solo en los primeros meses del año fiscal 2024. Esto considerando que en el año fiscal 2023 el total de venezolanos reportados en la frontera fue de 266.071. De acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos, los venezolanos son el grupo hispano que más ha crecido en ese país, con un aumento del 600 % de su población en los últimos 20 años.

Esto, curiosamente, ha significado no solo una reducción de la migración a los países de la ruta sur, sino también un segundo éxodo de los venezolanos que ya vivían allí. El informe señala, por ejemplo, que entre octubre de 2022 y agosto de 2023, más de 19 mil venezolanos abandonaron Colombia, mientras 27 mil se fueron de Ecuador y 3 mil de Argentina. 

“Esta reflexión no pretende sugerir que todas las personas venezolanas que abandonan países de América Latina y el Caribe se dirigen exclusivamente a Estados Unidos, ni que aquellos que se dirigen desde Venezuela tomen esa misma ruta. Más bien, busca resaltar un cambio significativo en las dinámicas migratorias de la población venezolana”, acota Cepaz.

La frontera

Las trochas se mantienen como los caminos alternativos entre Colombia y Venezuela
Personas cargan mercancías a través de las trochas que conectan a Colombia con Venezuela, el 20 de febrero de 2023, en Cúcuta. Foto: EFE/ Mario Caicedo

Para llegar a la frontera mexicano-estadounidense, los venezolanos deben recorrer siete países: Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala y México. Cepaz identificó en este trayecto cuatro rutas que siguen los migrantes, normalmente en caravanas acompañados de otros centroamericanos y otros grupos como ecuatorianos, cubanos, haitianos, e incluso africanos.

El primer tramo que menciona el informe es la propia frontera entre Colombia y Venezuela. Durante mucho tiempo sus pasos oficiales estuvieron cerrados por las tensas relaciones diplomáticas entre ambos países, y aunque actualmente varios han sido reabiertos, muchos migrantes aún usan caminos irregulares, conocidos como trochas, para ingresar. 

Migrantes venezolanas
Foto: EFE

Esto no solo afecta su registro y control ante las autoridades migratorias, sino también los deja a merced de bandas delictivas y grupos guerrilleros que manejan estas trochas. Esto los deja vulnerables a situaciones como robos, trata de personas, violencia sexual y de género y reclutamientos forzosos. De acuerdo con Migración Colombia, de los 509.956 migrantes irregulares en tránsito a otros países, el 64 % eran venezolanos.

“El control de las trochas lo tiene la guerrilla y los paramilitares, así como también gente de El Tren de Aragua, de Venezuela”, “Nos agarró un grupo, eran guerrilla. Allí nos quitaron nuestras pertenencias”, “En la zona de la trocha hay muchos hombres que te acosan. Casi no nos dejan caminar ofreciéndonos cosas, como dinero por el cabello o trabajo en salones de belleza”. Son algunos de los testimonios de migrantes recogidos por Cepaz.

El Darién

Panamá y Costa Rica movilizaron a casi 1.600 migrantes: en qué consiste esta medida 
Migrantes cruzan el río Turquesa, conocido como “el río de la Muerte”, el 14 de septiembre de 2023 en Darién (Panamá). Foto: EFE/ Bienvenido Velasco

Si bien muchos migrantes deciden permanecer en Colombia, actualmente la mayoría continúa su tránsito hacia el norte, en su frontera con Panamá. Está delimitada por una espesa región selvática apodada el Tapón del Darién, la cual los migrantes atraviesan caminando, o intentan rodear por mar en embarcaciones precarias. 

La organización destacó la alta peligrosidad del Darién, donde más de 250 venezolanos han desaparecido desde el año 2020, y 33 cadáveres fueron recuperados en 2022. Esto sin mencionar la cantidad de cuerpos que los caminantes han reportado que se pueden ver a lo largo del camino, y que no se han recuperado por estar en terrenos remotos o controlados por grupos armados como el Clan del Golfo y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).

De hecho, a los riesgos naturales que se enfrentan en esa zona por sus montañas empinadas, ríos cautelosos, serpientes y animales salvajes, así como enfermedades como paludismo y dengue, o lesiones En 2023 se documentaron 676 casos de violencia sexual contra mujeres y niñas. También se registraron casos de asesinatos o el abandono de migrantes que se quedan atrás o pueden pagar a los contrabandistas.

San Andrés

Rescataron a cinco migrantes venezolanos en el archipiélago de San Andrés en Colombia
Foto: Armada Nacional de Colombia

Las alternativas a la selva de Darién no son para nada mejores. Migración Colombia ha reportado que cada vez más venezolanos optan por la vía marítima para saltarse el tramo de Panamá y llegar directamente a Nicaragua. Esto a través de la isla de San Andrés, la cual los traficantes venden como una ruta “segura” y “rápida”, aunque en muchos casos se hace en peñeros en malas condiciones, sobrecargados y sin ninguna medida de protección.

El reporte señala que varias agencias ofrecen este servicio bajo la fachada de “paquetes turísticos”, cobrando entre 1.400 y 4.000 dólares por persona. Van hasta San Andrés, y luego al puerto de Bluefields, a 232 kilómetros, en Nicaragua. 

Debido a lo irregular de la ruta, no hay estadísticas oficiales, aunque Migración Colombia estima que de 485 personas que atravesaron San Andrés en 2023, 291 eran venezolanos. Sin embargo, se acota que podría haber un subregistro mayor, pues entre 2022 y 2023 se rescataron a 1.102 personas de alta mar, mientras 74 continúan desaparecidas.

La Bestia

Miles de venezolanos permanecen en la frontera norte de México por miedo a ser deportados de EE UU
Un grupo de migrantes viajan sobre el tren conocido como La Bestia, el 7 de octubre de 2023 en Ciudad Juárez, Chihuahua (México). Foto: EFE/Luis Torres

Por tierra o por mar, todos los migrantes continúan su camino más o menos por las mismas rutas a partir de Panamá. Aunque existen reportes de venezolanos que han sido víctimas de robos y estafas, en los países de Centroamérica, e incluso de algunos secuestros y detenciones arbitrarias, lo cierto es que este tramo no tiene mayores complicaciones hasta llegar a México. Allí, muchos migrantes deciden subirse al tren de carga que recorre ese país de sur a norte, que es conocido como La Bestia, o el Tren de la muerte.

Este tren ha sido durante años objeto de múltiples reportajes e historias, y durante décadas ha transportado migrantes sobre su techo a través de sus 185 kilómetros de vías. Cabe destacar que a alta velocidad, el riesgo de morir o sufrir heridas como la amputación de extremidades por caer del tren es bastante común. También los asaltos por parte de bandas criminales ponen nuevamente de manifiesto muchas de las vulnerabilidades mencionadas en rutas anteriores. 

“Mi miedo era ir al hospital y que Migración me devolviera”: la venezolana que entró en labor de parto sobre el techo de un tren de La Bestia en México
Foto: Getty Images

Aunque no existen estadísticas oficiales, se estima que alrededor de 500 mil  migrantes se desplazan anualmente en La Bestia. Se desconoce cuántos venezolanos usan el tren, aunque datos de la Unidad de Política Migratoria de México reportaron que en 2023 se detuvieron a 222.994 venezolanos en condición irregular, el triple que el año anterior (96.197).

“México está siendo usado como país de tránsito temporal para llegar a Estados Unidos, tal es así que solo el 3,3 5 de la población venezolana en México tiene planes de trabajar en dicho país, mientras el 95,6 % proyecta cruzar en los próximos tres meses hacia Estados Unidos”, expresa.

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